"Toma un pequeño paseo hasta las afueras de la ciudad y luego cruza las vías donde el viaducto se aproxima como un pajaro de mal agüero a medida que cambia y se agrieta a medida que se cambia y se agrieta, donde los secretos yacen en fuegos fronteri...
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Annabelle entró al bar y miró las mesas ocupadas, se detuvo en la entrada observando a cada uno de los comensales.
—¡Arthur! Una bebida para la mesa 13— habló una mujer quien terminaba de secar con una paño los vasos mojados.
El hombre de nombre Arthur tomó unos vasos de cristal y las lleno de cervaza, luego se dirigió a la mesa y las dejó sobre los dos hombres quienes agradecieron chocando sus vasos de cristal.
—Buenas tardes— se acerco Ada Shelby hacia Annabelle con una sonrisa — ¿Vas querer una mesa o quieres estar en la barra? — señaló ambos lados.
—No vengo a consumir— negó Annabelle mirandola— Estoy buscando a Thomas Shelby ¿Lo conoces?
—Asi es, es mi hermano pero esta ocupado en su despacho con unos clientes ¿gustas esperar o vuelves mas tarde?
Annabelle sonrió internamente, era su hermana mayor, Ada, lo sabía porque sólo eran dos hermanas en la familia, asintió con la cabeza.
—Me quedaré y te agradecería una cerveza— le sonrió, si ya se iba a quedar a esperar a su hermano, consumirá algo de ellos y claro, pagaría, había tomado prestado dinero de las monjas y al contarlo se percató que llevaba buen dinero.
Ada la observó por unos momentos, se veía muy pequeña para comenzar a consumir alcohol pero se limitó su comentario, asintió con la cabeza y se encaminó a barra, Annabelle la siguio y tomó lugar, Ada le extendió la bebida y Annabelle le dejó la moneda en la mesa.
—Gracias— agradeció Ada guardandola— Si no es indiscreción ¿para que buscas a mi hermano?
Annabelle la miró “en realidad busco a todos pero esperare a que estén todos reunidos para presentarme”
—Mi caballo está lastimado, personas del pueblo me han comentado que sabe de ello y me recomendaron con el— mintió.
—Entiendo— asintio Ada— Espero mi hermano pueda ayudarte.
Ada se alejo atendiendo a unos hombres que acaban de llegar, pasó al menos dos horas en la que Annabelle permaneció en el mismo lugar consumiendo alcohol, cuatro vasos para ser exactos, cuando sintió que el alcohol se le había subido saco un cigarrillo.
—El Pop se cierra— habló una voz entrando al lugar.
Annabelle observó a un chico de cabello rubio y bien vestido.
—¿De qué hablas Michael? — preguntó Arthur mirando al joven— ¿Estas loco? Apenas estamos vendiendo más.
—Ordenes de Thommy.
—Mientes, Thommy jamás permitiría que en un día vendieramos poco.
Un hombre entró al bar y soltó el humo del tabaco de su boca, Annabelle lo observó, sus ojos azules intimkdaban a cualquiera y miró a todos.
—El Pop se cierra— ordenó Thomas Shelby
—Pero Thommy, apenas iba a cobrarle de más esos foráneos— señaló Arthur a unos hombres italianos quienes al parecer no comprendieron nada— Su dinero es bueno.
—Luego estafaras a los foráneos Arthur, ahora quiero que todos se vayan.
Los comensales comenzaron a dejar el lugar, Annabelle se cruzó de brazos mirándolos, cuando ya todos se fueron Thomas abrió la boca para comenzar a hablar.
—Se trata de la tumba de la tía Polly...
—Lamento interrumpirte Thomas, pero aún no estamos solo la familia— señaló Finn.
Thomas se dio media vuelta y coloco sus ojos azules en Annabelle, se acercó a ella y la miró.
—¿Acaso eres sorda niña? — preguntó y alzó una ceja— Quiero que todos se vayan y eso implica a ti.
Annabelle sonrió.
—No me voy a ir
Gina Gray, esposa de Michael abrió sus ojos con impresión ante aquella respuesta de la extraña. Thomas soltó una sonrisa y negó con la cabeza.
—¿Quieres morir? — le preguntó.
Annabelle bajó de la silla y lo miró fijamente.
—No me vas a matar
Thomas intercambio una mirada con su familia y río.
—Niña, no he desayunado y cuando no lo hago me enojo por todo. No es bueno matar sin haber desayunado.
—Que gran consejo, lo tomaré de ahora en adelante, no vaya a ser que mate a alguien y me caiga pesado por no haber desayunado— le sonrió.
Thomas se dio media vuelta y desefundo el arma apuntando a la chica, la sorpresa de Thomas fue que ella también portaba un arma y también lo apuntaba.
—Trae un arma— exclamó Arthur alterado.
—Que observador Arthur— murmuró Thomas y Annabelle no puedo evitar sonreír— Baja esa arma niña, no querrás lastimarte y vete de mi pop.
—Yo no me voy a ir hasta hablar contigo— negó Annabelle.
—Entonces tendré que matarte para que te vayas no solo de mi pop, si no también de este mundo.
Annabelle soltó una sonrisa.
—No matarías a tu pequeña hermana verdad Thomas Shelby— le contestó y Thomas la miro— Soy Annabelle Shelby.
Ada abrió sus ojos con sorpresa, Arthur se atraganto con la cerveza y Michael soltó el humo que había contenido en su boca.
