𝙖𝙣𝙨𝙬𝙚𝙧 𝙩𝙝𝙚 𝙥𝙝𝙤𝙣𝙚 ⇝💥Bakugo Katsuki 💥

19

Cuatro años después.

El tiempo no pasa en vano, después de bañarme tuve que verme al espejo y practicar un poco mi sonrisa, tratando de ocultar lo mejor que se podía la resaca.

Yaku era el mejor jefe del mundo, te daba prestaciones, regalos, viajes de trabajo y largas horas de descanso.

Yo por supuesto que no quería aprovecharme de su amabilidad, trabajaba lo más que se podía desde la mañana hasta la tarde para después pasar al hospital y cuidar de los chicos.

Pero hoy era un día especial y Katsuki lo sabía.

...

–¡A QUÉ NO ADIVINAS QUIÉN VENDRÁ HOY! –ya se que Katsuki había terminado conmigo hace dos años pero aún no perdía la esperanza, se lo terco que se podía llegar a poner pero créanme que yo lo era aún más.

Espere a que el celular vibrara pero al parecer don Bomba estaba haciendo voto de silencio.

Acomode las cosas, los niños siempre solían quedarse dormidos junto a Katsuki y tendría que taparlos con una cobija.

Además a los niños siempre les encantó este lugar o tal vez, solo con el hecho de que Katsuki estuviera ahí ya era su lugar preferido.

Me senté cerca de Katsuki.–no puedo esperar a ver a mis pequeños, la última vez shota era un bebé de brazos y haru ya se le asomaban sus dientesitos–

El celular sonó con insistencia.–¡mas te vale que alejes a esos mocosos de mi! –sonreí.

–ellos son un amor–estoy segura que si pudiera hubiera negado con la cabeza.

–¡la última vez uno de ellos me mordió!–vale si, pero vamos! Haru solo quería enseñarme sus dientes.

Alguien tocó la puerta y de ella pude ver a Uraraka junto con los pequeños que ya empezaban a caminar. –¡ya llegamos!–no contuve mi emoción al ver a las pequeñas criaturas.

–¡Haru, Shota! –abrí mis brazos mientras los niños corrían.

–¡Tito Kacchan!–brincaron a la cama pasando de largo que yo ansiaba abrazarlos.

–¡Fiami! ¡Quitamelos de encima!–se escucho el grito urgente de Katsuki en el celular.

...

–Fi~aaaami–estaba enseñándoles a los pequeños a pronunciar mi nombre, más ellos no dejaban de señalar a Katsuki.

–¡Kacchan! –grito Shota para después reír con dulzura, no pude evitar abrazar a ambos enternecida.

–¡Callales la boca a esos mocosos! ¡Y haz que dejen de decir Kacchan, estúpida! –rodé los ojos.

–¡etupida!–señalo Haru riendo.

Le solté un golpe a Katsuki.–¡¿y eso por que fue?! –

–¡Haru dijo una mala palabra por tu culpa! –

–¿yo controlo la boca de estos niños? ¡Noooooo!–Shota se me acercó gateando, pasando por encima del cuerpo de su tío y luego se dejó caer riendo, la imagen en sí ya era enternecedora y yo estaba feliz de tener a los niños conmigo.–de seguro ya pusiste esa cara–

–¿ah? –no entendí el comentario de Katsuki.

–¡si ya sabes!...dicen que los treinta es la edad perfecta para tener hijos y tu sigues soltera.–uhhh eso fue como un golpe a mi orgullo.

–tengo 24...y es cierto, pero es por que estoy esperando.–

–¿que esperas? –

–a ti–

...

–llevaré a los niños por el pastel izuku-kun–aviso Uraraka mientras me dejaba sola con izuku para hablar.

–todavía no lo encontramos Fiami-san, hemos puesto patrullas en todos lados y Kyoto a estado más vigilado que nunca pero no hay ni una persona sospechosa.–asenti...despues de todo lo sabía, cuatro años de esfuerzo y como yo no era parte de alguna agencia solo quedaba esperar como una ciudadana más.

–gracias por apoyanos izuku–desde que Mina dejó de venir, también rechace su apoyo financiero y los padres de Kirishima ya sufrían demasiado como para no apoyarles, durante un año sobre lleve la carga hasta que izuku se dio cuenta y ahora pagaba también parte de los gastos médicos de los chicos.

Al regresar a la habitación el teléfono volvió a sonar.–¿ya a acabado el teatro? Largate –

–¿d-de que hablas? Katsu–

–¡te lo eh repetido día tras día, déjame en paz! ¡Mucho menos soporto tus facetas de niña! ¡Odio a los mocosos esos y te odio a ti!–

Lo sabía, Katsuki siempre lo repetía.

Al terminar el día, siempre decía que me odiaba.

Supongo que por eso era más fácil refugiarme en el alcohol.

...

Llegué al lujoso Bar, estaba sentada contándole lo que pasó a Yaku con una botella de tequila en mano, el era el único que sabía de mi comunicación con Katsuki y no me juzgó.

Yaku tomó la botella y me sirvió.–oh cariño, ya sabes que siempre hay una manera de olvidar.–

Denuevo me emborrache, como cada noche desde hace dos años.