28. ¿Qué harás en el futuro?

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Hola, ¿Cómo están? Espero que super bien, yo estoy en mi quinto cielo.<3

¡¡¡LLEGAMOS A 1K!!!

Realmente no tengo palabras para explicar lo agradecida que estoy, quería subir el capítulo antes, pero la U me tenia ocupada.

De nuevo muchas muchas gracias <3 ahora a leer el capitulo. 

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Aleksander

¿Mi idea de una cita? Una pizza familiar y sexo causal.

Vivo bajo la ideología de que si una chica pide más, quiere más, pues realmente no merece la pena. Lo que sí merece la pena es tener buenas notas para ingresar a una buena universidad y seguir los pasos de mi padre, pero Dorian, ella lo cambia todo.

Jamás invité a una chica a una cita elaborada, nunca me esforcé por llevar a una chica a una cita elaborada, no tenía tiempo para ellas y eran totalmente innecesarias por dos motivos, después las chicas querían más y yo no y segundo, muchas veces solo retrasaban lo único por lo que merecía la pena invitarlas a salir, sexo.

Pero luego apareció Dorian, con su metro sesenta y con sus hermosos ojos marrones. Si bien puede que mi interés por ella vaya más allá de lo emocional y me refiero a su inteligencia, puede que ella sea la segunda chica que me motive a hacer cosas por ella.

Si soy honesto en un principio me llamó la atención únicamente su físico, sé que es española, pero ese cuerpo es un cuerpo latino y no podría estar más fascinado por aquello. Pero a medida que la fui conociendo me di cuenta de que ella es más que solo un cuerpo, ella es inteligente, y no me refiero a que tenga notas sobre el promedio, no, ella está a mi nivel y eso es mucho decir.

Si bien Ritmasen es una escuela internado para ricachones y gente importante, esta también otorga becas a alumnos que tengan un excelente rendimiento académico y si no fuese porque Eros prácticamente desnudó su historial de vida, hubiese asumido que ella era uno de esos alumnos, por su excelente rendimiento y porque se ve de lo más sencilla y humilde, no como el resto de nosotros.

Pero eso era para otro momento. Ahora estaba ocupado pensando en cómo lo había hecho esta chica para que yo, Aleksander Wrona, la hubiese invitado por iniciativa propia a una cita, y nada más y nada menos que donde podía conocer a un miembro de mi familia.

Si los chicos me viesen se reirían en mi cara, sobre todo después de lo sucedido con la última chica que invité a una cita, pero no, ellos no se iban a enterar de esto, ni por mí ni por Dorian.

Dorian, que se veía realmente bella sentada en la silla, riéndose con mis amigos y después de una buena follada en los baños.

Sabía que no tenía problemas con hacerlo en lugares públicos, pero jamás pensé que me dejaría hacerlo tan fácilmente, honestamente esperaba un poco más de resistencia por su parte.

Había algo en ella que me hacía querer mirarla todo el rato, por ejemplo, ahora ella se estaba riendo con mis amigos, y ellos se estaban riendo con ella y sabía que ellos también estaban hablando conmigo, pero yo no era capaz de apartar mi mirada de ella.

—Alek, joder te estoy hablando —exclamó Klaus al mismo tiempo que me lanzaba una papa frita a la cabeza.

—¿Qué decías? —le pregunté sin apartar mi vista de Dorian

Besos de una mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora