Cuando, donde y como el amor quiera

Capítulo 30. Perdida en ti

Estudio de fotografía – Sesión de Victoria Secret

- Elena, ¿cómo estás? – a Luisita no la sorprendía ver a su exnovia por ahí

- Bien, aunque no también como tú parece – Luisita también sabía que se iba a tener que aguantar los ataques de la modelo – Lo conseguiste, tienes al lingote de oro entre tus manos – provocó refiriéndose a Amelia

- No todo en la vida es dinero Elena – la paró en seco – Mira… se que las cosas no salieron como querías, pero espero que podamos hacer cada una nuestro trabajo sin problemas. Pediste millones de cosas que ni la mismísima Adriana Lima exigió y te las concedí. Simplemente quiero que las fotos salgan geniales – la rubia levantaba la bandera blanca, no podía dejar que su ex arruinara la sesión

- Oye, yo sólo quería saludarte – se defendía – Después de todo pasamos buenos momentos juntas, ¿o no? – Elena trató de agarrar la mano de la fotógrafa pero está última alcanzó a esquivarla a tiempo – Además quería que supieras que cuando la tipa esa te deje... – se le acercó al oído – ...yo te voy a estar esperando – le susurró para luego alejarse

- Ni en tu sueños Elena, ni en tus putos sueños – repitió por lo bajo Luisita – MUY BIEN ¿ESTAMOS LISTOS? – preguntó a su equipo - ¡Perfecto!... Channel tu eres primera. Ya sabes que hacer – le indicó a una de las chicas

Mientras tanto en la otra punta del estudio

- María, cariño ¿dónde estás? – Marina había decidido juntar fuerzas para detener a Amelia

- ¡Marina! ¿Ya empezó? Estamos con Fede a una cuadra de llegar al edificio – se ve que todos los amigos de Luisita estaban invitados a el evento, algunos a mirar las mujeres otros por la moda

- Amor, tenemos un problema. Amelia se enteró lo de Adriana Lima y viene para el estudio a tratar de frenarlo y…

- ¿Ya llegó Adriana Lima? Acuérdate que la firma de ella me toca a mi Marina – le recordó María que aún no entendía la urgencia de su novia

- Lo sé amor, lo sé, pero tenemos que tratar de que Amelia no interrumpa la sesión así que vamos a hacer lo siguiente – la castaña tenía un plan – Acabo de hablar con Nieves y Cristina están en la esquina para tratar de frenarla en primera instancia. Tú y Fede se quedan en la puerta del edificio esperándola. Si llega, tienen que tratar de detenerla como sea, ¿entiendes cariño? – Marina sabía que la bailarina no se llevaba muy bien con las instrucciones

- Detener a Amelia. Entendido. Me encanta cuando te pones en Sargento Marina, esta noche deberíamos usar las esposas – la concentración no eso suyo parece

La abogada pudo escuchar como Fede del otro lado le advertía a su prometida que evite dar cierta información

– Bien amor. Voy a ir a buscar a Mónica y a Beth por las dudas necesitemos refuerzos. Cualquier cosa me llamas cariño, ¿si? – parece que al menos el perímetro estaba protegido – Y María si tienes que usar la fuerza, la usas, quiero al objetivo neutralizado cuanto antes – cualquier cosa con tal de tener sus autógrafos

- Usar fuerza. Entendido. Labio y fiera

- Cambio y fuera María – corrigió

- ¡Eso! Te quiero Marina – cortó

- Bien – Marina se relajaba – El perímetro ya está cubierto, sólo me falta asegurar el interior. ¿Dónde estará la ratita? – se preguntaba por el paradero de Beth – No se para que me pregunto si con lo que le gustan los pechos a esa pequeña debe estar en el vestuario. Hija de tigre tenía que ser – y con este último pensamiento se fue en busca de la pequeña a los vestuarios