Consecuencias

367 26 7
                                    

Después del viaje escolar...

Yotsuba no asistió a clases en los dos días subsiguientes al viaje a Kioto. Cuando todos preguntaron por ella, lo único que dijeron Fuutarou y sus hermanas fue que "no se sentía bien". Dado que algunos sabían que se había ido con una chica enferma para escoltarla hasta su casa, todos asumieron que seguramente se habría contagiado de lo que fuera que tenía y por eso había decidido no presentarse.

Por supuesto, Fuutarou y las Nakano sabían la verdad. Técnicamente lo de que no se sintiera bien era cierto, pero no era porque estuviera enferma. No de algo físico, al menos, sino que en ese momento ella era un desastre emocional y sentimentalmente, y todos estuvieron de acuerdo que, al menos por ahora, lo mejor que podían hacer era dejarla tranquila hasta que estuviera dispuesta a volver por su propia cuenta, ya que si la presionaban podrían empeorar la situación.

De alguna manera, Yotsuba encontró la fuerza para levantarse y salir de su habitación al tercer día, pero eso se debió en parte a que tenía un compromiso del que no podía renegar. Ese día comenzaban las preliminares regionales de voleibol, así que no podía fallarle al equipo.

Cuando llegaron al gimnasio deportivo para el evento, mientras estaban calentando, por un momento se quedó ida, observando hacia el vacío, pero estaba tan distraída que no se dio cuenta hasta que alguien le chasqueó los dedos delante de la cara y casi le gritó al oído.

– Yotsuba... ¡hey, despierta!

– ¿Eh? Perdón, ¿qué pasa? – Se dio cuenta que se trataba de Takki, que la miraba muy extrañada.

– Oye, ¿te sientes bien? Estás muy distraída hoy. ¿No seguirás enferma?

– ¡No, no, estoy bien, en serio! – dijo mientras intentaba fingir una actitud alegre. – ¡Vamos a esforzarnos para ganar pase lo que pase!

Takki pareció tragarse eso, pero no dejó de mirarla. Ciertamente no podía desconcentrarse en un momento tan importante. Era su primer partido oficial con el equipo y todas contaban con ella. Aunque por lo que le dijeron, el equipo del día de hoy no debería ser muy complicado de vencer, ya que el año pasado habían sido eliminados en su segundo partido.

– ¡El primer partido de las regionales de Aichi está por comenzar! ¡Asahiyama vs. Ryuzetsu! ¡Capitanas al frente!

Se hizo el tiro de moneda y al ganarlo Matsui pidió el saque. El árbitro le entregó el balón, y ella a su vez fue a dárselo a Yotsuba, mientras todas las demás asumían sus posiciones iniciales.

– Contamos contigo, Yotsuba. Hora de mostrar de qué estamos hechas.

Yotsuba simplemente asintió, y luego que Matsui asumió su puesto, ella se fue para atrás de la línea para disponerse a sacar. Se puso a rebotar el balón un poco y exhaló para tranquilizarse. No había nada de qué preocuparse: sólo tenía que hacerlo como en los entrenamientos y los partidos de práctica. Ya lo había hecho decenas de veces, y estaban jugando contra un equipo bastante accesible.

– ¡Aquí voy! – dijo en cuanto sonó el silbato, lanzando el balón al aire y saltando para golpearlo. Iría con todo desde el principio.

Pero entonces, sucedió lo impensable. No supo si fue por golpear el balón demasiado fuerte, demasiado tarde, o con mal ángulo, pero su saque golpeó directo a la red, para sorpresa y desconcierto tanto de sus propias compañeras como de las contrarias, que se quedaron en silencio y boquiabiertas ante lo que acababa de suceder.

– ¡Falta, el balón toca la red! ¡Punto y saque para Ryuzetsu!

– Ups... – Yotsuba se rio nerviosa, rascándose detrás de la cabeza. – Lo siento.

Forma del Corazón - Trébol de Cuatro HojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora