Residencia Uesugi...
- ¡Ya me voy, mamá! ¡Nos vemos luego!
- ¡Cuídate, Raiha!
Iniciaba otro día normal para Raiha Uesugi. Su hermano y su papá ya se habían ido, así que sólo se quedó su mamá en casa para despedirla antes de salir al trabajar en la panadería. Normalmente, antes de salir las dos preparaban su caja de bento juntas, pero hoy, por primera vez Raiha lo hizo por sí sola, sin necesidad de que su mamá la ayudase.
Se sentía bastante orgullosa de sí misma por ello. Así, su mamá no tendría que complicarse teniendo que ayudarla con eso antes de salir a trabajar. Tal vez incluso le podría ayudar a preparar los de Fuutarou y su padre en el futuro.
- "¿Cómo le estará yendo a Oniichan ahora?" – se preguntó. Si la memoria no le fallaba, hoy era el día que Fuutarou estaba presentando los exámenes nacionales. Desde hacía casi dos semanas parecía no pensar en otra cosa cuando estaba en casa.
- ¡Raiha-chan, espérame! – le gritó una voz conocida.
- ¡Ah, buenos días, Nao-chan!
En ese momento acababa de pasar frente a la casa de una de sus compañeras de clase, y su mejor amiga en la escuela, Naoko Takagi. Ella era casi de su misma estatura, aunque con el pelo castaño amarrado en dos coletas altas sujetadas con unos listones rojos, y aquel día llevaba una blusa verde y una falda roja (su escuela no requería uniforme).
- ¿Qué tal? – dijo Raiha una vez que la alcanzó. – ¿Terminaste la tarea de ayer?
- La verdad que no, me distraje viendo Flower Princess ayer. – confesó Nao. – ¿Crees que me podrías prestar los apuntes?
- No sé si tengamos tiempo. – dijo Raiha. – Mejor no te atrases, ya sabes cómo se pone Shiozaki-sensei cuando no entregamos a tiempo.
Nao hizo un pequeño puchero, pero luego ambas se rieron. A diferencia de su hermano, Raiha no era una friki de los estudios que aspiraba a tener nada menos que calificaciones perfectas, pero al menos podía enorgullecerse de que siempre estaba por encima de la media en sus calificaciones. Por eso no era de extrañarse que a veces le pidieran los apuntes cuando se atrasaban con algo.
- Oye, ¿quieres venir a mi casa hoy después de clase? – preguntó Nao. – Mis padres me compraron un juego nuevo para mi cumpleaños.
- Ojalá pudiera, pero le prometí a mamá ayudarla en la panadería hoy. – se excusó Raiha. – ¿Quizás el fin de semana? O si no podrías invitar a Yuuta...
- ¡¿Esto es todo lo que tienes?! ¡No es suficiente!
- ¡Ack! ¡Se los juro, no tengo más nada!
Las dos niñas se detuvieron abruptamente. Delante de ellos había un trío de niños rodeando a uno más pequeño. El más grande de los cuales tenía sujeto a su víctima contra la pared, mientras los otros dos parecían estarlo registrando, y había una mochila vaciada con un montón de cosas tiradas por todos lados.
- ¡Yuuta! – gritó Raiha, comenzando a correr. – ¡Déjenlo en paz, abusones!
El trío de bravucones se percató de las recién llegadas, y sin perder tiempo salieron corriendo dejando caer de sentón a su víctima. Mientras Raiha verificaba que su amigo se encontraba bien, Nao comenzó a recoger los cachivaches que estaban tirados para meterlos de vuelta en la mochila de su dueño.
- ¿Estás bien? ¿Te hicieron algo esos idiotas?
- Descuida, no me pasó nada. – dijo el chico, aunque parecía al borde de las lágrimas.
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Forma del Corazón - Trébol de Cuatro Hojas
Fanfiction¿Cómo habría sido la situación de Fuutarou si su madre no hubiese muerto? ¿Y qué habría pasado si solo Yotsuba era transferida a la Preparatoria Asahiyama, en lugar de las cinco? AU FuutarouxYotsuba, posiblemente se formen otras parejas eventualment...