LA PREFERIDA DEL JEFE MAFIOSO

Capítulo 29 dejame en paz

Kian.

Estaba, muy largo, de donde se encontraban todos solo estaba, Chevy y yo, cuando sentí arder mi, sangre, mire a Damon cargarla en sus brazos, escuché sus gritos, traté de gritarle que la soltara, pero no escucho mire como la tiró, y también como la ola le dio un vuelco maldito Damon me la vas apagar.

Después, mire como la traía en sus brazos, y como ella se recostó en su pecho también como gritó, jamás había creído que ella, fuera una fierecía, y valor suficiente para enfrentarme.

— La tome, en mis brazos, y la lleve a dentro, después todo se detuvo cuando, ella beso, mis labios y recorrió, mi cuerpo con su mano, y más cuando toco mi pene, que traviesa resultó, ser oh si una erección notable, pudo sentir, en esa parte, sus besos en mi cuello, la bajé, suavemente y miré sus ojos, negros plateados,  que hermosa vista tengo.

Pero, se fue, al demonio, cuando ella salió recorriendo, oh que miro la segui a ver que le pasa, pero se encerró y justo en mi cuarto, oh que traviesa resulto ser aún más traviesa que lo que pensaba.

Toqué, con mis nudillos, ey voy a entrar dije sin tener respuesta, alguna volví a tocar. Abre la puerta por favor, si no entrarare estas advertida dije.

Cuando, toque, la cerradura que iba, pasar estaba  con el seguro, volví a tocar, abre la maldita puerta grité.  Déjame en paz quieres dijo ella del otro lado.

— Abre, la puerta, Lcuy dije enojada, si me tiene harto con sus cosas de niña, a veces parece ser una niña, oh simplemente asustada, ah que estúpido si eso dijo, que me iba deshacer de ella, no te haré daño solo abre la puerta necesito hablar contigo dije.

— No, váyase, déjeme descansar, usted lo que quiere es matarme verdad, por eso, me trajo- aquí, largo, de los demás, por favor déjeme, vivir a un solo tengo, 20 años me iré, de aquí donde usted no sepa nada, de mi por favor. La chica suplica del otro lado. Pues quien se creé que soy, Lucy digo, si es la segunda vez que la llamo por su nombre, en este momento.

Casi no, la llamo, por el nombre, de ella, me sale raro pero, si cuando la llamo a si me siento más formal.

— Puedes, abrir,la puerta, no te haré daño, si confía en mi. Ese es el problema, no confío en usted,  la chica suelta, diciendo casi en sollozando, oh si esta triste y es mi culpa me siento, una mierda, abre la puerta, y si no. ¿Y si no que?dice la chica del otro lado. Tiraré la puerta digo.

- Pues tendrá que hacerlo, porque no pienso, abrirle la puerta a mi agresor, oh agresor ¿que ella? Me dijo agresor si esta asustada. Lo haré dije, le di una patada, se la que voy a tirar, aunque tengo que pagar, por ella, le doy otra, y escucho los gritos de ella, me desespero más, y le soy otra, y la puerta se abre, la cerradura, se desprendió.

Miré,  a ella parada, en la puerta, asustada. No me mate por favor suplicaba, ella, la mire con el ceño fruncido, solo podía mirar que estaba,  asustada, y su voz era tan linda, su vestido lo tenía, la parte de arriba,  se le había soltado, un amarre, que tenía osea que lo tenía, solo sostenido de un lado, por favor dijo.

Me acerqué más, ella hecho pasos, atrás, y choco, contra la cama y calló,se arrastró hasta el cabecero, me dio risa, y me subí a la cama, si andaba descalzo y solo como un short playero, llegué,  cerca de ella, y sentí como su respiración estaba agitada.

?A caso piensas, que te haré daño? Dije, mirando sus hermosos ojos plateados, puso sus manos en mi pecho, y sentí esa electricidad recorrer mi cuerpo con un, simple toque de ella, que mierda, me pasa con ella.

Mire, sus piernas estaban, descubiertas, y podía mirar, su bikini, negro al igual que su sostén. No te mataré, no te haré daño, jamás lo haré te repito de nuevo, no debes porque temer dije mirando, sus piernas. ¿entonces porque esta aquí? Dijo. Tu me obligaste a venir aquí y que este justo aquí. Dije.

¿que soy, para usted? Ella pregunto, mire su rostro y sus ojos y sabia que ella me estaba  preguntando algo, que tenía que decirle. Una diosa. Dije, sonriente.

- Una diosa, dijo ella, me sonrió al igual, que yo me empujó a un lado, de la cama, y ella se subió encima de mi, oh no se sentó justo ahí, ella lo provocó, soy muy hombre, y lo único, que quiero, es hacerla mía es las ganas que tengo, de haces meses, cada vez que ella la tengo cerca, siempre me la deja dura, y ahorita, ella sigue, haciendo.

— Se mueve, un poco, y mi polla, Salta, debajo de ella. Digame de nuevo que soy diosa, implora ella. Estas borracha digo. No grita y se vuelve a mi mover, no lo estoy la borrachera se fue al demonio con, susto que me dio dice, se vuelve a mover, y ya no puedo, más, gimo, detente, dije no queras, que te folle ahorita, y estas condiciones ella suelta una sonrisa.

Sr Farina, ¿Me está rechazando?
Pregunta, ella, si es así me bajo de aquí, y no vuelvo, a dejar ni se me acerque lo tomare, como un Déjame en paz, no me gustan las tímidas. Eso le dije, hace unas noches atrás vaya que tiene, buena memoria. Y no haré, que ella, se baje, eso jamás la deseo tanto, pero no la quiero, un rato no quiero que nadie la toque nunca más.

Acarició, su mejilla, rojas, si te  hago, mía, tendrás que, ser sola mia y de nadie más, dije. Ella se tiró un risa, que si verdad, me gustó. No, yo, no soy de nadie dijo con sarcasmo.

Quieres ver si no, dije, a tire a la cama, y de jalón, quite su vestido,  la mire solo con su traje de baño, si eres una, diosa dije, mírate, que hermosa eres, me encantan, y besé, su abdomen plano, oh si ella, es dilema, un poema su cuerpo es exquisito, subí a su pechos, mmmm, Lucy dije, gemido, ella me detuvo, nada de Lucy, soy diosa tu diosa, dijo.

Mi diosa, dije y desprendi, su sostén, y pude mirar esos dos volcanes gigantes,  ante mis ojos, te dije, que eres una diosa, dije. Y usted mi dios dijo ella. Diosa, puedes dejar de decirme usted estoy me estas volviendo loco dije, ella se hecho una risa, y giro mi cuerpo y quedo encima mío.

Si tu dios dije, y comenzé a acariciar sus senos, ella entre cerro sus ojos, amo tus manos, la miré a sus ojos esos ojos plateados. ¿SOLO ESO? pregunté. Su cuerpo, sus ojos azules, esos labios, dijo ella llevando los suyos a los míos, comenzó a besarme, locamente, y se movía encima,  de mi short, sigue así diosa, susurre en su oído mientras, seguí besando su cuello, llegue a sus senos, son duros y firmes, diosa tienes unos lindos y deliciosos cebos dije. Bajo su mano, a mi short lo quitó,   y quedé solo en bóxer, acarició mi erección con sus, manos, ahora soy yo quien ama, tus manos dije. Así, dijo con algo de picardía, ¿Es grande? Dijo ella, ¿me lo preguntas o me afirmas que ya si dije? ¿Y lo que usted acaba de decir? es pregunta, oh diosa cállate, me estas matando dije. Porque es grande volvip decir. Me limité a sonreír, la hora y quedé, justo, encima de ella, comenzó a besar sus labios, y separe sus piernas me metiéndome entre sus piernas, roce mi pene, con su vagina, oh si estás bien deliciosa dije.

En un momento, ella, se dio vuelta, levantándose justo de bajo de mi, y hizo a un lado tomo su vestido y la mire confundido, ¿que haces?dije.

Ella, ladeo su cabeza, no es el momento jefe, no bromees dije, no puedes hacerme esto, mirame, apunte mi notable erección, oh lo siento, para eso existen las manos, dijo oh más bien, en playa, esta aquella rubia, por que no le pide a ella, que le ayude con su problema.

Ah conque ahí, va la cosa.
Cree que me voy, acostar con usted, después que dejó plantada en la playa, para irse, con ella. Dijo y se retiró.

Oh claro, ella está celosa, si por que no pa había notado.