V

3.4K 356 141
                                    

El bullicio de Liyue estaba en su punto, la gente saliendo de sus trabajos para cenar, aglomerándose en los restaurantes y quioscos para comer, Childe por su parte estaba en el Pabellón Liuli, tomaba los palillos peor que de costumbre, miraba el reloj con nerviosismo y movía su pierna en un tic, ¿qué está pasando? Los zafiros vacilaban entre el reloj y el plato de comida, ¿olvidó algo? Eventualmente sus ojos cayeron en el asiento vacío frente a él.
Zhongli. Claro, estaba ahí porque esperaba toparse con el hombre ahí.

El pelirrojo se levantó golpeando la mesa, dejó una bolsa de mora sobre la mesa y salió corriendo cual alma que lleva el diablo ¿Dónde podría encontrarlo? Había pasado por el restaurante Wanmin antes y no vio al castaño, por las dudas, volvió al restaurante.
—¡Xiangling!—gritó Childe en cuanto puso un pie en el lugar, la nombrada no tardó en asomarse—Xiangling, ¿has visto al señor Zhongli?—la chica negó con la cabeza en respuesta—¿Sabes si habrá ido al quiosco Xinyue?

No, definitivamente no, Zhongli no era del tipo de meterse en lugares muy concurridos,  era la hora pico y con lo lleno que estaba Xinyue, dudaba que el ex arconte estuviera ahí.
—No lo he visto hoy en realidad, normalmente se pasa a saludar, pero desde ayer no sé nada de él—mencionó la portadora pyro.

¿Ayer?
La piel de Childe se erizó, ¿no se sabía nada de Zhongli desde ayer? El heraldo a penas y se despidió con prisa de Xiangling para acto seguido correr lo más rápido que sus piernas podían hacia la funeraria Wangsheng.
Las puertas se abrieron de par en par, el golpe de la madera contra la pared hizo que Childe se quedara quieto y se encogiera de hombros en un intento de recuperar una postura relajada, la mirada de los trabajadores estaban sobre él y lo que menos quería es que lo vieran desesperado.

En silencio, ignorando las miradas sobre él, sus ojos recorrieron el lugar, nada, no estaba.
Vio a la directora Hu Tao, caminaba tarareando haciendo girar el llavero en su dedos, la chica vio al heraldo y saludó sonriendo.
—Zhongli no vino hoy.—habló sin siquiera dejar que Childe preguntara antes—No me mires así, sabes que venías todos los días para verlo aunque estuvieras molesto.—En respuesta Childe solo apartó la mirada—Ayer se reportó enfermo y lo dejé quedarse en casa hasta que mejorara.

—¿Dónde vive?—el pelirrojo preguntó poniendo sus manos en los hombros de la muchacha.

—No tan rápido, hombre, no sé si él está de acuerdo con que tú vayas,—dijo levantando las manos, Childe infló las mejillas maldiciendo en voz baja—¡es broma, hombre! No me importa si quiere o no verte, solo ve a ayudarlo, tal vez necesite que alguien lo cuide por una vez.

Hu Tao caminó hasta el mostrador, tomó una hoja, un bolígrafo y anotó la dirección de Zhongli.
Sus piernas reaccionaron antes que sus pensamientos, giró sobre sus talones y salió corriendo de la funeraria, mientras corría daba miradas leves al papel en su mano, "en las afueras de Liyue" sí, pero en qué parte  Hu Tao, por favor, nunca más le des una dirección a alguien. Viejo arconte idiota, más te vale estar en casa o te golpearé cuando te vea por—.
Childe autointerrumpió sus pensamientos cuando vio una casa junto al camino, del tamaño perfecto para una persona y recibir huéspedes y estaba algo alejada de la ciudad, ese punto logró convencer a Childe de que era aquí, arrugó el papel en su mano y lo mantuvo en su puño, caminó titubeante hasta la puerta.
Tomó un bocado de aire luego de unos minutos de pies pensando y dio golpes en la puerta.
—¿Zhongli?—llamó cuando la puerta no fue abierta—Xiansheng abre la puerta o la voy a tirar.—no, idiota, eso es grosero.—Zhongli, ábreme la puerta o entraré por una ventana.

La puerta finalmente se abrió y frente a él estaba el hombre al que había estado buscando todo el día, estaba desaliñado, el delineado de debajo de sus ojos estaba corrido y la coleta de su cabello mal hecha, se veía como alguien que acababa de despertar, oh.

—Lo siento, ¿te desperté? ¿Estabas durmiendo? No, las preguntas iban al revés.—Childe gruñó haciendo cuentas con sus dedos de celestia sabrá qué.

Frente al pelirrojo, Zhongli requirió de toda su fuerza de autocontrol para no saltarle encima, abrazarlo, tirarse en el sofá con él y no dejarlo ir. Como si su propio deseo de Childe fuera poco, el pelirrojo pasó los brazos sobre los hombros de Zhongli para abrazarlo, dejando reposar sus manos sobre sus propios codos.

 Como si su propio deseo de Childe fuera poco, el pelirrojo pasó los brazos sobre los hombros de Zhongli para abrazarlo, dejando reposar sus manos sobre sus propios codos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hu Tao viene a casa, es ley.

Espero les haya gustado y- sé que dije que a partir del capítulo anterior venía lo dulce y aquí no ha habido mucho dulce.
En el próximo sí, si es que no me voy por las ramas.

Nos vemos en el siguiente que tal vez suba más tarde u otro día dependiendo de mi inspiración JSKSN.

Cristalizado [Zhongchi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora