𝐋𝖆 𝐒𝖔𝖒𝖇𝖗𝖆 𝐃𝖊 𝐋𝖆 𝐋𝖚𝖓𝖆 [𝐈𝐈] - 𝐍𝐀𝐌𝐆𝐈

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Namjoon llegó al tercer día de haberse ido, tomar los atajos de la ciudad era fácil y practico, debía recomendarle a Jungkook hacerlo con tantas veces que rondaba la manada del sureste. Durante el camino se encargó de un par de cosas, tuvo tiempo suficiente para un pequeño plan que ideo.

Llego demasiado noche a la aldea, las luces de las casas estaban apagadas y no había bullicio. Entro en silencio a la casa para no despertar a los omegas. Al entrar a la habitación se movió casi de puntillas para no despertar a su esposo.

Cuando estuvo listo se adentró a la cama, recostándose cerca de Yoongi. Instintivamente la naricilla del omega se removió pegándose a su pecho, los brazos del omega se enroscaron en él. En ningún momento Yoongi pareció despertar, feliz de estar en casa correspondió el abrazo y se dejó dormir, el viaje apresurado lo dejo agotado.

Despertó con un par de ojos iluminados y una sonrisa amplia. Yoongi estaba encimado en el esperando a que despertara. Adormilado le dio un beso corto en los labios. Yoongi se dejó caer envolviéndolo en un abrazo fuerte.

—Te extrañe —repartió besos en el cuello del alfa.

—Yo también —descanso ambas manos alrededor de la cintura del omega.

Permanecieron así un rato. Un llamado a la puerta les rompió la burbuja.

—El desayuno está listo —les aviso Jin al otro lado de la puerta.

El omega no esperaba respuesta, lo escucharon alejarse. Se cambiaron y lavaron el rostro para bajar, no queriendo hacer esperar al omega.

Ver el desayudo servido les abrió el apetito, comieron hablando de los programas que Jin veía en la televisión. Namjoon no creía buena idea hablar de Jungkook en el momento.

—Namjoon, tengo que decirte algo —Hablo Jin una vez que terminaron de comer.

—¿Qué sucede? —le dio toda su atención.

—Hay algo que no te dije sobre la visita al hospital —Jin mantenía la mirada baja, temiendo de la reacción del alfa —estoy esperando un hijo de tu hermano —hablo lento y bajo.

Namjoon giro a ver a Yoongi, no era una noticia nueva. Yoongi sonrió y lo invito a hacer lo mismo. Forzó una sonrisa para hablar, pero no sentía que fuera correcto fingir sorpresa.

—Yo también tengo algo que decirte Jin. Puedes mirarme, no estoy ni cerca de estar enojado —dijo suave para que el omega le creyera.

—¿Enserio? —Jin levanto el rostro —te lo oculte.

—En realidad lo supe al llegar a casa ese mismo día. Como tu guardián me pidieron información y por correo me enviaron la prueba de embarazo —confeso apenado. Entrelazo las manos sobre la mesa —quería darte el tiempo de estar listo para decirlo, no es fácil por tu situación con Jungkook. Lamento no haberte protegido, debí estar más pendiente de ti —ahora fue el quien bajo la cabeza.