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Miyoung llegó a su casa luego de todo que ocurrió anteriormente en las afueras. Jeno quiso pasar a la casa de Miyoung solo para explicar que había sucedido en caso de que Miyoung no pudiera, o, simplemente no tenías las agallas de hacerlo.

De todos modos la chica le hizo saber a Jeno que contaría todo.

Obviamente sin el hecho de que, Miyoung no pudo decir la verdad gracias un sujeto de 20 años con nombre y apellido: Hong Jungmin.

— Hija, ¿que te pasa? —preguntó su padre al ver los ojos rojos de la fémina.

— ¿Y mamá? —su voz salió apagada, cosa que agradeció porque quería contarles todo y llorar como Magdalena.

— Bañándose, ¿por?

— Cuando termine les contaré lo que sucedió.

Su padre asintió y a los minutos su madre apareció con una bata con diseños de Daisy, la hermana o novia del pato Donald. Cortesía de una paciente pequeña por el día de las madres.

— Ya estoy aquí, ¿qué pasó, mi cielito? —preguntó Haneul a su hija.

Ella suspiró y cuando pretendió contarlo, lloró como Magdalena asustando a sus padres.

Había terminado de llorar y luego contó lo que sucedió a lo que ellos también lloraron —cosa que le pareció graciosa—, y ahora la familia Shin se encuentra comiendo helado de chocolate y viendo videos de conejos tiernos a petición de la Shin más p...

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Había terminado de llorar y luego contó lo que sucedió a lo que ellos también lloraron —cosa que le pareció graciosa—, y ahora la familia Shin se encuentra comiendo helado de chocolate y viendo videos de conejos tiernos a petición de la Shin más pequeña.

— Espero que no te lo vuelvas a encontrar... bastardo desgraciado —farfulló su padre antes de llevar la mitad de la cuchara helado de chocolate a su boca.

— Ojalá sea así, Hongseok —respondió su madre—, ojalá...

— Ya... ya no hablen de él, ¿si? —pidió Miyoung. No tenía ánimos y si seguía recordándolo irá mucho peor.

— ¿Como te lo encontraste? —preguntó su padre.

— ¡Shin Hongseok! —regañó Haneul mientras que Miyoung rodó los ojos.

— Papá, me lo encontré con Jeno mientras paseábamos y ya... —rodó los ojos Miyoung—. Te lo he dicho más de tres veces.

— Esta es la octava vez que se lo dices —específico su madre—, pero es verdad.

— Hablaré con Jeno para darle las gracias... o cuando venga —habló su padre—. Ayudó a mi hija con ese maldito...

Si madre asintió en respuesta: —Es verdad hija. También agradecerle que haya entiendo todo el culebrón que hiciste y que haya entendido que lo hiciste sin malas intenciones.

A Miyoung se le bajó la presión y le volvió a subir en ese momento.

Ay mami, si superas que no le he dicho nada...

𝗕𝗔𝗗 𝗥𝗘𝗣𝗨𝗧𝗔𝗧𝗜𝗢𝗡 ♒︎ 𝗟.𝗝.𝗡.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora