*imagina el banner aquí porque a la estúpida de Perla se le olvidó hacerlo... otra vez. Que alguien le pegue a esa chica, por favor*
¿YO JULIETA?
FLANAGAN
La semana de clases antes de las vacaciones de invierno había transcurrido demasiado rápido. Carter no se había perdido más ensayos y nos mantenía informados sobre Alaia. Estaba cansado, podía notarlo en sus hombros caídos y las intrusas ojeras en sus ojos. Le hice la tarea durante ese tiempo.
Y el día de la obra, el mundo siguió girando, indiferente a la muerte. Indiferente incluso a la vida.
Me moví entre la gente después de haber metido mi mochila en el casillero, conservando solo la cámara sobre mi cuello. Cara me había pedido que sacara fotos de la obra. Estaba histérica. Toda la gente aquel día lo estaba. Y había muchas más personas de lo que hubo nunca.
Padres eran los que ahora abarrotaban los pasillos del instituto, algunos egresados que se detenían a mirar los afiches en las paredes y soltaban carcajadas recordando los ayeres. Después de todo, los padres tenían que ver a sus bendiciones en acción, ¿no?
—¡Flan! —alguien me gritó en el oído y luego me arrojó a los casilleros.
—¡Yo no fui! —intenté defenderme haciéndome bolita, como siempre, hasta que me di cuenta de quién se trataba.
Traly me observaba con expresión ansiosa.
—¿Dónde está tu novia?
—¿Angelina Jolie?
Apretó mi camisa entre sus manos y arrugó la frente.
—No estoy jugando, esto es serio, Flanagan —me soltó solo para tocarse la frente con dramatismo y poner expresión compungida—. Debería estar en camerinos, poniéndose su vestuario, ¡pero no está por ningún lado!
Se volvió a girar en mi dirección y tuve que cerrar los ojos con fuerza cuando volvió a empujarme a los casilleros.
—Tienes que encontrarla.
—No entiendo nada de lo que dices. —Mentía, sabía muy bien de quién estaba hablando—. ¿A quién debo encontrar?
—¡A Fern! —gritó, perdiendo la paciencia, para después señalarme con un dedo, amenazante—. Cuando la encuentres llévala al teatro.
—Pero...
Me soltó y he intentó alejarse, sin embargo, logré retenerla del brazo.
—¿Aún seguirás ignorándome?
Hizo una mueca incómoda y se sacudió para que la soltara. Lo hice, aunque temía que se fuera, podía ver en su rostro las ganas que tenía de darse la vuelta y alejarse.
—No estoy ignorándote.
—Claro que sí, lo haces.
Soltó un resoplido que hizo volar el cabello rubio que le cubría el rostro.
—No quiero hablar de eso, Flanagan. Ya te dije lo que tenías derecho a saber, no quiero hablar más...
—Está bien —acepté de manera sincera—. No quiero que me digas nada si tú no quieres. No quiero que te sientas obligada a contarme nada. Solo... No quiero que sigamos enojados o... lo que sea que estemos. Eres mi amiga.
Sus ojos, de un momento a otro, se volvieron cristalinos.
—No estoy molesta contigo, creí que... —Sorbió por la nariz antes de seguir hablando—. Creí que tú estabas molesto.
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¿Y si somos Romeo y Julieta? ✔️ [Completa]
RomanceLos apellidos McCann y Rousseau no combinaban. Nunca lo hicieron. Al igual que Capuleto y Montesco. Él no tenía en sus planes compartir asiento con la persona a quien más le temía y tenía ordenes estrictas de alejarse. Ella, por otro lado, era de e...