𝐋𝖆 𝐒𝖔𝖒𝖇𝖗𝖆 𝐃𝖊 𝐋𝖆 𝐋𝖚𝖓𝖆 [𝐈𝐈] - 𝐍𝐀𝐌𝐆𝐈

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Llegaron en la puesta de sol. Yoongi detuvo a Namjoon para que lo bajara del lomo, había cargado con él en pequeños trayectos donde el omega se cansaba. Llevaba consigo solo la bolsa, las dos maletas Namjoon las envió a casa de Taehyung por el momento. Yoongi observo el lugar, la primera vez que estuvo ahí no llego consiente. El lugar no le traía agradables recuerdos, aun así, admitió que era un lugar bonito. La nieve ya no estaba y se podía ver un verde agradable en el suelo.

Cuando recordó la presencia de Namjoon, lo vio parado junto a él en su forma humana. Con un mano en su espalda el alfa lo guio a una de las casetas de la aldea. Saludaron a Namjoon con una reverencia respetuosa sin dejar de verse demandantes. Se pego más al costado de Namjoon por instinto.

—Por fin apareces —un hombre joven a diferencia de los demás salió de la pequeña cabaña.

El chico de cabellos cobrizos tenía un semblante serio casi inexpresivo, Yoongi diviso una pequeña sombra de molestia.

—Que seas el líder no te da derecho a desaparecer sin aviso —reprocho el mismo chico mientras se acercaba a ellos.

Namjoon desvió la mirada y gruño bajo, solo Yoongi lo escucho. Esa era una de las situaciones que el alfa tenía que aguantar, que intentaran tenerlo vigilado siempre queriendo tener el control de sus movimientos.

—Convoca a una reunión de consejo, ahora mismo —ordeno Namjoon.

—Yo te conozco —el chico fijo la mirada en Yoongi ignorando totalmente a Namjoon —eres aquel omega que trajo...

Namjoon se puso frente al alfa para que detuviera el paso y cubriendo a Yoongi.

—Te dije ahora mismo —gruño sin ocultarlo.

El chico lo miro confundido como si no supiera que estaba ahí, siendo que el mismo le estuvo hablando. Dio dos pasos atrás, saco la radio de su bolsillo y comenzo a pasar el recado. Al ver que su orden era acatada se dispuso a seguir el camino con Yoongi por delante, el chico que resultaba ser un alfa no le despego la mirada a Yoongi lo cual le molesto a Namjoon, lo miro amanzánate y el alfa dejo de verlos y continúo hablando por la radio.

—Nos está siguiendo —Yoongi vio por encima del hombro al escuchar pasos detrás de ellos.

Namjoon giro la cabeza sin disimulo, no lo escucho venir, como siempre.

—Es el lugarteniente. Su nombre es Chan Eunwoo —comento.

Apresuro el paso a la casa principal.

La gente los miraba y daba reverencias. Mientras Yoongi se sentía cohibido por tener la atención encima, Namjoon mantenía fija la mirada en el camino. Ya sabía que nadie estaba conforme con su liderazgo y al igual que en la manada del sur, esas reverencias que deberían de ser por respeto no tenían nada de valor.

Vio al alfa abrir la puerta y déjalo pasar. La casa de estilo rustico estaba hecha de ladrillo, la mayoría de las casas de alrededor estaban hechas de madera y ladrillos predominando la madera, en esta era lo contrario. Las paredes eran de un color hueso y los muebles lucían algo gastados. La iluminación era buena gracias a las grandes ventanas.

—Es bonita —dejo la bolsa en el suelo.

—Puedes hacerle lo que tú quieras —comento Namjoon sin mucho interés. Se dirigió al sofa y se sentó —no soy fan de los muebles, son demasiado viejos.

Yoongi se sentó a su lado, no era nada cómodo, pudo sentir la madera debajo del relleno.

—Deberíamos de comprar una sala —susurro Yoongi aun removiéndose para encontrar una parte acolchonada —Dime que al menos la cama tiene relleno —lo miro preocupado.

—Sobre eso —Namjoon lo pensó —duermo en el piso.

—¡Estás loco! —casi grito, su rostro de espanto lo decía todo.

Namjoon rio, alzo una mano y le despeino el cabello. Yoongi alejo la mano e hizo un puchero molesto.

—No es gracioso —murmuro Yoongi —la casa parece estar en buenas condiciones, pero los muebles no dan para más.

—Tranquilo, tenemos una suave cama —se acercó más al omega, lo atrajo a él alejándolo del pequeño relleno en buen estado que encontró, mas Yoongi no se quejó al ser abrazado por su alfa —podras dormir cómodo —le susurro cerca de los labios sin tocarlos, Yoongi lo miro expectante, Namjoon se movió a su oído —entre otras cosas.

Esta vez Namjoon le mordió el lóbulo haciéndolo jadear. Una mano se coló dentro de su blusa y otra fue a dar a su trasero. Yoongi gimió ante los agarres posesivos.

—Ahora eres un pervertido —susurro contra los labios del alfa, este rio divertido sin alejarse.

—Eres mi esposo ¿No puedo?

Antes de que Yoongi tuviera oportunidad de contestar, una voz lo hizo.

—No frente a mis ojos.

Yoongi y Namjoon se miraron asustados, se levantaron de inmediato separándose. Voltearon a ver la causa del susto encontrando aun omega que comía pacíficamente uvas en un vaso. Yoongi trago seco para poder hablar.

—Jin ¿Qué haces aquí?

—Aquí vivo —el omega se encogió de hombros. Su rostro se volvió triste.

Yoongi se giró para ver al alfa, levanto las manos al aire con las palmas hacia arriba como buscando una explicación.

—Jungkook me pidió que lo dejara quedarse —explico breve el alfa.

—No me quiere cerca —Jin suspiro, se hecho a la boca la última uva —me detesta.

Aun con la mirada en el vaso se podía ver como sus ojos se cristalizaron, le costó pasarse la uva por el nudo en la garganta. Los brazos de Yoongi lo rodearon en un reconfortante abrazo, uno que necesitaba y nadie le habían dado en el último año y medio. Sin soltar el vaso se aferró a Yoongi, lloro libremente.

—Ya no llores, no lo vale —le acaricio el cabello con delicadeza.

Los golpes a la puerta rompieron el momento. Namjoon se acercó a la puerta, pero no la abrió.

—Jin ve a tu habitación, por favor —lo miro.

Los omegas rompieron el abrazo, Jin se limpió las lágrimas con la palma de su mano.

—¿Qué van a hacer? —Jin interrogo interesado.

—Sube, por favor —volvió a pedir el alfa.

Miro a Yoongi y este asintió con la cabeza, no hicieron falta más palabras. Confundido subió las escaleras y desapareció por el pasillo. Por su parte Yoongi tenía muchas preguntas por hacer que debían esperar.

Namjoon respiro hondo y abrió la puerta. Un grupo de seis hombres se encontraban parados a la espera. El alfa se apartó dejándolos pasar. Reconoció al chico de antes, el lugarteniente. El chico de cabellos cobrizos lo miraba con intriga, seguramente preguntándose qué hacia el ahí. Yoongi se sintió pequeño, quería desaparecer, las miradas de los cambia-formas siempre se sentían diferentes.

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