XIII

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En el Pabellón Liuli, el onceavo sostenía sus palillos de dragón y fénix, les daba golpecitos contra su mentón; llevaba ya varios minutos esperando a Zhongli y el hombre no llegaba, ¿se había molestado con él por su insistencia? ¿Le había dejado una marca sin querer y lo hizo enojar? No, Zhongli no se enojaría por algo así y mucho menos lo dejaría plantado; entonces tal vez se había distraído con algún comerciante en el camino, cosa que era un problema, el adepto seguramente había olvidado el mora otra vez y estaría en problemas, debería buscarlo.
Se levantó dispuesto a salir corriendo del lugar para evitar que su novio fuera acribillado, pero para cuando se impulsó con intención de correr, el consultor estaba frente a él y a penas pudo frenar antes de chocarse.
—¿A dónde con tanta prisa?—Zhongli sostenía los hombros de Childe y lo miraba fijamente.

Ajax apretó la mandíbula y negó con la cabeza, agarró las mangas de la chaqueta del ex arconte y tiró de él hasta la mesa, la comida ya estaba servida así que Zhongli se tensó, ¿lo había hecho esperar demasiado?
—Pedí la comida sin esperarte porque siempre pides lo mismo así que...—la voz de Childe lo hizo mirar los cabellos rojizos que se revolvían entre hebras.

—Lamento haber tardado tanto, tengo algo para ti.—Zhongli se inclinó hacia delante buscando una de las mejillas de Childe para darle un beso, pero el heraldo se apartó, el adepto no insistió y sacó algo de uno de sus bolsillos.

La cara de Childe ardió en un fuerte carmín, lo siguiente que se escuchó fue la espalda de Zhongli golpeando la mesa, el heraldo avergonzado tiraba de la coleta del ex arconte y con su mano libre tomaba el objeto que el castaño le había dado, a la vez que empujaba su pecho, manteniéndolo en la mesa, la escena llamó las miradas curiosas de los demás clientes, Ajax estaba seguro de que no podía estar más avergonzado.
—¡¿Ustedes qué miran?!—gritó y todos devolvieron su atención a sus platos al instante.

—¿No te gusta?—Zhongli preguntó tranquilo.

—¡¿Estás burlándote de mí?!—Exclamó con las mejillas aún más rojas que antes.—¿Palillos para principiantes de niños?

Ajax infló las mejillas y levantó los palillos que tenían un narval juntándolos en una de las esquinas, facilitando el uso del utensilio. Por su parte, Zhongli lo consideraba un buen regalo y no entendía el por qué a su novio le había molestado tanto, incluso eran unos lindos palillos.
—¿Rechazarás mi regalo?—Zhongli inclinó la cabeza sin apartar la mirada de los ojos furiosos de Childe.

—A veces me caes mal, Xiansheng.—Se quejó Ajax cuando se vio a sí mismo derritiéndose y perdiendo la postura por la mirada del adepto.

Las manos de Zhongli no tardaron en tomar las de Ajax para apartarlo de encima e incorporarse arreglando sus ropas, el heraldo tomó asiento frente al ex arconte que estaba de pies, su mano sostenía el obsequio de su novio y sus ojos lo miraban con recelo, sabía que Zhongli no es el tipo de persona que se burla de las debilidades de los demás, pero se sentía avergonzado de tener que usar palillos para niños a sus veintidós años, notó al ex arconte sentarse junto a él, levantó la cabeza y miró a su pareja tomando los palillos de dragón y fénix.
—Creo que tienes una extraña manía con regalarme palillos, ¿Estás seguro de que no te burlas de mí?—Las manos de Childe dieron a parar en la coleta de Zhongli, tirando a modo de burla.

—Supongo que es una manía, pero este es un simple regalo, los palillos de dragón y fénix son más especiales.—Respondió el ex arconte.

Sintió la mano ágil de Zhongli pasando por su espalda, hasta llegar a su bufanda, estrujó los bordes y volvió a buscar las mejillas de Childe, pero nuevamente el chico se desvió con una risa, esta vez Zhongli se quejó frunciendo el ceño, había pasado horas sin Ajax y ahora que lo veía, con regalo incluido, no podía dar el acompañamiento adecuado.
—También te extrañé hoy, pero no puedes besarme en público, nos mirarán raro.—Explicó Childe con tranquilidad, pero él también odiaba tener que cohibirse, amaba a Zhongli, amaba su relación, pero le frustraba la forma en que su noviazgo tenía que desarrollarse: en silencio y desde las sombras.—¿Trajiste tu billetera? Digo, compraste los palillos así que eso significa...—Cambió el tema cuando notó sus pensamientos.

—En realidad los compró el viajero, vino de paso y le pedí el favor, debía ser sorpresa así que no podía pedirte ayuda a ti...

—¡¿Qué?! ¡Serás bobo, debes ir a pagarle a Aether, vamos, no puedes pedir que te compren algo y no pagarlo después!—Ajax se levantó de la silla, tomó los palillos para niños junto con los de dragón y arrastró a Zhongli con él.

—Pero la comida...

—¡Por favor, póngalo para llevar, vendremos por ella más tarde, quédese con el cambio!—Childe exclamó dejando una bolsa de moras sobre la mesa y finalmente salieron de Liuli.
No tardaron mucho en encontrar a Aether, iba acompañado de Paimon como siempre y miraban algunas tiendas, Ajax agitó su mano en el aire, llamando primero la atención de Paimon, quien lo miró con recelo, pero acabó por saludar, Childe sabía que no era del total agrado de la pequeña, pero que reconocía que no era del todo una mala persona, esto si están del mismo lado, claro.

—¡Viajero, Paimon! Lamento que Zhongli les haga pagar sus caprichos, ¿cuanto gastaron?

—Así que recibiste el regalo.—Aether se cruzó de brazos con un aire burlón.
La vergüenza volvió a azotar a Childe, así que Zhongli le había dicho al viajero para qué y quién eran. Le dio una mirada furiosa a su novio quién contenía una risa, ya verás cuánta risa me dará cuando no te compre tus caprichos. Pensó gruñendo.

—Entonces como es un regalo no debo pagarlo.—Childe respondió con el mismo tono.

—¡No es justo!—Se quejó Paimon—Se supone que el regalo lo iba a dar Zhongli así que debe pagarlo y como él no puede.—Señaló a Childe y el heraldo solo rió con las manos en las caderas.

—Paimon, ¿no crees que es injusto que yo pague mi regalo?—Se quejó en un puchero.

Aether y Paimon sabían que no iban a cobrarles, los palillos para niños estaban en oferta así que no les importaba mucho, lo que sí les importaba era el notable cambio en el ambiente alrededor del liyuen y el snezhnayan ¿Qué era esa mirada que Zhongli le daba a Childe? Algo había pasado, algo había cambiado desde que Paimon y el viajero se fueron y los mataba la curiosidad, Aether abrió la boca para preguntar pero la cerró cuando Childe se quejó de la hora y comenzó a despedirse.

—Li, nos vemos más tarde.—Por segunda vez, se despidió de Zhongli junto con un gesto de manos, el adepto asintió y entonces Aether lo supo.

—¡Lo sabía! Paimon, mis patatas.—Exclamó el rubio tendiendo su palma hacia la criatura voladora, abriendo y cerrando su mano.
Zhongli por su parte los miró extrañado, más cuando Paimon suspiró y pataleó en el aire.

—¿Qué sabías? ¿Patatas?—El hombre no podía sentirse más confundido ¿a qué venía todo eso?

—¡Oh! Es que Paimon y yo apostamos cuatro patatas, si ustedes dos se gustaban y terminaban juntos yo ganaba.—A penas y escuchó las palabras, los colores subieron al rostro de Zhongli.—Lo siento, es que la tensión entre ustedes debía romperse en algún momento.

—Lo siento, es que la tensión entre ustedes debía romperse en algún momento

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Childe cuando ve la cuenta de los caprichos de Zhongli:

Espero les haya gustado, nos vemos en el próximo capítulo que subiré quién sabe cuando.

Cristalizado [Zhongchi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora