Katsuki.

855 134 70
                                    

4 de la mañana, el rubio tomó un vaso de agua de la cocina, después fue bañarse y preparo el desayuno, un tazón de avena con frutas.

Se arreglo el pelo y dio varios vistazos a su vestimenta, se puso la vieja colonia que su esposa alguna vez le había dado y recibió un mensaje de su taxi que lo esperaba afuera.

Tomo el ramo de flores, la caja de regalo y su cartera.

Iba a girar la perilla cuando recordó algo.

Tres golpecitos en la puerta se escucharon, Fiami estaba haciendo sus tontas supersticiones de nuevo.

—Ya debemos de salir—gruñó.—Si me deja el tren, voy a colgarte de un puente.—la chica abrió la puerta y salió sonriendo.

—Los golpes son para que no mueras en el viaje bobo.—Los padres del chico salieron a meter la maleta y el fulmino a la chica con la mirada

Hoy se iba Shibuya.

Katsuki giro la perilla y subió sus cosas, debía hacer una parada antes del evento.

Cruzo gran parte de la ciudad y cuando llego a su destino tuvo que caminar aun más, el lugar que habia escogido para su esposa tenía que poseer una gran vista al cielo, una vez llego se encontro con la sorpresa de que su cuñado estaba ahí, frente a la lapida de Fiami.

—ay no puede ser...—murmuró el hermano de la difunta, observando con evidente molestia al rubio.

Katsuki vio como el hombre tomaba su saco y estaba dispuesto a irse.—Saludos a tu esposa y los niños.—dijo Katsuki.

—...—

—Hoy es la boda de Katsumi... creo que a mi hija le agradaría ver a sus primos.—

—No hables como si fuéramos familia...todos tus hijos son iguales a ti.—susurró el hombre marchándose y perdiéndose entre las lápidas de ese lugar.

Katsuki ya estaba acostumbrado, su cuñado lo culpaba del alcoholismo de Fiami, el rubio no necesitaba que un rostro enfurecido se lo dijera, se lo recordaba mucho últimamente... Tal vez sí...bah, de nada servía lamentarse, Fiami le dio los mejores años de su vida, le dio un hogar, valores, hijos.

Cuanto deseaba regresar el tiempo y darle todo, darle el doble, amarla como se debía...—Fiami... hoy se casa nuestra Katsumi, tú bebé... ese mocoso no pude encontrarle un pero, me saco del primer lugar de héroes y... trata como princesa a nuestra hija...—Katsuki sonrió por que sabía en el fondo, que no había mejor hombre para su hija.

El hombre miró el cielo, esperaba que Fiami los estuviera acompañando ese día, desde donde fuera.

Su corazón explotaba de amor, estaba entrando la novia y no podía parar de mirarla, se había quedado sin palabras, como sí una revolución de bombas explotara en su pecho, se sentía afortunado de que por fin estaría hasta la eternidad con su amada Fiami.

Cuando la chica llegó al altar tocó su vientre de 6 meses.—parece que alguien está emocionado...no deja de moverse.—murmuró Fiami, Katsuki reprimió una sonrisa.

—pues más le vale que se parezca a su padre, que por el me han amarrado.—Fiami alzó una ceja y Katsuki debía actuar rápido, las hormonas a veces daban miedo.

Se acercó al rostro de su amada, no podía reprimir ese sentimiento y le dio un corto beso.—Sabes que te amo.—

—¡Humm!—caspeo el Padre.

Katsuki le mando una mirada de furia, era el colmo que no pudiera besar a su mujer, a simple vista estaba más que empastelada para hacerse los santos.

—¡Abuelo!—Brinco su nieto para abrazar al hombre, Kaku, el más hiperactivo de todos.

—¡Bájate de encima mocoso! ¡pesas toneladas!—el niño era demasiado cariñoso, algo a lo que claramente Katsuki no estaba acostumbrado.

Cuando el niño se separo y le sonrió con sus hoyuelos y su ventana en la dentadura, el hombre palmeo su cabeza.—Tsk, tienes la misma cara que tu padre.— Sashima estaba ocupado cargando un par de gemelas lloronas, las hijas de Dantsu, que había abandonado para dormir en una silla.

Su hija, Jabami estaba ocupada comiendo platillos tan picantes que cualquiera que viera, tendría gastritis.

Todo por culpa de un pequeño de 3 meses y ni hablar de Fisaki, que estaba encantado con su novia extranjera, la cual lo traía babeando.

Ver a su familia, lo hizo sonreír, ya eran adultos que habían formado su propio camino y sus propias familias.

—papá ¿puedo comer esos chiles que tienes ahí?—

—¡Papá dile a Sashima que me apoye! ¡No he dormido en cuatro días!—

—Pues adivina qué, yo ya tuve 1 año de desvelos, por eso no tuve más hijos—

—¡Papá déjame presentarte a Carla! ¡Es de latinoamerica!—

Una linda joven de vestido blanco se abrió paso entre sus hermanos.—¿Puedo bailar contigo papá?—

La sonrisa de felicidad de Fiami se le cruzo por la cabeza...

"Qué familia tan grande me has dado Fiami"

Katsuki tomo la mano de su hija y bailaron hasta que fue el turno del novio.

...

—Hablas con Fiami, siento no contestarte en este momento pero prometo contestar el teléfono más tarde, ¡Ten un buen día!—

—Y así fue como Kaku quemó el vestido de bodas de Katsumi—Katsuki había estado horas relatandole a Fiami, todo lo que pasó en la boda, como siempre que terminaba el día.

El rubio se recostó en la barra con el buzón de voz.—Todos los mocosos y tienen familia, debería ser hora de que vinieras por mí.—murmuró, yendo a su habitación, para dormir de una vez por todas.

...

En algún lugar...

—pues yo digo que hierba mala nunca muere.—mencionó un pelirrojo, recibiendo un codazo.—¡auch!—

—Eso no duele, deja de hablar así de mi esposo, ¡pelos pinchos!—una castaña de cabello corto tuvo que separar a la mujer antes de que...bueno, matará a Kirishima por segunda vez.

—¡Sueltame Ochako!—

—¡No!—

FIN.

𝙖𝙣𝙨𝙬𝙚𝙧 𝙩𝙝𝙚 𝙥𝙝𝙤𝙣𝙚 ⇝💥Bakugo Katsuki 💥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora