XXIX

1.6K 144 33
                                    

Había cenado con Zhongli, se habían reído de tonterías por un buen rato y habían hablado de cualquier cosa que se les ocurriera en el momento hasta que llegó el fatídico momento de la despedida, la cual fue prácticamente Zhongli intentando sacarse a Childe de encima porque su novio se había aferrado a él como si soltarlo lo hiciera desaparecer. La voluntad del adepto para dejar al snezhnayan ir directo a las garras de Scaramouche tituteaba por cada beso que Ajax dejaba en sus mejillas y punta de la nariz.

Pero arriesgarse a ser regañado ahora era demasiado peligroso. Así que ahí se encontraba, en una situación que hasta hace unos días parecía inimaginable: él realmente estaba sometiéndose a Kunikuzushi, obedeciendo absolutamente cada palabra que soltaba, llevándole las cosas a la mano como si fuera un criado y esa marioneta su amo.

Ahora Scaramouche le había puesto una pila de carpetas llenas de documentaciones, ¿desde cuando obedecía órdenes de ese piernas cortas? De hecho, ¿desde cuando su trabajo se limitaba a una oficina?

—¿Qué se supone que debo llenar aquí?—Murmuró entre dientes dándole un ligero golpe a la hoja entre sus manos.

—No todo es papeleo, de hecho, las primeras trece carpetas son la teoría que necesitas para comprender cómo sebe ser llenado el papeleo. —Scaramouche respondió con desdén. —No querrás arruinarlo en tu primer día, ¿cierto?

—No finjas que te preocupa que logre o no pasar mi primer día bajo...—Childe golpeó su nuca como si un mosquito lo hubiera picado. —esta cosa.

Scaramouche no dijo nada más y simplemente rió, sabiendo que de todos modos Childe iba a leer todo por desconfianza, seguramente pensaría que había trampas en medio de todos esos papeles en carpetas apiladas, lastimosamente no se daría cuenta de que la trampa es precisamente la desconfianza y succionaría su tiempo lo suficiente como para mantenerlo ahí, lejos de Morax.

—¿Tienes que estar aquí todo el rato? —Llevaba al menos dos horas ahí, prácticamente atado a su escritorio, con Scaramouche mirando fijamente cada movimiento que hacía.

—¿Dejarías a un traidor andar por ahí sin algún supervisor? —Por supuesto que el maldito estaba respondiendo con otra pregunta.

Childe podía simplemente decirle que no era un traidor, pero era inútil decirle a Scaramouche algo al respecto. Además, debía ahorrarse las palabras, si quería exprimirle la información a Kunikuzushi debía pensar bien en lo que diría. Si Scaramouche era astuto, él debía buscar la forma de ir al menos un paso por delante.

—¿Por qué Signora no estaba junto con todos los demás? —Preguntó sin detener sus manos sobre las carpetas, pasando páginas, leyendo con detenimiento, firmando lo necesario, denegando lo innecesario.

—La Tsaritsa le había encargado unas misiones ¿lo olvidaste acaso? Tú fuiste parte de una. —Respondió Scaramouche.

Precisamente por haber sido parte de una misión junto a Signora. Precisamente por haber trabajado con ella es que no le cree nada.

¿Le quería ver la cara? Había pasado casi un mes desde que Signora fue enviada a Inazuma junto a Scaramouche. Eran dos heraldos en busca de la gnosis, de hecho, habían encargado a Scaramouche para ser un obstáculo en el camino del viajero...

El viajero. Aether debe saber lo que pasó en Inazuma.

Childe se negaba a creer más de la mitad de las palabras de Scaramouche. Signora no tardaría tanto en tomar una gnosis, sobre todo cuando la Shogun no oculta su identidad ante nadie, encontrarla no es difícil, podría pensar que había acabado con sus asuntos en Inazuma y simplemente había continuado con Sumeru, pero ella ni siquiera se había reportado para informar que la misión había sido completada con éxito.

Cristalizado [Zhongchi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora