Once Upon A Time...《Peter Pan》

Capítulo 15

(NARRA YAIZA)
Cuando mi padre y yo fuimos a buscar a Alba a su casa, nos abrió Marta.
Marta- Hola Yaiza. Alba no está...
Yo- ¿Le puedes decir que se dé prisa, por favor?
Marta- No, no lo entiendes... Alba no está en casa. Ha... desaparecido.
Yo- Dios no... - Palidecí. - ¿Por casualidad la escuchaste ayer por la noche gritar algo?
Marta- Sí pero no logré entender lo que dijo. Subí a su cuarto pero ya no estaba.
Yo- Madre mía... No mentía... - Mi padre Carlos entró, ya que vió que tardaba en salir.
Carlos- ¿Qué pasa?
Marta- Alba ha desaparecido. Yaiza sabe algo.
Yo- Un chico, no recuerdo su nombre. Creo que era rubio... Lleva unos días siguiéndola. Habló con él y le dijo que la echa a de menos y que estaba en peligro. En cambio si gritaba "tengo fe" se salvaría. Seguro que ha sido él.
Marta- ¿Rubio de ojos claros? - Asentí - ¿Y si és Félix? Mi hijo... -de un momento a otro, sus ojos se cristalizaron.- El día que desapareció, me contaron que una sombra se lo llevó volando. Quizá sea él, que ha venido a buscarla- hizo una pausa-. No creo que realmente pasara eso aquel día.
Carlos- Pues creelo, porque es real. Se quién es la sombra. Y se donde están ellos dos.
Yo- ¿Dónde?
Carlos- En Nunca Jamás.
Marta- No es una situación para hacer bromas. Ese lugar és ficticio, no puede existir.
Carlos- Sí existe.
Yo- ¿Cómo lo sabes?
Carlos- Estuve allí.
Marta- ¿Y tú qué sabes si mi hijo estuvo allí o no?
Carlos- Porque lo entregué a Pan a cambio de mi libertad.
Marta- ¿¡Que hiciste qué!?
Yo- Y ahora él ha vuelto y ha dado a Alba por su libertad...
Carlos- No puede.
Marta- ¿Cómo estás tan seguro?
Carlos- Porque el trato que hice con Pan decía que cambiaba mi libertad para que otro niño se quedase, pero además, que no pudiese salir nunca, aunque eso solo lo sabíamos Pan y yo- Marta le arreó un guantazo en la mejilla. - ¡Espera que acabe, por favor! No podrá salir salvo que Pan muera.
Yo- ¿Hay que matar a Pan? ¿Cómo podemos hacerlo?
Carlos- No podemos. Tiene que causarse a sí mismo el daño suficiente para darse cuenta de la realidad y dejarles libres. No sé si me explico.
Marta- Más o menos. Pero entonces, ¿qué hacemos con Alba?
Yo- Tenemos que ir a buscarla.
Carlos- Tienes que ir tú. Nosotros ya somos adultos y no podemos ir.
Yo- ¿Y cómo puedo llegar hasta allí?
Carlos- De dos formas: por tu propia voluntad o siendo deseada por Alba. Eso es tu decisión.
Yo- Si Alba me desea, ¿podré volver a casa?
Carlos- Exacto. Si vas por tí misma, no tendrás tanta suerte.
No sabía qué hacer. Quería volver a casa una vez terminada mi misión pero, ¿y si Alba no podía volver conmigo? Tenía que vigilarla. Quería estar con ella. Tomé una decisión.
Yo- Esperaré a que Alba me llame.
Carlos- Bien. Solo tienes que confiar.
Yo- ¿En qué?
Carlos- En Nunca Jamás. En Félix como hizo él un día en mí. En Alba y vuestra amistad.
Dicho esto, pensé en todos los momentos bonitos pasados con Alba e hice un esfuerzo por creer en aquel lugar y en sus habitantes. Sólo tenía que esperar.