EPILOGO

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TRES AÑOS DESPUES

WHITEY

Mis ojos están fijos sobre el hombre que está frente a mi leyendo el manuscrito que le he entregado, el hombre hojea el documento y luego me mira.

—Peaky Blinders— me dice y yo asiento con la cabeza— ¿Tu historia trata de muerte?

Niego con la cabeza.

—No, trata de una familia que cuida, procura y sufre por las muertes que les rodean. No son malas personas.

—¿Quien es Annabelle?— me pregunta juntando las palmas de sus manos.

—Era la hermana menor de Thomas Shelby, murió hace tres años debido a un accidente.

—¿A un accidente de negocios?

—No— niego con la cabeza— Solo quería salvar a sus hermanos y lo logro. Desafortunadamente murió tras la explosión.

Me mira fijamente.

—¿Sabes quien eres?—me pregunta y yo frunzo el ceño, claro que se quien soy.

—¿Por qué me hace esa pregunta? Claro que se quien soy.

El hombre frente a mi hace una mueca.

—No entiendo su pregunta señor— niego con la cabeza.

El hombre suelta un suspiro sin dejarme de ver

—Creí que nuestro tratamiento iba bien Whitey, tres años aquí internado creí que te haría cambiar, recordar tu pasado y me has dado una historia ficticia de una banda en Birminham.

—No estoy mintiendo, yo los conozco, Thomas Shelby...

—Thomas Shelby no existe— me interrumpe el hombre— Ni el pop, ni William Changretta o su padre, ni la familia Shelby y mucho menos Annabelle.

—¡Claro que si existen! Ellos...

—¡Acabas de salir de un coma de tres años Whitey! Los Peaky Blinders son parte de tu imaginación, no existe una banda de mafiosos por las calles de Birminham liderando carreras clandestinas de caballos o metidos en problemas por territorio. Simplemente no existen.

Me quedo callado sin saber que más decir, mi médico Psiquiatra pasa una mano sobre su cabello y luego me mira.

—Es solo un sueño y tu sueño te hizo sentir en la realidad. No veo necesidad de que sigas, hoy mismo daré la orden para que firmen tu alta.

El médico se levanta y se aleja de mi, cierra la puerta y yo me quedo mirando la mesa blanca frente a mi. Minutos más tarde regresa con mis pertenencias, me pide que firme mi alta y una hora más tarde estoy fuera del hospital psiquiátrico sin saber que ha pasado con mi vida, frunzo el ceño al pensar que aquel sueño de tres años fue muy real, ellos eran reales.

Abandono el lugar adentrandome por las calles de la ciudad, la gente corre de un lado a otro al ser tarde para sus trabajos, camino sin rumbo adentrado en mis pensamientos hasta que mis pies se detienen involuntariamente y alzó mis ojos poco a poco, frente a mi, esta el pop de Thomas Shelby.

PEAKY BLINDERS | FEELING GOODDonde viven las historias. Descúbrelo ahora