Capítulo 31 - Vive.

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Hans Wings.


En cuanto Caleb suspira, estoy cien por ciento seguro que le está buscando alguna solución a lo que le he contado con respecto a mi ex y su regreso.

–Debes hablar y ser honesto con mi hermana –le da una calada a su cigarrillo. –Aparte, gracias por contarme todo eso, así sabré como actuar delante de Julia si esa chica llega a pisar el pueblo.

–No quiero que Margot llegue a pasar incomodidad por mi ex –comento. –No es una persona muy agraciada y aun sabiendo que tu hermana es fuerte, sé que hay cosas que le bajan los ánimos.

–Ella es fuerte –voltea a verme, sonríe. –Al igual que Julia, también lo es –asiento. –Prometí cuidar a tu hermana, y aunque nos estamos acercando de a poco, es importante para mí y la protejo.

–Gracias, de verdad –una brisa fuerte logra que hojas de los arboles caigan al suelo. –Porque el pasado de Julia no fue muy agradable y lo menos que quiero es revivir todo eso.

–No lo permitiré –dice con ese tono hostil y fuerte. –No dejare que nadie dañe la paz que ella ha construido con mucho esfuerzo, no permitiré que Julia llegue atentar contra su vida nuevamente.

Y pienso en ese día, cuando la encontramos inconsciente y sin darnos una señal que nos dejara saber que estaba bien. Recuerdo la palidez tan notoria de su piel y como se iba quedando sin vida, recuerdo el llanto de papá y mamá, los gritos de auxilio de Tetsuo y el miedo que me tomaba desde lo pies.

Ella, mi ec no fue lo mejor que llego a mi vida, fue todo lo contrario, pero nada fue de ese modo desde el principio, ella fingía ser buena y agradable, pero es que, ella tiene ese carácter cruel y burlesco que la dejaba intimidar a las personas y mantenerlas alejadas. Estaba cegado, sí, yo lo estaba, y aunque siempre resulta que es lo contrario, que es el hombre quien ciega a la mujer con todo eso del amor, el hombre también puede pasar por algo similar y a mí me pasó.

–Escuche que tendrán una cita hoy –espabilo, y observo a Caleb. –La quiero en casa más tardar once de la noche –sonrio, este me mira fijo. –No bromeo, la quiero en casa a esa hora o si no, castigo de por vida.

–Bandith...

–Es mi bebé y eso no puedes cambiarlo, además, si papá no está, lo estoy yo, así que...

– ¡Bien, bien! Como tú digas –lanza la colilla de cigarro al suelo y la pisa, pasa a mi lado, no sin antes darme un par de palmadas en el hombro.

–Eres agradable Wings, no lo estropees.

–No lo haré, por décima vez, no lo haré.

Este se carcajea y se encamina a su coche, yo también hago lo mismo, nos damos una mirada fugaz, nos despedimos y cada uno sube a su respectivo medio de transporte.

En mi vida llegue a pensar que a la siguiente persona que le contaría acerca de mi ex, aparte de Naúm, seria Caleb Bandith, ese que hasta hace una semana era mi enemigo y ahora aparte de mi cuñado, es quien me ayudara un poco con mi trágico pasado y que aún me atormenta.

...

Julia Wings.

1, 2, 3, ¡Salto! Caigo en brazos de uno de los chicos del equipo de porristas y piso suelo firme.

– ¡Bien! ¡Es todo por hoy! –grita Brooke, todos internamente agradecemos. –Julia, necesito hablar contigo, quédate un momento –me mira fijo y levemente asiento.

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