Bienvenidos a la Clase 3-1

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Preparatoria Asahiyama...

En toda su vida, Fuutarou no recordaría un primer día de clases en el cual hubo tanto revuelo. O más bien, donde él estuviese en medio del susodicho revuelo. Cuando llegó al salón, se llevó la sorpresa de que no solo las quintillizas Nakano serían sus compañeras, sino también Maeda y Takeda, que lo saludaron con la mano al verlo. Él les devolvió el saludo de la misma manera, y siendo sincero también se alegró de verlos.

Pero claro, el haberse encontrado con sus dos amigos quedó en segundo plano, comparado con las presentaciones de los alumnos ante toda la clase. Cuando llegó el turno de las Nakano, absolutamente todo mundo centró sus miradas en ellas, ya fuese por haberlas visto en el viaje del año pasado, o porque las veían por primera vez a todas juntas. Rápidamente las hermanas se volvieron el centro de atención, pues todos querían conocerlas, y al saber que él era amigo cercano de ellas, e incluso que estaba saliendo con una de ellas, no faltaron los que intentaron aproximárseles para que actuase de intermediario y se las presentase (a lo cual rápidamente se negó, pues tenía poco interés en jugar a casamentero).

Nada podría haberlo preparado, sin embargo, para la mayor de las sorpresas, que vino al final del día. Las quintillizas le dijeron que su padre quería hablar con él, "asuntos de negocios" aparentemente, y ahora estaban todos en un aula solitaria mientras el chico sostenía su teléfono celular esperando el tono.

Estaba extremadamente nervioso, lo cual aumentó al menos unas diez veces cuando oyó la voz del señor Nakano al otro lado de la línea:

- ¿Diga?

- ¿Buenas tardes, señor Nakano? – dijo, esforzándose por mantener la compostura y no tartamudear. – Sus hijas me dijeron que usted deseaba hablar conmigo.

- Ah sí, por supuesto. Estaba esperando tu llamada. Tengo... una propuesta de negocios que me gustaría hacerte.

El chico tragó en seco, preguntándose qué podría tener en mente su antiguo empleador. Ya había cumplido con su contrato al ayudar a Yotsuba para que pudiese volver a su antigua escuela, lo cual al final no sucedió. En vez de eso, el resto de las quintillizas se había venido a Asahiyama. No estaría pensando en...

- Como sabes, estoy muy complacido con el trabajo que hiciste ayudando a Yotsuba. – le dijo. – Sin embargo, y dadas las actuales circunstancias, el resto de mis hijas me convenció de transferirlas a tu escuela. Algo que sin duda me ha causado no pocos problemas.

- Sí, puedo imaginar que así fue. – le dijo, tratando de mantenerse de su lado para no hacerlo enojar.

- Siendo un padre que quiere lo mejor para sus hijas, acepté sus términos bajo una simple condición. – continuó el señor Nakano, sonando aún más serio. – Todas me prometieron que se graduarán pase lo que pase. Y aunque deseo tener fe en ellas... quiero tomar mis precauciones para asegurarme que cumplan con ello.

Fuutarou tragó en seco. Ya lo veía venir. Veía venir lo que estaba a punto de suceder.

- Así que, deseo ofrecerte un nuevo contrato como tutor. Esta vez, quiero que ayudes a todas mis hijas. Estaré dejándolas a tu cuidado, y espero buenos resultados de tu parte.

El chico miró a las quintillizas, cuyas expresiones, aunque variables entre sí, todas se veían muy atentas a la conversación. Lo habían obligado a poner el teléfono en altavoz para que ellas pudiesen oír ambos lados, así que no se estaban perdiendo de ningún detalle.

- Me halaga que me tenga tanta confianza, señor. – le dijo Fuutarou. – Aunque realmente no sé si... pueda con todas a la vez.

- Si te ves en la necesidad de solicitar ayuda, eres libre de hacerlo. – dijo el señor Nakano. – Mientras cumplas con tu parte del contrato, yo cumpliré la mía pagándote tus debidos honorarios. No obstante, y quiero que esto quede muy claro, exigiré que mantengas tu relación con mis hijas dentro de los límites apropiados. No quiero saber que estás incurriendo en ningún tipo de acción indebida con ninguna de ellas. ¿Entiendes lo que quiero decir?

Forma del Corazón - Trébol de Cuatro HojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora