Dragon Marked War God

Capítulo 124: Vamos a Resolver Cuentas.

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En la mente de Guo Lei, Jiang Chen estaba muerto. El discípulo del círculo interno no le engañaría sobre este asunto. Por lo tanto, dado que Jiang
Chen no estaría aquí más, y Han Yan estaba en el cultivo aislado, Guo Lei, sería el rey en el círculo exterior, y nadie podría pisarlo. Ahora, alguien
tuvo el valor de quemar su patio, en plena luz del día, esto era simplemente ridículo.

Guo Lei con los otros tres se movieron hacia los patios con una velocidad extremadamente rápida. Después de un rato, llegaron a su destino. Las
llamas habían atraído a otros discípulos en el círculo exterior, así todos fueron desplazándose hacia la escena.

Cuando Guo Lei llevó a sus hombres y llegó al patio, se encontró con que una gran cantidad de discípulos se habían reunido. Cuando algunos de
ellos vieron a Guo Lei, trataron de decirle acerca de la presencia de Jiang Chen, pero cuando vieron la expresión arrogante en su rostro,
abandonaron la idea de decirle.

Guo Lei era un matón, por lo tanto, a muchos discípulos no les agradaba. No se atrevían a expresar sus opiniones sobre esto. Además, Jiang Chen había regresado hoy, y ya que no se atrevían a ofender Guo Lei, entonces definitivamente no se atreverían a ofender a Jiang Chen. Lo que pasó hoy fue bastante claro, Jiang Chen había quemado los patios para indicar que él estaba buscando a Guo Lei, y así, el resto de los discípulos simplemente se echaron hacia atrás y mantuvieron sus manos lejos del conflicto.

Joder, que bastardo prendió fuego en el patio de su papi?! ¿Está tratando de cortejar a la muerte?!

El furioso Guo Lei se mantenía maldiciendo. Parecía que estuviera a punto de cortar al culpable en mil pedazos al enterarse de quién era.

Había una mini plaza en el medio de la zona de residencias. Cuando Guo Lei y sus hombres entraron en la plaza con rabia, se toparon con Jiang Chen que venía de la dirección opuesta.

Cuando el enojado y arrogante Guo Lei y sus hombres vieron a Jiang Chen, casi tropezaron y cayeron hacia abajo con caras llenas de conmoción. Era como si hubieran visto un fantasma.

La reacción de Guo Lei fue ligeramente mejor que la de los otros tres hombres. Todos sabían acerca de los métodos de Jiang Chen muy bien, ellos también habían sido testigos de cómo Jiang Chen había matado a Li Wu Ling. Ofender a este demonio no era una cosa divertida.

¡Mierda! No se suponía que estaba muerto?! ¿Por qué sigue aquí, vivo y coleando?!

Guo Lei no pudo controlar sus emociones y maldijo. A pesar de que era un hombre muy valiente, y no parecía preocuparse mucho cuando se mencionaba a Jiang Chen, ahora estaba realmente de pie cara a cara con Jiang Chen, la sensación era completamente diferente. Él estaba asustado.

¿Qué debemos hacer, Discípulo Mayor Guo? Parece que el que quemó nuestros patios fue Jiang Chen! No está muerto, y él está aquí para
encontrarnos...

Uno de los discípulos tenía una expresión impotente en su rostro. Cuando pensaba en lo que habían hecho durante los últimos dos días, y cómo habían hecho daño a Wang Yun y Huang Zheng, con su comprensión hacia Jiang Chen, el seguramente no los dejaría ir esta vez.

Maldita sea, no hay manera de que podamos correr, no me diga que nos va a matar...

Jiang Chen no está muerto... A partir de ahora, no hay lugar donde podamos quedarnos en el círculo exterior nunca más...

Los otros dos discípulos tenían tanto miedo que sentían como si estuvieran a punto de morir. Cuando se enfrentaban al feroz Jiang Chen, no había manera de que se quedaran en calma.