PEAKY BLINDERS | FEELING GOOD

40

El teléfono de la casa comenzó a sonar, Ada dejo a su pequeño sobre la silla ordenandole que no bajara al piso o podía resbalar.

—Habla Ada Shelby ¿en que puedo servirle?

—Shelby— hablo una voz masculina del otro lado de la linea, Ada se quedó callada intentando descubrir de quien era la voz— ¿No me reconoces?

Ada fruncio el ceño.

—Mire, si no va a decirme nada importante me veré a la necesidad de colgarle...

—¿Como esta nuestro hijo Ada?— pregunto de nuevo el hombre.

Ada se quedó rígida ante la pregunta, cuando le avisaron a su hermano de su muerte ella pudo por fin respirar tranquila, enredarse con Luca Changretta y a parte tener un hijo nunca fue su plan.

—¿Que quieres?—le pregunto y miro de un lado a otro de la casa, comprobando que ninguno de sus hermanos estuviera cerca.

—Hablar, como la hermosa familia que somos ¿Como están mis hijos? Supe que William estuvo en tu casa ¿trataste bien a nuestro hijo verdad? Odiaría verme a la necesidad de decirle a Thomas nuestro secreto.

—Lo trate bien, también es mi hijo— miró de un lado a otro Ada y regreso su atención a la llamada— ¿Que quieres?

—Solo quiero dejarte un mensaje— le contesto el hombre— Dile a tus hermanos que tengo a Annabelle Shelby en mi poder, nos vemos a medio día de hoy en el desierto para hacer un trato por su vida, si les interesa aun.

Ada parpadeo ante ello.

—¿Tienes a mi hermana? ¿Que le hiciste? Te juro que si le haces algo yo....

—Tranquila cariño...— la interrumpió Lucas— No es mi intensión lo que tu crees. Dile a tu hermano el mensaje que te acabo de mandar, si quiere a su hermana con vida se reunirá conmigo, espero que asistas hace mucho que no nos vemos y podrías llevar a los niños.

Lucas colgó y Ada se quedó con las palabras en la boca, colgó el teléfono y se dio media vuelta ingresando al comedor de la casa en donde vio a Whitey observando la mesa de madera pensativo.

—¿Recuerdas la noche que nos conocimos y que no le diría nada a mi hermano por un favor tuyo?— le pregunto Ada.

Whitey recordó esa noche

—Por favor, no es lo que tu crees, puedo explicarlo.

Los ojos de la persona lo miraron fijamente.

—Lo siento, no me quedaré sin decir nada.

Paso al lado de Whitey y siguió su camino, el joven la observó marcharse, todo terminaría.

—Quiero arreglarlo, dame un oportunidad.

La silueta se detuvo y se giro a verlo.

—¿Encerio quieres arreglar para que no hable? — Whitey asintió con la cabeza— De acuerdo... — regresó caminando hacia el, sacó un cigarrillo de su saco color negro y lo encendio—Entonces, ya no serás aliado de la policía, serás el mio.

Whitey frunció el ceño.

—Pero tu... — comenzó a decir.

—A Thomas Shelby le darás el respeto y confianza que te ha ofrecído pero tu... — sus ojos cafés brillaron en la oscuridad— me ayudaras hacer un encargo, un favor por permanecer en silencio... — se acercó a él y soltó el humo de tabaco frente a Whitey— ¿Aceptas?

—Lo recuerdo perfectamente — contesto Whitey mirandola.

Ada soltó un suspiro.

—Es hora de que me ayudes.

***

—¿Mencionó algo más?— pregunto Thomas hacia Ada cuando le termino de contar sobre la llamada.

Claro que le había mencionado algo más. Le recordó ese dia que sus hijos también eran de Lucas Changretta y que si Thomas se enteraba de ello lo mataría por esa segunda razón, la primera era el saber que tenían a Annabelle.

—Solo eso, dice que podemos ir todos, al parecer nos quiere reunidos y quiere negociar contigo.

—¿Annabelle esta bien?— le pregunto Thomas.

—Si, eso me comentó. Nos cito a medio día en el desierto.

Thomas asientio con la cabeza.

—Bien— se giro hacia sus hermanos— Esta vez nadie se quedará en casa, no sabemos que plan tenga Changretta y no voy a arriesgar a nadie de la familia, llevaremos a los niños y ustedes se quedarán detrás de nosotros. Cargaremos toda clase de arma y no nos vamos a separar.

Thomas se aproximó hacia sus hermanos dándole órdenes de las tipos de armas que utilizarían.

—Tienes que decirselo— hablo Grace mirandola— Tienes que hacerlo antes de que el hable.

Ada entendió las palabras de la rubia, sabía a lo que se refería, miro a sus hijos que terminaban de desayunar y sintió el nerviosismo en su cuerpo, se giro hacia Whitey y le habló en voz baja.

— Cumple tu promesa Whitey, protege a mis hijos y yo cumpliré la mía.

Whitey asintió con la cabeza retomando su plan con Ada Shelby, después de todo en lo que estaba implicado no podía hacer un error, la seguridad a la que trabajaba había sido destruida y lo único que le quedaba eran los Peaky Blinders, personas que pensaba atrapar y destruir.

Ahora las cosas cambiaban, con su padre muerto y un lugar liderado por la mafia el debía tomar un bando y ya lo había escogido.