Prioridades

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Preparatoria Asahiyama...

El tiempo parecía estar volando más rápido de lo que Fuutarou había anticipado. Parecía que el cumpleaños de las Nakano había sido apenas ayer, cuando en realidad ya habían transcurrido casi dos semanas. Y los simulacros de exámenes nacionales ya estaban a la vuelta de la esquina.

A términos generales, lo mejor que Fuutarou podría decir era que había sido una repetición casi total de la que tuvieron la pasada Navidad, siendo la única excepción que Kintarou no estuvo presente en persona, aunque Nino quiso mitigar un poco eso usando su laptop para que pudiera ver la fiesta vía videoconferencia.

Fuera de eso, no pudo decir que no se divirtió. Tuvieron oportunidad de sacar algunos juegos nuevos aparte de los antiguos (otra vez, la suerte no lo favoreció en el juego del rey), y las quintillizas se mostraron bastante felices con los regalos que le compró a cada una. A Miku, le dio una enciclopedia del juego Sengoku Wars Online que incluía arte e información inédita. A Itsuki, un DVD sobre biología marina que pensó que encontraría interesante. Y a Nino, a pesar de sus dudas, también le gustó el libro de recetas de comida italiana que le dio, aunque tal vez ayudó el haberle dicho que Kintarou le ayudó a escogérselo.

Lo que en ese momento ocupaba su cabeza era el hecho de que, entre Ichika y Yotsuba, se le hizo mucho más fácil elegirle un regalo a la segunda. La chica del lazo estalló de alegría pese a que su regalo consistía simplemente en un kit deportivo con equipamiento para voleibol, así ya no tendría que tomarlo prestado en el club. Con Ichika, tuvo que pedirle ayuda a su madre y Raiha para elegirle algo, y terminó escogiendo una botella de perfume bastante cara (él no entendía cómo algo tan pequeño podía costar tanto) pero a pesar de que a la Nakano mayor le gustó, él seguía sin estar convencido de haber tomado la decisión correcta.

- "¿Por qué no puedo dejar de pensar en eso? Ella está feliz, yo también debería estarlo, ¿no?"

- Uesugi-kun... ¿Uesugi-kun?

- ¿Eh? – La voz del profesor lo sacó del trance, y pudo notar que casi toda la clase lo estaba mirando. – Perdón, ¿qué estaba diciendo?

- ¿Te sientes bien? – preguntó el docente. – No es propio de ti distraerte en clase.

- Lo siento, es que tengo mucho en mi cabeza. – se disculpó. – ¿Puede repetir la pregunta?

Afortunadamente, luego de eso pudo concentrarse más, y el resto de la clase continuó de manera normal, por lo que su pequeña distracción no le valió ninguna reprimenda ni castigo. Aun así, no se le escapó que el resto de la clase se había quedado mirándolo fijamente durante la hora restante hasta que sonó la campana.

Durante el receso, mientras las quintillizas salían al patio, Maeda y Takeda se quedaron en el salón con él, y los tres se sentaron a conversar. Ahora, esto era una ocurrencia bastante normal y se había vuelto parte de su rutina escolar, pero hoy particularmente iba a ser diferente.

- ¿Seguro que te sientes bien, Uesugi-kun? – le preguntó Takeda. – No recuerdo haberte visto pedir que repitieran una pregunta en clase.

- Bueno, siempre hay una primera vez para todo. – dijo Maeda. – Pero sí, últimamente estás un poco raro. Algo... ¿ido, tal vez sea la palabra? Como si no estuvieras totalmente aquí.

- ¿Ustedes creen? – preguntó Fuutarou. Ambos se quedaron viéndolo fijamente por unos segundos, y el chico pudo darse cuenta que sus dos compañeros lo veían con preocupación. – Supongo que sí, lo estoy un poco. Tengo demasiadas cosas en la cabeza últimamente.

- He de asumir que en parte debe ser por los exámenes nacionales. Ya están muy próximos después de todo. – comentó Takeda al respecto, haciendo que Maeda rodase los ojos.

Forma del Corazón - Trébol de Cuatro HojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora