Volviendo a levantarse

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Camino a la Preparatoria Asahiyama...

Ya habían transcurrido dos días desde que Fuutarou y Yotsuba tuvieron su conversación y pudieron aclarar las cosas. Al fin el chico pudo entender todo lo que había pasado y el porqué tras las acciones de la chica del lazo y aunque por dentro seguía un poco molesto (concretamente por lo del beso robado), no podía culparla totalmente por habérselo ocultado todo este tiempo.

Detrás de su exterior alegre y lleno de energía, Yotsuba guardaba un montón de problemas personales y complejos, que al parecer no había superado del todo. Cuando era niña, había sido su obsesión por ser la mejor entre sus hermanas, y ahora, su complejo de culpa por todos los problemas que había causado por querer escapar de ello. Al parecer, ni siquiera tenía claro qué era lo que quería para sí misma. Si lo pensaba bien, él tampoco estaba muy claro con lo que quería hacer de su vida, y de no ser por ella, tal vez ahora ni siquiera lo estaría considerando con tanta seriedad.

Al menos, ahora que las cosas parecían haber vuelto a la normalidad, relativamente hablando, tal vez podrían intentar encontrar su camino juntos.

– ¡Uesugi-saaaaaaan!

Y allí estaba ella, oportuna como siempre, llegando por detrás para saludarlo chocando contra él, a la misma hora y en el mismo lugar. Ya lo había hecho tantas veces que sus reflejos estaban condicionados y sabía exactamente cuándo apartarse y agarrarla del lazo para frenarla. Y así lo hizo.

– Te estás oxidando un poco en esto. ¿Por qué no intentas algo diferente? – le dijo luego de soltarla.

– Jeje, más bien yo diría que tú estás mejorando. – replicó ella.

El chico se encogió de hombros, pero no pudo evitar que ella le sacara una sonrisa brevemente. Se alegraba mucho de que hubiese vuelto a ser como siempre, aunque por dentro él sabía que las cosas no se iban a resolver de la noche a la mañana, incluso después que se aclararon todos, o al menos casi todos los malentendidos de lo que había sucedido. Por ahora, volver a actuar como siempre lo hacían les estaba ayudando a que las cosas retornaran a su cauce normal, un paso a la vez.

Después de todo, él prometió que no iba a presionarla, al menos hasta que ella estuviese lista para perdonarse a sí misma. Pero eso no quería decir que no pudiese echarle una mano por el camino para ayudarla a recuperarse en las otras áreas. Aunque algunas de ellas no fuesen su fuerte, como los deportes.

...

La mañana transcurrió bastante tranquila. Durante el descanso posterior al almuerzo, Fuutarou finalmente encontró una oportunidad para conversar con Maeda y Takeda y contarles un poco de lo que había pasado en los últimos días. Por supuesto, los detalles más importantes se los guardó para sí mismo, pero básicamente les dijo que Yotsuba había estado teniendo algunos problemas relacionados con su pasado de los que había tenido mucho miedo de hablar con nadie, y aunque le había costado que se abriera, finalmente pudo sincerarse al respecto. Fuutarou apreció mucho que los dos entendieran que el asunto era "privado" y no insistieron en indagar más a fondo.

– Parece que está de mejor humor estos últimos días. – comentó Takeda. – Eso es bueno, se le extraña un poco cuando no está por aquí para animar el ambiente.

– Aunque no es que esté muy animada, no como siempre al menos. – dijo Maeda. – Matsui me dijo que todavía no está de vuelta a su 100% en el equipo de voleibol. Y esta semana tienen un partido importante.

– ¿Qué tan importante? – preguntó Fuutarou interesado.

– Según me dijeron, se enfrentarán a las campeonas regionales, la preparatoria St. Elmore. – dijo Maeda. – Quedaron entre los cuatro mejores el año pasado en las nacionales.

Forma del Corazón - Trébol de Cuatro HojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora