Juan Pablo Villamil trasladado a NY por su trabajo, él es destacado no solo por su buen desempeño si no también por su discreción y humildad al tratar con los demás. Aún que a sus 32 años hay algo que lo tortura y es que no ha podido tener una relac...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Villa, & Elizabeth" Relata Villa:
¡Mira eso perro!.
Decía Simón emocionado mientras jugaba Xbox todo alterado conmigo. De toda la vida a mi siempre me habían gustado los vídeo juegos incluso de muy pequeño tenía nintendo, y Game boy. Siempre fui de los mejores, de un tiempo más adelante jugar FIFA era lo mejor y cuando llegue a la universidad siempre jugaba con Marto, ya después con Isaza, incluso mi ex Tini era fan de los videojuegos como yo.
¿Quieren que pida unas cervezas para cuando llegue la comida?.
Nos preguntó Nath y ambos asentimos hipnotizados metidos en nuestro juego. Desde que salí del hospital hace ocho días Susi se puso en contacto con mi mamá y ella estuvo conmigo unos días pero no podía dejar a papá mucho tiempo solo así que Nath, y Simón se hicieron disponibles para quedarse aún que yo ya no necesitaba cuidados.
¡Danale papi!.
Grito con porras la pequeña Ailén que con apuros podía decir media palabra. Y comenzamos a reír de solo escucharla, la pequeña era muy sería, nada que ver con la forma de ser de Nath, más bien era la viva imagen de Simón.
Vente Ailén a lavarnos las manos.
Dijo Nath cargando a la pequeña y justo en ese momento le gane a Simón. Él chilló derrotado y comencé a reírme.
¡Quiero la revancha!.
Me pidió el cuatro ojos y negué, la verdad me comenzaba a doler mucho la cabeza.
Iré a descansa, siento que la luz me molesta.
Exclamé dejando el control en la mesa de centro y dejándolo solo frente a la pantalla y entre a mi habitación, cerré las cortinas y puse un poco de música relajante y me puse mi antifaz frío sobre los ojos para descansar un poco la cabeza, y es que después de ese accidente me venían episodios de fuertes dolores de cabeza. Escuché la puerta de mi habitación sonar y quitándome el antifaz grite.
¡Adelante!.
Dije pensando que se trataba de Simón, o Nath. Justo entonces mire a Nath con una amplia sonrísa y a Elizabeth a su lado.
Tienes visitas.
Me dijo Nathalia y me senté de inmediato arrojando el antifaz aún lado.
Pasa.
Le dije y Nath me guiñó el ojo entras salía de la habitación, y Elizabeth solo se quedó parada junto a la puerta así que me puse de pie.
