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Actualidad.

Estabamos frente a la habitación 104, la enfermera fue la primera en pasar.

—¡Hana por fin llegas!—la voz de Fiami se escuchaba tan aliviada pero entonces pase yo.

La impresión de verla en una cama, te recuerda lo fácil que es perder a una persona.

Sentí miedo.

Fiami bajo la mirada mientras Hana dejaba las cosas y se iba.—los hijos de cara redonda te estuvieron esperando—murmure molesto.—mira...no tengo ningún puto problema con que te vayas de viaje, al menos no hasta que me entere que tienes cirrosis y no haces nada para abandonar esa adición tuya, ¡ah! ¡por que sí, lo sé todo!—ella me miro sorprendida.

—no están fácil...—murmuró.

—¡y nadie esta diciendo que lo sea! ¡lo que me molesta es que fui un ignorante frente a todos tus problemas!—

—¡es que no quería que te preocuparás! ¡yo puedo manejarlo!—

—¡pues no lo manejaste tan bien por que estas en hospital tonta!—ella me desafío con la mirada, tratando de retener las lágrimas. —entiende que lo que me molesta es que lo ocultaras, YO ahora estoy aquí—tome su mano con fuerza mientras me sentaba en una orilla de camilla.—quiero que me incluyas en todo, tienes que entender que ya no soy un cuerpo en coma para resolver todo tú sola—

Ella suspiró con dolo y su cabeza cayó en mi hombro.—no lo entiendes...y-yo odio aquí, no me iba por el contrato y cuando terminó —su voz estaba echa un hilo y empezaba a llorar, pero antes de consolarla deseaba escuchar todo o de lo contrario solo serían balbuceos que no me servirían para ayudarla.—pensé que podría dejar todo...yo te amo y- y también quiero a todos pero si pensaban que me iba de-de viaje no tendría que... despedirme...—sollozo más fuerte, ella lograba romper mi corazón, tantos años de sufrimiento.—solo quería que me admirarás...yo soy independiente y trabajo y tengo todo para ser feliz...pero no lo soy y no sé por que— la separe de mi y le limpie la cara rojiza.

—respira, sigues delicada boba—le peine el cabello con las manos y le dí espacio para que respirase.—trabajaremos en eso, lo solucionaremos y después vemos que hacemos.—Su ánimo se veía por los suelos, estaba decaída así que tome su cara con ambas manos.—ve tú teléfono, Shota te mando un mensaje—

Su boca se curvo en aquella sonrisa que tanto amo, me miro con alegría momentánea —¡están en la canoa! se ven tan lindos, mis pequeños—

—el mitad-mitad 2.0 le falta fuerza—ella me miro mal, a lo que le mire descarado.—¿qué me ves?—

—no le pongas apodos a tus sobrinos come picante—

—que yo sepa, no tengo hermanos y tú no me vas a obligar—ella bufó reprochandome con la mirada.

Aunque ambos sabíamos que era una broma.

...

—¡katsu deja de invadir mi espacio! ¡puedo subir sin problemas!—rodé los ojos, me daba pendiente que Fiami fuera a pisar mal algún escalón o tropezará.

Estábamos subiendo a su departamento, al final el médico le dijo que era mejor no hacer un viaje para tenerla en observación.

La enfermera estuvo callada el resto del camino, y cuando llegamos ella se fue.

Al llegar Fiami se tiro en su sillón mientras yo dejaba su maleta en su habitación y la otra bolsa de ropa, registre su Habitación en busca de licores o cualquier bebida, saque algunos yendo a tirarlos en alguna bolsa.

Al ver a Fiami ella no parecía muy feliz.—¿Dónde esta lo demás?—se paró y me mostró las alacenas algunas llenas, empezamos a tirar todo aunque eso no garantizará que dejara de beber, pero para mi era un comienzo.

En su mano pude ver una tarjeta, de un licenciado en psicología, recordé que ella tenía episodios de depresión...

Deje la bolsa y la tome de la cintura abrazandola con fuerza, no sé como podía soportar todo eso.

Tampoco necesitaba decirle algo, ambos sabíamos que enfrentaríamos lo que sea apoyándonos.

...

El día de hoy había sido agotador mentalmente para ambos, es difícil saber que hacer ante la adicción y los problemas de una persona, por que los problemas no son tuyos y resolverlos a tu manera no es una buena solución, quería llevarme a Fiami de aquí, restringirle el alcohol de por vida y asegurarme de hacerla feliz, pero obviamente había cosas de por medio, estaba seguro que ella no opinaría lo mismo.

Irnos a vivir juntos, podía ser algo contraproducente por el hecho de que el adaptarnos sería difícil.

Y mantener las cosas como hasta ahora no era buena idea.

Acaricie su cabeza dormida, debía encontrar una buena solución...

Mis ojos se abrieron de par en par de repente, ¡Hana era mi enfermera! De cuando estuve en coma...que pequeño es el mundo...

𝙖𝙣𝙨𝙬𝙚𝙧 𝙩𝙝𝙚 𝙥𝙝𝙤𝙣𝙚 ⇝💥Bakugo Katsuki 💥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora