Mia
Tras aquel fatídico día no volví a ir a los entrenamientos. Sabía que decepcionaría a muchos con mi decisión.
Pero no estoy preparada para ver a Ethan. Ya me cuesta mirar a mi madre a la cara, imagínate a él.
Además, tenía examen de Historia Contemporánea y las locuras de nuestro querido Napoleón no iban a estudiarse solas.
Tenía todos los subrayadores desperdigados por toda la cama. Como era obvio yo estaba sentada encima de esta. Tenía una de las hojas de mis apuntes en la mano y el resto junto a los subrayadores. Mientras tenía una parte del tema en la mano, apuntaba las fechas importantes en los márgenes con portaminas.
Al final me ha rentado no ir a entrenar. Porque no me sé una mierda.
Escuché unos pasos en la escalera y acto seguido un toque suave.
—¡Pasa!—el grito de Mía sonó desde el otro lado de la puerta.
Levantó la mirada de la hoja y me quedé mirando a quién había entrado.
¡¿Nao y Naomi?!
—¿Y esa carita? ¿Qué pasa? ¿Tienes examen de historia mañana y no has estudiado?—preguntó Nao en un tono lleno de maldad.
¡Tú te lo has buscado!
Y no le dije nada. Solo le lancé un subrayador directo a la cabeza.
Naomi lo agarró en el aire.
—¡¿Por qué has hecho eso?! ¡Se merecía el golpe en la cabeza!—grité, muy enfadada.
—Acéptalo Mía. Soy la favorita de Naomi.
IDIOTA.
—¡Cállate!
Naomi se cruzó de brazos.
—¡Ya está bien! ¿Cuántos años tenéis? ¿Cinco?
Nao negó con la cabeza.
—Tres.
—Nao.
—Dime.
Naomi la miró con su gesto más inquisitivo.
—Cuidadito con vacilarme.
—Jo. Sois unas aburridas las dos.
—Y tú una capulla—protestamos Naomi y yo a la vez.
—¡Eh! Que sea cierto no significa que tengáis que decirlo las dos tan convencidas, ¿vale?
Las dos la miramos con diversión.
—¿Y qué os trae por aquí?
Naomi carraspeó.
—Pues verás...
Se sentó junta a mí y me agarró de los hombros. Respiró hondo, como si aquello le diera fuerza.
—¡¿SE PUEDE SABER PORQUE HAS FALTADO AL ENTRENAMIENTO DE HOY?!
Nao se quedó boquiabierta.
—¿Naomi? Que mier...
Ella solo me chilló molesta mientras me zarandeaba. Era más bajita que yo, pero en aquel momento me resultó temible.
¡Piensa en algo! ¡Rápido!
—¡Sabes que estaba castigada!
Naomi frunció el ceño.
—¡Encima mentirosa! Tu madre nos ha contado que te ha levantado el castigo hoy. ¿Por qué no has venido?
Mierda...
—Yo...
—Mimi. Déjala, habrá tenido sus motivos para no venir.
Nao puso una de sus manos sobre el hombro de Naomi, intentando tranquilizarla. Ella reaccionó bien. Suspiró, intentando relajar sus emociones.
—Lo siento, Mía. Supongo que tendrás tus motivos.
—Me he... peleado con Ethan.
Naomi y Nao pusieron un gesto comprensivo en sus facciones.
—Te entendemos pero... Mía, los municipales están a la vuelta de la esquina. Te necesitamos—habló Naomi.
Nao asintió.
—Pero... no quiero tener que verlo, chicas.
—Tranquila. Puedo encargarme de mantenerlo a raya para que no tengas que interactuar mucho con él—dijo Nao con una sonrisa.
—Bueno...
—Vamos Mía. Te necesito. Eres mi mejor amiga, por favor. No es lo mismo jugar sin ti.
—Claro. Si no de quién me voy a reír cuando la cague—rió Nao.
Naomi y yo la asesinamos con la mirada.
—¡Joder ya está, lo pillo! Me odiáis pero, jodeeer, era una broma.
Naomi y yo estallamos en carcajadas. Tras el ataque de risa Naomi me miró con una sonrisa.
—¿Entonces qué nos dices? ¿Vendrás mañana al entrenamiento?—preguntó Naomi.
—Está bien... iré.
Nao y Naomi sonrieron.
—¿Te veremos mañana entonces?
—Sí. Allí estaré.
No quiero tener que enfrentar a Ethan. Pero si no queda otra lo haré. Y no iré a encararlo con la mirada gacha, eso no sería algo típico de mí.
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Fuera de juego, capitán (Capitanes #1)
Teen FictionEl pasado vuelve a la vida de Mia Sanders cuando su familia y ella regresan a su pueblo natal después de 12 años. Ethan Scott, el capitán del equipo de voleibol, resulta ser su amigo de la infancia. ¿Las personas pueden cambiar tanto? Mía solo sabe...