PEAKY BLINDERS | FEELING GOOD

37

Lucas jamás había estado tan feliz en su vida, sus hombres entonaban el himno americano y William sonreia al lado suyo.

—Bien hecho hijo mio— felicito el hombre mirandolo— Muy bien hecho.

—Ahora solo seguiré a Annabelle y la mataré, después de esto nadie más sabrá de ella— le sonrió William.

Lucas sonrio ampliamente al sentir que todo el plan marchaba a la perfección.

—Los pájaros vuelan alto, sabes como me siento, sol en el cielo, es un nuevo amanecer, es un nuevo día, es una nueva vida para mi y estoy sintiéndome bien.

William sonrio ante las palabras de su padre, el hombre se levantó y sus hombres lo miraron.

—Annabelle Shelby esta en las afueras sin la protección de los Peaky Blidners, es hora de ir por ella y dar nuestro tercer golpe, hay que matarla.

Los hombres festejaron ante aquello.

—Padre, quiero tener el honor de matarla— hablo William mirándolo.

Lucas coloco una mano sobre el hombro de su hijo.

—Y la tendrás, tu serás el encargado de quitarle la vida, quiero que tu seas la última persona que vea Annabelle Shelby antes de reunirla con su tía Polly.

Ambos comenzaron a reír de forma demencial.

***

El sonido de los caballos hizo que Annabelle dejara de pensar en una de las calles de Birminham, alzó sus ojos verdes y miro a su alrededor, unos hombre vestidos de negros llegaron y la señalaron.

—Ahí esta— grito un hombre.

Annabelle se quedó en su lugar, sonrió un poco pensando que sería sus familia u hombres de su hermano, pero luego su sonrisa se desvaneció cuando uno de los extraños alzó el arma apuntandole.

Annabelle se dio media vuelta corriendo, esquivando las balas, la gente a su alrededor grito al escuchar los disparos, los caballos de la ciudad se espantaron corriendo de un lado a otro, la rubia miró a su espalda que aún era seguida y se adentro en unos de los callejones, recostó su espalda en la pared de tabiques y cargo el arma, miro de un lado a otro y volvió a caminar hacia la calle.

—Atrapenla— grito otro hombre.

Annabelle corrió por la ciudad, escuchaba los disparos detrás de ella, observo hacia el frente el cuartel de la policía y aceleró el paso al saber que podían ayudarla, pero un auto se interpuso en su camino y observo como bajaban la ventanilla y la apuntaban. Desesperada, Annabelle corrió por las calles sin rumbo fijo, tropezó con una piedra y cayó al piso, el arma se safo de su mano rodando hasta los pies de una persona.

—William— exclamó al ver a la persona que recogía el arma, se levantó tambaleante y lo abrazo— Tienes que ayudarme, están siguiendome, son muchos y quieren matarme.

—Lo se—hablo con tranquilidad William y Annabelle alzó sus ojos mirándolo, el joven sonrió y apretó la mano de la chica con fuerza.

—¿Que haces?— chillo ante el dolor en su muñeca.

William le sonrio.

—Lo que todos quieren, que desaparezcas.

Los hombres que perseguían a Annabelle llegaron hasta ambos, estos asintieron con la cabeza mirando a William y el les regreso el saludo de la misma manera, Annabelle se percato de ellos y miro a William con ojos llorosos.

—¿Tu sabias de esto?

William apretó más su brazo e hizo que cayera de rodillas al piso, Annabelle soltó un quejido de dolor y lo miro.

—¿Por qué William?—le pregunto con un hilo de voz.

—¿Por qué?— repitió la pregunta y luego le sonrio— ¿Tal vez por que soy William Changretta y mi padre es el mayor villano del tuyo? ¿Tal vez por que queremos el poder y control de Birminham? ¿Tal vez por que te quiero muerta y todo salio perfecto a nuestro plan? Si Annabelle, todos te han traicionado hasta tu amigo Whitey— apretó su muñeca con más fuerza— ¿Enserió creíste que se acerco a ti por tu bello rostro? ¿Creíste que el hijo del presidente te buscaría para ser tu amigo?— soltó una risa—No Annabelle, tu no puedes tener amigos por tu apellido, tu solo tienes enemigos. Whitey se acerco a ti por la misma razón que yo lo hice contigo— la levantó del piso y le sonrio— Destruir a los Peaky Blinders.

Annabelle intento safarse y William le sonfio aun más.

—Dulces sueños Annabelle — hablo y la arrojó al piso, desefundo su arma y la apunto hacia la cabeza, luego, disparo.