¡Salta y remata!

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Preparatoria Asahiyama, club de voleibol...

Los balones volaban de ida y vuelta por todo el gimnasio, mientras las jugadoras practicaban las distintas formaciones según su libro de jugadas. A la última hora, la entrenadora Kitano les había puesto a practicar en un partido entre las veteranas actuales y las recién ingresadas.

Yotsuba estaba jugando con estas últimas, y pese a que tenían un buen nivel, todavía claramente les faltaba coordinarse un poco entre ellas en defensa, lo que llevó a su derrota. Matsui sabía dirigir bien al equipo, lo cual era de esperarse para la capitana.

- Muy bien, hemos terminado. ¡Reúnanse ahora! – declaró la entrenadora, sonando su silbato para llamarlas a todas. – Las he estado observando, y pienso que todas tienen un buen nivel para jugar. Ahora con las nuevas incorporaciones, podremos mejorar nuestra ofensiva. No obstante, claramente las jugadoras de nuevo ingreso aún pueden mejorar su defensa. Así que tengo un anuncio muy importante que hacerles.

»Este viernes, iremos a la Preparatoria Honmoku Higashi. Hemos concertado un partido de práctica con su equipo para decidir al equipo titular para las regionales.

- Honmoku Higashi... ¿no estuvieron entre los ocho mejores de la prefectura el año pasado? – preguntó Rin.

- Así es. Eran un buen equipo, hasta que cayeron ante los actuales campeones. – prosiguió la entrenadora. – Aunque el año pasado su ofensiva apenas estaba por encima del promedio, tengo entendido que este año han ingresado nuevos talentos, así que no debemos confiarnos. – Volteó entonces a ver a Matsui. – Minamino, en tus manos estará dirigir al equipo como capitana dentro de la cancha.

- Sí, entrenadora. – dijo Matsui con firmeza.

- En cuanto al resto, incluso las que no sean seleccionadas, todo el equipo estará contando con ustedes, y deben estar preparadas para entrar en cualquier momento. Recuerden que en el voleibol no existe el yo, y que ninguna jugadora puede valerse por sí sola sin el apoyo de sus compañeras.

Internamente, Yotsuba asintió estando de acuerdo. A pesar de haber estado ya antes en un equipo de voleibol, esa fue una lección que no había podido entrar en su cabeza. Solo le importaba lucirse anotando puntos y siendo reconocida por ello. Lo mismo podría decirse de todos los demás clubes donde había estado; solo estaba pensando en ella misma como la posible estrella, y no en lo que podía aportar para sus equipos.

Con los estudios era igual; creía poder valerse por sí sola, y por eso no quiso aceptar la ayuda de sus hermanas cuando más la necesitaba, aprendiendo la lección demasiado tarde y pagando las consecuencias. Ahora, ella no tenía miras de convertirse en la estrella de este equipo, pero si acaso lo lograba, sería gracias a tener grandes compañeras detrás de ella para apoyarla, y por eso tendría siempre presente que estaba allí para contribuir al equipo, y no al revés.

- Eso es todo. Terminen de recoger el equipamiento y podrán retirarse. ¡Buen trabajo por hoy!

- ¡MUCHAS GRACIAS! – corearon todas haciendo una reverencia.

Y rompiendo filas, todas corrieron a recoger los balones, la malla, postes y demás cosas para dejar el gimnasio limpio y ordenado. Yotsuba y Matsui fueron las últimas en salir, así que decidieron caminar juntas.

- Hmm, estoy agotada. – dijo Matsui estirando los brazos. – Yotsuba, estuviste increíble hoy. Por poco tú y las de primer año casi logran ganarnos.

- Jeje, bueno, hice lo que pude. – replicó la Nakano con modestia. – Wow, parece que el tiempo vuela, no puedo creer que estemos a punto de tener nuestro primer partido.

Forma del Corazón - Trébol de Cuatro HojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora