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He recorrido un largo camino para verte
Sabias que era un camino difícil, pero camine de todos modos
Volé por ti
No podía ver mi corazón incluso cuando cerraba los ojos
Pero ahora que has venido a mi
Porque te amo, boy
Ven a mi lado
Porque te necesito, boy
Te extraño incluso en mis sueños
Recuerda que te amo, boy
Incluso si no te puedo ver otra vez



La habitación era linda. Era una sencilla, con una sala-comedor-cocina, un baño y una recamara con una cama, buro y ropero. La vista de la ventana era la ciudad transitada, nada que ver con el verde del bosque y aún era Bonita.

Se dieron un baño por separado y pidieron servicio al cuarto. Se sentía irreal pensar en que era su primera comida como esposos. Parecían estar en las nubes, lejos de lo que los separaba e impedía estar felices. Un fugaz pensamiento paso por la cabeza del omega, quizás, solo quizás ¿No cabía la posibilidad de permanecer así?

Pero no. Debía pensar en el alfa. Namjoon apareció detrás de él abrazándolo por la cintura, el alfa tuvo que atender una llamada casi después de terminar la cena, le dijo que se tardaría así que se fue poner la pijama y lavarse los dientes y ahora estaba mirando por la ventana. El alfa ya tenía también su ropa de dormir que consistía en un short.

—Vamos a estar bien —el alfa recargo la barbilla en el hombro del omega.

Decidió abrir su mente para él. Le asustaba lo que se venía por delante y quería expresarlo.

—Estoy bien si estoy contigo, lo sabes —susurró Yoongi. No quería llorar, hoy no.

—No nos separaran —aseguro Namjoon.

—Tengo mucho miedo de cómo lo tomarán ¿Y sí... nos lastiman? —las palabras no querían salir de su boca, su voz temblaba.

—No lo permitiré —giro al omega para quedar de frente —te protegeré de quien sea, lo prometí al casarnos. Eres mi esposo, mi destinado, el amor de mi vida, mi mundo —le deposito un beso en la frente. Yoongi se sintió cálido, sonriendo con añoranza.

—Mi alfa —lo beso.

Era un beso lento, quería que durara. Las manos de Namjoon comenzaron a viajar sin dirección fija, subieron a la espalada del omega acariciándola con fervor, era suave y eso descolocaba al rubio. Yoongi hizo lo mismo acariciándole primero los brazos, el pecho y terminado en la espalda. Namjoon rompió el beso bajando al cuello blanquecino quería adornarlo con marcas, en especial una. Yoongi soltaba pequeños jadeos que le sorprendieron, sentir no solo los labios ajenos si no una lengua recorrer su piel mordiendo, lamiendo y succionando dejando rastro, lo estaba volviendo loco y quería más.

—Namjoon —nombro soltando un gemido al sentir una mano en su trasero.

El alfa con agilidad lo cargo y lo guio a la cama que estaba a menos de un metro de distancia, no dejo de besarlo ni de tocarlo. Le gustaba la manera en que lo hacía, podía sentir como Namjoon luchaba con su autocontrol para no ser tosco y seguir siendo suave y sutil, eso le encendió más. Estaba cuidando de él, atesorándolo, demostrándole su amor sincero y verdadero.

El alfa se sentó a la orilla de la cama con él en su regazo, volvió a besar sus labios para saciar el deseo. Se separaron solo cuando el alfa le quito la camisa, hasta ahora lo toco por encima de la ropa. Era primavera por lo que el contacto de las manos con su piel fue cálido.

—Eres hermoso —el rubor le subió a las mejillas. Namjoon lo miraba con la misma devoción de cuando se conocieron, noto el ligero tono amarrillo en los ojos cafés, tenían un destello.

𝐋𝖆 𝐒𝖔𝖒𝖇𝖗𝖆 𝐃𝖊 𝐋𝖆 𝐋𝖚𝖓𝖆 [𝐈𝐈] - 𝐍𝐀𝐌𝐆𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora