Luisita se acerco a ella para besarla pero Amelia se alejó dejando a la rubia confundida
- ¿Amelia?
- Ya puedes ir a buscar a cualquier otra para besar tranquila – dijo Amelia caminando hacia el coche. Caminó unos metros y se dio vuelta para agregar - Cuando termines sólo tienes que silbar porque yo ya te pertenezco. Puedes hacer lo que quieras conmigo me tienes en la palma de tu mano – siguió caminando
Luisita apuró sus pasos para alcanzar a la morena
– Ven acá idiota – le dijo cariñosamente mientras agarraba su brazo para traerla hacia ella – Yo sólo beso a jugadoras de básquet, morenas, con rizos y con un ego enorme – jugaba la rubia
- Yo soy morena – dijo Amelia y Luisita asistió - También juego al básquet – afirmo la morena
- Y muy bien dicen – agrego la fotógrafa haciendo sonreír a la otra chica
- Y también tengo rizos – los movia con su mano
- Y tengo una debilidad por ellos – de paso Luisita aclaraba
- Mmmm pero me falta el ego, bueno supongo que será alguna otra – Amelia se encogió de hombros – Nos vemos luego entonces – trató de irse, y digo trató porque al primer paso que intentó dar, Luisita la rodeo con sus brazos nuevamente
Se miraron, se sonrieron, se miraron, se sonrieron… se besaron. A diferencia de los anteriores besos, este no lo inició ninguna, fue sincronizado, mutuo, fue… fue perfecto, tan perfecto que quien hubiera pasado en ese momento por ese lugar no hubiera visto dos personas besándose, hubiera visto una sola figura, no había espacio que las separara
Llegando al departamento de Luisita
Amelia y Luisita iban de la mano caminando por el pasillo que terminaba en el departamento de la rubia
- ¿Está mal que aún no nos hayamos despedido y yo ya este echandote de menos? – le preguntó la morena a su acompañante
- ¿No vas a entrar conmigo? – preguntó en un tono decepcionada Luisita agachando su cabeza
- Luisita... mírame por favor – la rubia alzó sus ojos – Tú sabes que va a pasar si yo entro, ¿cierto? – preguntó Amelia dando por hecho la respuesta de, la pronto por ser, su chica
- Lo sé… – afirmó - Pero es que la noche fue muy corta y mañana sales para Indiana y… y no quiero que te vayas. ¿No puedo atarte al pie de mi cama ni siquiera? – bromeo la rubia
- Mmm, depende… ¿si me tiro al piso y giro sobre mi misma me rascarías mi pancita? – Amelia siguió el jueguito del perro. Levantó sus manos saco su lengua e imitó a un perro jadeando
- Por supuesto que si. Y si me miras con tus ojitos de perro mojado te rasco detrás de la oreja – Luisita alzaba su mano y rascaba a la morena en el lugar mencionado haciendo reír a la otra mujer – Gracias… gracias por esta noche – termino el juego la rubia mirando a su morena a los ojos – Gracias por todo en realidad – acarició el brazo tatuado que se había convertido en su nueva obsesión
- Si alguien tiene que agradecer soy yo a ti, por aceptar salir conmigo - Amelia tomó la mano de la otra chica y la beso - Luisita… tú… yo…
![](https://img.wattpad.com/cover/285796517-288-k940619.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Cuando, donde y como el amor quiera
Fiksi PenggemarAmelia Ledesma es una aclamada jugadora de básquet en Londres hasta que es elegida para jugar en la WNBA, con un pasado negro y su fama de mujeriega irrumpe en New york sin saber que un encontronazo con una rubia, mandona, idiota le va a cambiar la...