𝐋𝖆 𝐒𝖔𝖒𝖇𝖗𝖆 𝐃𝖊 𝐋𝖆 𝐋𝖚𝖓𝖆 [𝐈𝐈] - 𝐍𝐀𝐌𝐆𝐈

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La ceremonia al ser algo simbólico darían sus votos frente a los demás, sin embargo, los demás consistían en 9 personas: Jae beom, Jackson, Bambam, Jennie, Yugyeom, Jin, Taehyung, Hoseok y Jungkook. Se encontraba sentados en las primeras filas de las varías que había.

Namjoon se veía molesto y triste, Yoongi sabía que eso pasaría mas no dejo de estar decepcionado. La ilusión del alfa por la presentación era contagiosa, sin darse cuenta se ilusión.

—Les ordenare que vengan —dijo Namjoon en tono neutro.

Yoongi lo detuvo tomándolo de los hombros. Le sonrió sinceramente y habló.

—Está bien. Están las personas que nos apoyan —aunque bien sabían que unos tenían opiniones contrarias como Jennie, Yugyeom, BamBam y Jungkook, a pesar de aquello se encontraban ahí —es lo que importa.

—Pero ellos deben...

—No los obliguemos ¿recuerdas? —le acarició la mejilla con ternura —será peor, tendrán resentimiento y seremos como Mark y Young Jae.

Namjoon dejo caer los hombros con pesadez, le resultaba frustrante estar en tales términos con la manada.

—Si yo fuera como ustedes, sería más fácil —comentó Yoongi cabizbajo.

—No importa si eres un cambia-formas o no —ahora Namjoon lo tomo de las mejillas —somos iguales, nadie es más y nadie es menos. Somos dos personas que se aman y luchan por estar juntos.

—Ya estamos juntos Namjoon, nuestro amor es lo suficientemente fuerte por lo que nadie nos podrá separar —aseguró Yoongi con voz temblorosa por la sensibilidad.

Las emociones estaban a flor de piel, Jin se aferraba al brazo de Taehyung con un nudo en la garganta, quería un amor como el que veía ante sus ojos. Merecía una persona dispuesta a luchar a su lado y esa persona no estaba ahí.

Por la mejilla de Namjoon y Yoongi corrió una lágrima a la vez como si fueran uno, se miraron sonriendo dándose cuenta de algo que ya sabían y era que no importaba la aceptación de los demás cuando tenían la suya, se aceptaban el uno al otro sin importar sus orígenes. Se amaban tal cual eran.

Apunto de comenzar los votos cuatro personas llegaron. La familia Chan recibió la atención de todos.

—No me digan que iban a empezar sin nosotros —dijo el Sr. Chan alegré.

Alegría que a Yoongi no le gusto, menos a Namjoon.
La señora Chan sonreía a lado de su marido con superioridad, los hermanos lucían aburridos dando a entender que estaban en contra de su voluntad.
Nadie respondió al comentario. Los recién llegados tomaron asiento entendiendo que serían ignorados.

Prosiguieron a iniciar con los votos matrimoniales. Taehyung le entregó el primer anillo a Namjoon, un diseño liso, sencillo y lindo. Con los nervios de punta hizo memoria de las palabras que había memorizado, recordó las palabras dichas el día en que le propuso matrimonio. Tomó las manos de Yoongi entre sus manos.

—Me conociste por accidente, no importó cuanto me escondiera me encontrarte, me aceptaste como amigo y cuando te defraude me perdonaste, me demostraste ser una persona realmente hermosa. Cometí errores que aún lamento y seguiré lamentando. Dijiste que debía olvidarlo, pero no debo hacerlo, de esa manera recordaré lo feliz que debo hacerte porque no quiero volver a dañarte. Te prometo amarte por el resto de mi vida, valorarte y respetarte. Te di un collar como propuesta, este día agregó un anillo como símbolo de mi amor y promesas. No importan las adversidades que el mundo nos quiera poner, prometo que, en esta vida que nos espera juntos, estaré siempre a tu lado, siempre. Te amo Yoongi, amor mío —finalizo con los ojos llenos de amor y una sonrisa infinita.

Yoongi sonrió de la misma manera y prosiguió a dar sus votos.

—Cuando te conocí creí que me había vuelto loco y resultó que me enamoré locamente de ti, dispuesto a todo, daría mi vida por ti, olvide el pasado para ser feliz a tu lado. Enfrentamos al mundo con miedo, pero con seguridad de nuestro amor. No importa si el mundo está en nuestra contra, porque no necesitamos grandes cosas, porque yo sólo necesito que tú estés a mi lado para ser feliz. Acepta este anillo como muestra de que nuestro amor es más grande que el mal que nos rodea. Te amo Namjoon, amor mío —dio fin al discurso.

—Te amaré hasta mi último aliento —agregó Namjoon.

—Te amaré hasta mi última noche —respondió Yoongi.

—Te amaré hasta la muerte —musitaron juntos.

Sellaron con un beso su más reciente pactó con la esperanza de que fuera duradero por largo tiempo. Las personas a su alrededor aplaudieron emocionadas, alegré y otros no tanto. Más lejos del lugar las miradas ocultas fueron testigos de una promesa de amor sincero, las dudas cayeron en ellos como una repentina lluvia de verano, fresca pero fría.

La comida tuvo lugar ahí mismo. La pareja se volvió nostálgica de un momento a otro al terminar la comida. La compañía era grata, sin embargo, existían vacíos en sus corazones.

—Quisieras que tu familia estuviera aquí —aseguró Namjoon, tomo la mano de su esposo por debajo de la mesa.

—Desearía que estuvieran felices como lo estoy yo —dijo con nostalgia. Miro al alfa, llevo una mano a la mejilla de este acariciando la piel lisa —también quisiera que Jimin estuviera aquí —Namjoon sonrió con anhelo.

—Seguramente estaría haciendo un escándalo de la emoción —río bajito.

Yoongi le sonrió comprensivo, no había palabras para sanar la herida de pérdida que dejó Jimin. En cambio, su familia estaba a un vuelo de distancia, pronto tendría que hablarles a sus padres sobre Namjoon.

—Hay que hacer un brindes —el Sr. Chan se levantó de su silla. Los invitados lo miraron con seriedad, pero luego asintieron levantándose y con ellos sus copas —brindo por la felicidad de nuestro líder junto a su luna.

—¡Por nuestra luna! —gritó Eunwoo mirando a su padre.

A el alfa le dio un tic al escuchar a su hijo, trago seco y habló.

—Por nuestra luna —dijo animado el Sr. Chan.

El resto de los presentes brindo igualmente por Yoongi, llamándolo luna, sin embargo, Yoongi sabía que no era la luna de ellos quienes pertenecían a otra manada, por lo que no era de ellos ni de nadie. La que debía ser su manada le daba la espalda.

Yoongi respingo al sentir su pantalón ser jalado. La pequeña Jia le saludo con su pequeña mano.

—Quiero pastel —señalo el gran pastel detrás de ellos.

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