Once Upon A Time...《Peter Pan》

Capítulo 11 / Parte 2

*NARRA YAIZA*
Aterricé sobre la húmeda tierra de un bosque, con raíces de los árboles que salían de la tierra. Me levanté enseguida y agarré con firmeza el colgante que compartía con Alba.
Alba... Cuando yo salté, bueno, el niño me empujó, ella aún no lo había hecho. ¿Qué había pasado al final? Espero que esté bien.
Me adentré en el bosque en busca de ayuda. O de refugio. Algo para sobrevivir. Anduve horas y horas buscando, y no encontré nada. Me paré a descansar en un tronco de árbol tumbado en el suelo. Ese lugar me recordaba mucho al campamento. Pensé en Alba de nuevo. En ella y en su paradero. No soporto la idea de tener que pasar más tiempo sin ella. No otra vez. Haré todo lo posible para reencontrarme con ella.
En el tiempo que pasé en el campamento hice buenas migas con Félix. Espero que Pan no la pague con él. Y pensar que Pan fue quien les permitió estar juntos, y ahora los vuelve a distanciar... Algo me da mala espina. Debe estar ocurriendo algo, porque ese cambio repentino del Pan triste por la ausencia de Alba al Pan que envía a otro lugar a la misma, me resulta extraño.
Estaba yo tan metida en mis pensamientos que al ver a un hombre grande y con mucho pelo enfrente mío de golpe hizo que pegara un grito. El hombre me amenazaba con un... ¿palo? Pero enseguida hizo que me calmase. Decía llamarse Little John, algo irónico para un hombre de sus proporciones. Muy tranquilamente, me preguntó si necesitaba ayuda, a lo que yo respondí con un simple "Sí, por favor".
Él me guió por enmedio del bosque. Llevaba un enorme saco a rastras y un arco en la espalda. Supongo que estando de caza me encontró a mí.
Tras un largo rato caminando, aparecimos en un campamento con cabañas hechas con ramas y telas y pelajes. En el centro había una hoguera, y alrededor de ella muchos hombres de distintos físicos. Uno me llamó la atención. No se le podía llamar hombre, ya que se trataba de un niño pequeño que reía sentado en el regazo de un hombre el cual parecía su padre. Éste, en notar nuestra presencia, se acercó a mí y me reveló que se llamaba Robin Hood.
Robin- ¿Cuál es tu nombre?
Yo- Yaiza.
Robin- Bien, Yaiza. Bienvenida. Podrás quedarte junto a nosotros el tiempo que necesites. Por cierto, ¿sabes manejarte con un arma?
Yo- Más o menos...
Robin- Perfecto. Little John, ves haciendo la cena. Y procura que salga buena.
El hombre volvía a sentarse donde estaba con el pequeño.
Robin- Toma asiento. No vas a crecer por quedarte depié.
Me senté en un tronco al lado de la hoguera, y me puse a ver cómo Little John quitaba la piel a unos animales y los asaba en la hoguera.
El niño pequeño se acercó a mí con un muñeco tallado en madera entre sus manos.
Roland - ¡Hola! Me llamo Roland. ¿Quieres jugar?
Acepté. Estuve junto a él hasta que nos avisaron para cenar. Me negué a comer del pobre animal, así que me alimenté de frutas que había en un cuenco.
Me prestaron una de las cabañas para dormir. Me costó conciliar el sueño, pero acabé durmiendo.