IX

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Hu Tao iba de un lado a otro en la funeraria mientras Zhongli se daba su viaje astral del día con una carpeta entre sus manos, para ese punto, la directora dudaba de que el asesor de Wangsheng realmente estuviera sano, se había ausentado por tres días luego de reportarse enfermo para aparecer, de muy buen humor por cierto, pero perdiéndose más seguido en su cabeza, debería regañarlo, pero viéndolo contento le daba algo de pena retarlo, tal vez pasó algo especial los días que estuvo ausente y la alegría sigue clavada en su pecho.
La puerta se abrió como era de rutina y el snezhnayan, que a veces parecía más perteneciente a la funeraria El Camino que a los propios fatui, se acercó a Hu Tao con una sonrisa y una bolsa en su mano, mientras que agitaba la otra a modo de saludo, la directora sonrió antes de mirar a Zhongli, sorprendentemente, el consultor seguía en su trance, cosa que sorprendió a la chica, normalmente cualquier sonido era capaz de devolverlo a la realidad.
—¡Buenos días, Tao! ¿Está Zhongli?—exclamó devolviendo la atención de Hu Tao a él.

—Sí, bueno, no, bueno, está, pero está...

—Aquí estoy.—Detrás de Hu Tao, Zhongli se asomaba buscando la voz de Childe.

Hu Tao levantó el antebrazo a la altura de su hombro y abrió la boca para decir algo pero solo salieron múltiples "eh" "¿eh?" "¿Eeh?" Levantó el índice, pero lo bajó cuando Childe tomó a Zhongli del brazo desvergonzadamente, normalmente el snezhnayan se pondría a temblar y balbucear porque Zhongli lo mire a los ojos, esto junto con un berrinche para demostrar su supuesto enojo hacia el consultor, algo había pasado, algo de lo que Hu Tao no se había enterado, pero parecía importante, entonces recordó que Childe había llegado a la funeraria agitado preguntando por su asesor.
Ah, así que finalmente se dieron cuenta.

Hu Tao sonrió complacida de que por fin no iba a tener que soportar la tensión que había entre los dos, solo esperaba que no hubieran besos húmedos en la recepción, era lo único que pedía.
La directora les dio una mirada, Childe le mostraba ansioso a Zhongli la bolsa que llevaba en su mano y el asesor se limitaba a mirar con atención lo que el snezhnayan le mostraba.
—Disculpen, muchachos, si desean, pueden ir a la oficina del estimado asesor de aquí a ponerse dulces fuera de la mirada chismosa de los trabajadores.—dijo Hu Tao con toda la intención de ayudarlos a tener un momento de privacidad, la directora era consciente de que entre el trabajo de ambos seguramente no tenían mucho tiempo a solas, así que no vio un por qué no darles una mano.

Vio las mejillas de ambos volverse rojas carmín, Childe abrazaba su bolsa en un intento de consolarse a sí mismo, ¿se veían mucho como una pareja? Zhongli por su parte, miraba con curiosidad la bolsa que sostenía el pelirrojo, ignorando lo mucho que quemaban sus mejillas.
Era curioso, Childe era muy expresivo y Zhongli, al contrario, era muy poco expresivo y si mostraba alguna expresión la ignoraba al punto de que era posible dejarla pasar.

Finalmente, el consultor tomó la muñeca de Childe con delicadeza para guiarlo hasta su oficina, detrás de ellos se escuchaban silbidos, del tipo que hacen los estudiantes cuando su pareja de profesores favorita interactúa entre ellos.
Una vez dentro de la oficina, Zhongli cerró la puerta detrás de él y Childe dejó la bolsa sobre el escritorio del adepto.
—¿Qué me trajiste?—preguntó acercándose al heraldo por la espalda y abrazando su cintura.

—Sé que dijiste que no necesitabas tofu de almendras, pero te traje un poco.—respondió el heraldo llevando su mano hacia la mejilla de Zhongli y acariciando ahí.—Por favor, no lo rechaces, lo hice yo.

Eso fue suficiente para convencer a Zhongli de comer, se sentó en su silla a comer gustoso el tofu que le había preparado su compañero.
—¿Sabe bien? Es la primera vez que hago tofu de almendras, Aether me dio la receta cuando me invitó a su relajatetera, dijo que era la comida favorita de Xiao así que podía ser que a ti, como adepto, podría gustarte también, entonces yo...—Zhongli se limitó a asentir con las mejillas llenas.

Childe suspiró aliviado y miró embobado a Zhongli, verlo despreocupado se sentía bien, la forma en la que era informal sin perder su postura era atractivo, el pelirrojo estaba metido en su cabeza que admiraba inmensamente lo que sus ojos miraban, subió su rodilla al escritorio de Zhongli para inclinarse hacia adelante y acariciar con cariño la mejilla del castaño, que estaba inflada por la comida.

Los ojos de Zhongli se ensancharon y su mirada cayó al muslo apretado por el arnés que lo adornaba, sus mejillas ardieron en vergüenza por mirar ahí sin el permiso de Childe, así que solo intentó disimular mirando los ojos azules que lo miraban con cariño, una de sus manos dio a parar en el brazo del snezhnayan y tiró de él para hacerlo deslizarse sobre su escritorio, una vez sus dos rodillas estuvieron sobre la madera, Zhongli tomó su cadera con su mano libre y volvió a tirar de él, escuchó al pelirrojo quejarse y luego salvar el tofu de almendras de caer al suelo empujado por sus muslos, lo dejó sentado al borde de su escritorio.

—Vas a hacer que tire mi tofu, bobo.—se quejó en un puchero.

Bobo, la palabra hizo eco en su cabeza y una sonrisa se asomó por sus labios, una sonrisa que logró poner nervioso a Childe.

Se traían mal.

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Buena noche, pero más buena la relación de los homosexuales estos <33.

Cristalizado [Zhongchi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora