Epílogo

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Unos cinco años después de que Childe y Zhongli se casaran, la organización de los heraldos se deshizo, la Tsaritsa había logrado lo que deseaba así que no necesitaría más a su vanguardia; algunos siguieron trabajando como militares Fatui comunes, otros simplemente desaparecieron sin dejar rastro, y en el caso de Childe, él sigue siendo un Fatui, decidió que iba a dedicar toda su vida a la Tsaritsa, aunque fuera en menor grado. Un año después, ahora su trabajo se había reducido a recaudaciones simples, Ajax prácticamente había vuelto a ser un subordinado como en sus inicios de recluta.

Hace siete años, Childe seguramente habría estado extremadamente frustrado si hubiera sido rebajado a subordinado, pero un trabajo pacífico le sentaba bien ahora con su nueva vida doméstica.

Ajax selló unos últimos documentos para señalar que los prestatarios ya habían pagado todo lo que debían y los guardó en sus respectivas carpetas antes de levantarse de su escritorio y organizar las carpetas en el archivador de su oficina.

Con eso, su jornada laboral había terminado por hoy, estirándose, Childe avanzó hacia la puerta de su oficina y salió para anunciarle a Ekaterina que ya se retiraría. Pero en cuanto salió a la recepción, vio a su esposo sentado esperándolo con un bebé cargado en brazos, que parecía estar muy energético y jugaba con los mechones largos de cabello del hombre que lo sostenía.

Cuando Zhongli notó que ya había salido, se puso en pie y caminó hasta el pelirrojo para saludarlo adecuadamente con un tierno beso en los labios.

—Buen trabajo hoy. —Dijo Zhongli.

—Ni siquiera te he contado lo que hice —Childe sonrió antes de tomar en sus brazos al niño que su esposo había estado cargando —. Parece que alguien tiene mucha energía hoy.

Childe acarició la pequeña nariz del bebé con su dedo índice, provocándole risitas y salió del Banco del Norte, seguido de su esposo, que se rascaba la nuca con nerviosismo.

—Puede que lo haya llevado a pasear por la ciudad y ahora esté demasiado despierto —Zhongli confesó avanzando hasta estar al lado de su esposo, entonces el niño en brazos de Childe se metió un mechón de cabello del adeptus a la boca —. Pero parecía estar tan aburrido, creí que pasar la tarde con su padre lo divertiría, pero no consideré que también lo llenaría de energía.

Childe no dijo nada, simplemente sonriendo mientras sacaba con delicadeza el cabello de Zhongli de la boca del niño y caminaron en silencio hasta llegar a casa, dirigiéndose directamente hacia el baño para limpiar al pequeñín. Mientras Ajax lo lavaba con agua a una temperatura media, Zhongli se encargó de buscar la ropa y acomodar la cuna (cortesía de la preservadora de nubes) junto a la cama de la pareja, bajando el barandal que daba hacia la cama para que tuvieran un mejor acceso al bebé y poder dormirlo fácilmente sin necesidad de cargarlo en brazos.

Eventualmente Childe salió del baño con el niño y lo acostó en la cuna. —Esperemos que un tiempo de padres e hijo aquí lo arrulle lo suficiente como para hacerlo dormir. —Childe dijo mientras se acostaba en la cama, con su cuerpo en dirección hacia la cuna, acariciando la espalda del bebé con gentileza mientras tarareaba alguna canción de cuna snezhnayan.

—Prepararé la cena en lo que tú te encargas de Gleb, ¿está bien? —Zhongli le susurró a Childe, que emitió un "mmm" mientras asentía con la cabeza. Entonces el adeptus le dió un beso en la mejilla y se retiró de la cama.

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Zhongli siempre supo que Childe soñaba con formar su propia familia. Pero había dejado esa idea de lado debido a que era un heraldo, no quería arriesgarse a adoptar un niño y un día simplemente no volver de su misión.

Cristalizado [Zhongchi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora