—¿Sabes que me confundes como nadie en este mundo?—habló Ethan, al ver que me acercaba.
A ver, raro ha sido. No te lo niego.
—¡Nunca dije que estar a mi lado fuera fácil, Ethan! Además, esto es urgente. No podría ocultártelo. Porque sé que tú también mereces saberlo—respondí cuando llegué hasta él.
—¿Se ha muerto alguien? Porque pareces muy seria.
Negué con la cabeza. Enrosque un mechón de mi pelo en mi dedo, nerviosa.
—Mi padre y Diana también...
—¿También... qué?
Reuní toda mi fuerza de voluntad, tomé aire intentando parecer tranquila y lo solté:
—Ethan, ellos son igual que mi madre y Dylan. También están juntos.
Soltó una risa desganada.
—Que graciosa, Sanders.
Ojalá fuese una broma.
Lo miré de forma amenazante.
—No es una broma, Ethan. Escuché a mi padre hablando con Diana. Saben lo de mi madre y tu padre y les da igual. Porque ellos también están juntos. ¿Lo entiendes? Nuestros padres se engañan a conciencia, nos mienten, fingen un matrimonio perfecto y nos alejan a ti y a mí...
Ethan se quedó sin aliento.
—Dime que es una broma. Por favor, Mia dime que es una broma. Mi madre no puede estar haciéndome también esto.
—Ethan, lo siento. Pero no puedo mentirte, es cierto. Pero estoy aquí para ayudarte a afrontarlo.
Me acerqué a él y con delicadeza lo abracé. Podía ser inestable a veces pero jamás dejaría que Ethan sufriera solo.
Solo nos queda sostenernos el uno al otro, al fin y al cabo.
—Estoy solo.
—Ethan, nunca estarás solo. Porque yo estoy aquí, ¿vale?
—Me odias porque te recuerdo a todas las cosas malas que nos están pasando.
Alcé mi mirada y susurré:
—Jamás podría odiarte, Ethan. Y menos por algo que no es tu culpa. Pero no quiero hacerte daño. Jamás me lo perdonaría.
—Sanders, estoy roto por dentro. Mi padre me odia, mi familia es una mentira, jamás cumpliré mi sueño y estoy cansado de que la chica a la que amo me evite por culpa de ser un idiota. ¿Crees en serio qué tu que me sostienes ahora mismo vas a hacerme algo malo?
—No lo sé. Solo sé que no volveré a evitarte y nunca más voy a dejarte solo. ¿De acuerdo?
—Espero que sepas cumplir tus promesas, Sanders.
Me separé de él y lo miré a los ojos.
—¿Tengo pinta de no hacerlo?
A él se le escapó una sonrisilla.
—Eres una idiota...
—Y tú un creído.
—Sabes que me amas.
—¿Lo sé?
Ethan se cruzó de brazos, molesto.
—¿Me amas o no?
—Daría la vida por ti. ¿Te basta esa respuesta?
—Solo si puedo grabarla.
Le di un puñetazo en el brazo.
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Fuera de juego, capitán (Capitanes #1)
Teen FictionEl pasado vuelve a la vida de Mia Sanders cuando su familia y ella regresan a su pueblo natal después de 12 años. Ethan Scott, el capitán del equipo de voleibol, resulta ser su amigo de la infancia. ¿Las personas pueden cambiar tanto? Mía solo sabe...