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Vicky busca novio

Grupo formado por Mia, Stella y Vicky.

Tres personas en línea.

Vicky: Holiiiii tía, x donde andas? Q tal el pueblo? Algun tío guapo?

Stella: Tú para que vas a sacar otro tema, oye. Ah y ponte el corrector. Me duelen los ojos.

Mia: Jajaja. He visto a uno algo gilipollas, pero bueno. Larga historia, nada importante

Vicky: STELLAAAAAAAAAAAAA. ESO HUELE A HISTORIA

Stella: Tía, ya estás contando.

Mia: Ya os he dicho que nada importante tias.

Vicky: Si incluye chicos es importante. Además, hace unss días q te has mudado y quiero saber si ya has ligadoooo

Mia: A ver... No he ligado. Creo

Vicky: COMOOOO Q CREOOO?

Stella: Vicky, no la asustes o te echo del grupo.

Vicky: Eres mala :(

Mia: Es que fue raro!

Vicky: Tiaaa porfiiiii

Stella: Vas a hacer que tenga que aguantarla así de pesada mañana?

Mia:

Vicky: MIAAAAA :(

Mia: VALEEEEE. Bueno pues paso qué...

El traqueteo de las vías del tren del día anterior me dejó atontada. No me apetecía ni los nuevos aires, ni nada de lo que mis padres me habían dicho. Lo pensé de camino a clase, perdida en los pasillos, como cuando era una niña pequeña y no sabía qué escaleras subir. Aunque ahora simplemente me perdía a través del pasillo, la verdad es que la sensación era exactamente la misma.

Salí corriendo en busca del aula pero no encontré nada. Y encima me comí el suelo.

Escuché una risita tras de mí.

¿Quién se cree el idiota que se está riendo? Uf que hostia le voy a dar.

En cuanto me di la vuelta la ira se transformó en sorpresa.

Pues es guapo, eh.

—Menudo golpe te has dado, ¿eh? Deberías tener más cuidado.

Lo miré a los ojos con despreció.

Menudo capullo.

Me levanté, recogiendo mi casi inexistente orgullo del suelo. Volví donde antes, sin saber siquiera muy bien qué hacer.

—¿No sabes llegar a tu clase?

Suspiré, evitando mirarle.

Qué tío más pesado, Dios.

—No, no sé. Soy de 1ºB de Bachillerato.

—Entonces supongo que ha sido cosa del destino que te encuentre. Yo te llevaré.

Casi vomité. Lo juro, tuve que contener una arcada.

Que coraje, joder.

—Yo no lo llamaría destino.

Pareció hacerle gracia mi tono, porque soltó una risita.

—Te has perdido. Además, no me suenas. ¿Eres nueva aquí en el pueblo? No creo haberte visto nunca. Me acordaría de ti. Te lo aseguro.

No vomites, Mia. No vomites.

—Llegué hace unos días.

Él asiente, interesado.

—Ya veo. ¿Y por qué?

—Nada muy interesante, vamos. A mi padre le han dado un trabajo aquí y es dónde se crió. Así que aquí estoy.

—Que afortunada. Yo llevo aquí metido toda mi vida.

Solté una risita por lo bajo.

Es un capullo. Pero a veces tiene su punto, eh.

—Yo me fui de aquí cuando era pequeña. La verdad es que apenas recordaba nada.

—Creo que te sobrara tiempo para recordar ahora que estás de vuelta.

Cuando terminó su frase se paró delante de un puñado de aulas.

—¿Es aquí?

Asintió y me miró a los ojos.

—Si te vuelves a perder, ya sabes. Buscame.

Sí, claro.

—Sí, sí. Te avisaré cuando no encuentre el baño—le contesté por lo bajo, viendo como se iba.

Vicky: SERA VERDAD.

Mia: Ya sabs que yo no soy de mentir tia

Vicky: STELLA QUE LA NIÑAAAA HA LIGADOO

Stella: Sé leer, Vicky.

Mia: No te motives Vicky. Era un capullo en serio

Vicky: Era guapo????

Mia: Ya te he dicho que si...

Vicky: HABERLE PREGUNTADO CMO SE LLAMABA TIAAAA

Stella: DEJA DE GRITAR.

Vicky: NO PUEDOOO

Mia: Ya sabia yo que me la ibais a montar. Pesadas...

Vicky: Nos cuentas si el guapo de los pasillos vuelve a aparecer eh.

Mia: Si si. Adios chicas

Mia ha abandonado la conversación.

Fuera de juego, capitán (Capitanes #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora