26

547 44 3
                                    

El humo de cigarro golpeó el rostro de Whitey cuando entraron al pop de Thomas, el hombre estaba detrás de unas cartas jugando con Arthur.

—Sigo sin entender este juego—murmuró Arthur mirando de reojo a Michael quien observaba sus cartas.

Gina dejó sus tarjetas sobre la mesa, ganando, una vez más. Arthur frunció el ceño y dejó las tarjetas

—Odio este juego, odio perder—confesó el hombre.

Gina soltó una sonrisa y jalo sus monedas ganadas.

—Me gustan los juegos de adrenalina, como el juego de la pistola.

—¿Y eso como se juega? — preguntó Annabelle acercándose a su hermano junto con Whitey.

Arthur miró a los dos.

—Cargas dos pistolas con una bala y apuntas a tu oponente, quien logre disparar primero, gana.

—Eso suena peligroso— frunció el ceño Whitey.

—Y eso lo hace emocionante— señaló Arthur— Pero nunca quieren jugar conmigo.

Annabelle coloco un cigarro en su boca y lo encendió, tomó asiento frente a su hermano y sacó su arma dejándola sobre la mesa.

—Yo juego.

Arthur sonrió pero luego frunció el ceño.

—Oh no Bella, no quiero ponerte en peligro.

—Creo que temes estar en peligro— objeto Annabelle sacando las balas sobre la mesa y le sonrio, estiró el arma hacia Michael— Pon una bala en las dos pistolas.

Michael Grey miró a Arthur. El hombre asintió con la cabeza, Grey se dio media vuelta con las dos armas y coloco sólo una bala en el revolver, regresó dejando ambas pistolas en la mesa.

—¿Que ganaré? — preguntó Annabelle cargando el arma.

—Mi respeto y admiración.

—Y ese reloj— señaló la muñeca de Arthur, el hombre miró su reloj de oro.

—Pero aún no lo terminó de pagar...

—Lo terminaras de pagar pero si gano lo quiero.

Arthur asintió con la cabeza y soltó el humo del cigarro.

—Y yo quiero un poco de droga, la venden cerca de aquí y tengo pereza de ir a comprarla así que iras tu.

—Trato.

Ambos alzaron el arma señalándose, Arthur miró como detrás de Annabelle caminaba Thomas junto con Grace hacia ellos, ambos hablaban en voz baja y su hermano parecía preocupado. Ambos dispararon pero sólo sonó el click.

—¿Que hacen? — preguntó Thomas frunciendo el ceño.

—Apuestas...

Thomas miró en la mesa lo apostado, habían billetes y un reloj de oro.

—¿Por qué mi reloj está aquí?... —miró a ambos y al final a Arthur sabiendo que el lo había apostado.

—No lo perderé, siempre ganó en esto... —volvió a disparar pero no había bala, miró a Thomas— Confía en mí.

—La última vez que confíe en ti tuve que pagar una deuda tuya...

—Era una deuda tuya en realidad— señaló Arthur y Thomas parpadeo mirandolo— Pedí el dinero a tu nombre así que pagaste tu deuda.

Arthur volvió a jalar el gatillo sin disparar. Annabelle hizo lo mismo y luego, sintió como el gatillo se activaba y sonrió, Arthur volvió a disparar...

—A este paso siento que voy ganando— sonrió Arthur convencido.

Annabelle alzó el arma y la movió apuntando hacia un reloj que colgaba de la pared detrás de Arthur, disparo y el pop retumbó ante el disparo y la bala impacto rompiendo el reloj.

Thomas la miró y Annabelle le sonrió.

—Gane— jalo el reloj de Arthur, que en realidad era de Thomas.

—Maldita sea— murmuró Arthur y miró a Thomas quien lo miraba con un semblante serio— Recuperaré el reloj, la deje ganar para no hacerla sentir mal— le murmuró.

Thomas asintió con la cabeza.

—Si, claro— solto el hombre y dio media vuelta alejándose hacia la salida.

PEAKY BLINDERS | FEELING GOODDonde viven las historias. Descúbrelo ahora