SEGUNDA PARTE

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Cada día que pasaba,  Garfio me repetía lo buena que era con la espada, así como también me repetía lo malo y cruel que es Pan. Yo, simplemente, lo negaba. Luego en mi cabeza, pensaba en si tenía razón. Pan me trataba bien, sí, pero cuando lo conocí tenía que dar la nota cada vez que hablábamos. Pero pese a todo, se porta bien conmigo. Portaba. Llevo muchos días sin verlos, sin saber nada respecto a ellos. No sé qué día es hoy, ni de qué mes. Todos los días eran iguales, excepto uno.
Ese día, al barco llegó alguien. Llegó para quedarse. Era alguien a quién yo echaba de menos, de quien no sabía nada. Vino para quedarse conmigo. Era Will. Aunque no duró mucho su estancia. Lo pasábamos bien mientras él estaba. Me ayudaba, me consolaba cuando me sentía perdida. Como ya he mencionado, duró poco en el navío. ¿Por qué? Porque Garfio lo lanzó al agua. Por defenderme. Hubo un enfrentamiento entre Garfio y yo, y él le plantó cara. Garfio no se lo pensó dos veces: lo ató de pies y manos, le dió un golpe en la sien dejándolo inconsciente, y lo lanzó... Todo esto mientras yo gritaba, tiraba del brazo y pegaba patadas a Garfio, inútilmente. Decidí no hablarle, pero acabé haciéndolo porque no pretendía pasar el resto de los días hablando con los presos moribundos.
Aún no tenía magia. La magia era el único recurso para comunicarme con los demás. Y esa ventaja, me era prohibida.
Pan...
Debió olvidarse de mí. Seguro que no ha hecho ni el mínimo esfuerzo por venir por mí. Por eso las palabras de Garfio resonaban tanto en mi cabeza, porque en parte eran verdad. Cuando viese a Pan se lo echaría en cara.
Esa misma noche, la de la muerte de Will, Garfio hizo una fiesta. ¡Para celebrar que Will había muerto! ¿Se puede ser más repugnante? No lo creo. Yo me encontraba muy angustiada. El chico que dí por muerto dos veces, al fin había fallecido, y está vez de verdad. Aún recuerdo cuando ví a Pan arrancarle el corazón y yo, inconscientemente, lo salvé. Y cuando vine a buscar a Yaiza, Félix y a él, y no estaba porque había escapado. Ahora se había ido... para siempre.
La fiesta se basaba en beber, ver a borrachos, y nada más. En ese momento tenía unas ganas de matar a Garfio tremendas. Estaba apartada de la multitud, y éste, borracho por el ron, se acercó a mí.
Garfio- ¿Qué te pasa, preciosa?
Yo- Fuera de aquí o te mato.
Garfio- Uy, qué agresiva... Bebé un poco, te sentirás mejor. - Dejó un recipiente lleno de ron a rebosar a mi lado. Me lo pensé un poco, pero decidí beber. Así me olvidaría de lo ocurrido.
El primer trago no es que estuviese muy bien. Primero noté un sabor un tanto amargo, que al final acabó convenciendome. Cuando me acabé la bebida, decidí ir a por más. Lloraba, no sabía por que. Tenía ganas. Me acerqué a Garfio, que se encontraba junto otros piratas cantando una estúpida canción. En cuanto éste me vió, me sonrió y me preguntó si venía a por más. Yo solo le tendí el recipiente, y cuando estuvo lleno, me senté a su lado a beber. Perdí la cuenta de los que había tomado. Mi comportamiento cambió. De estar sentada, ahí como si fuese polvo, pasé a estar de pie encima de la mesa cantando la estúpida canción de los piratas. Estaba descontrolada. Bailando y saltando, me caí y fuí a parar encima de Garfio.
Yo- Ups, perdón...- Hice amago de levantarme, pero este me lo impidió acercando sus labios a los míos. Me dejé llevar. No controlaba la situación. No sabía qué hacía. Y por lo que veía él tampoco...

A la mañana siguiente desperté tendida sobre la mesa, con un dolor tremendo de cabeza. No recordaba nada. Garfio estaba en el suelo durmiendo. No recordaba qué había pasado. Tampoco quise saber nada por temor a qué pasó. Desde ese día, me negué al ron rotundamente. Sólo quería irme de ese navío...

Alba, la protagonista de la historia y amiga mía, tiene algo que comentar, más que nada por comprartir su opinión con vosotr@s y saber vuestra opinión. Aquí os lo dejo (palabras textuales de ella misma) :

Quizá no os importe, pero lo quiero explicar:
Ayer, aquí en Barcelona, ocurrió un desagradable suceso. Un muchacho de un instituto de la ciudad, con tan solo trece años, ha matado a un profesor y ha herido a alumnos y profesores. Creo que todos los colegios de Cataluña, a una hora determinada, hemos hecho un minuto de silencio por el maestro fallecido. Espero que no  ocurran más cosas de estas, ni aquí, ni en ninguna otra parte del mundo.
Me sienta muy mal el hecho de que en otros lugares hablen mal de los/las catalanes/catalanas. No somos monstruos. No me gusta que la gente piense eso de nosotros porque nosotros somos personas, al igual que ellos. Muchos hablan de nosotros muy mal y hacen comentarios de muy mal gusto. Vale que cada uno tenga sus pensamientos, pero un poco de respeto no está de más. Esto último viene respecto a los comentarios que han hecho personas acerca del desgraciado accidente de avión que se estrelló. En ese avión, viajaban catalanes, y las personas hacían comentarios como:
-No os preocupéis que sólo han muerto catalanes.
-Han fallecido catalanes, no personas.
- Tendrían que haber más aviones con más catalanes y estrellarse todos.
¿Es normal? ¿Ese es el respeto que se tiene por víctimas de un trágico accidente? Me parece muy feo y me sientan muy mal. ¡Porque no dejan de ser víctimas!
Sé que con este mensaje no voy a llegar muy lejos, porque cada persona es como es y piensa como piensa, y además no pretendo cambiar la opinión de nadie, pero al menos que recapaciten un poco, porque las familias de esas personas lo pasaron muy mal, y tuvo que ser un trago de muy mal gusto recibir esos comentarios. Al igual que lo que pueda pasar con el alumno.
Sólo pido respeto, en nombre de todos los catalanes.
Espero que no os haya molestado con este mensaje.
Força i ànims, Catalunya!
...
Yo creo que Alba tiene razón. Esos comentarios no deberian de hacerse tratándose de desgracias. Mucho ánimo a los catalanes por ese mal trago que han debido pasar. Todos mis respetos.

¡Besos! Espero que os guste la historia. ♡

Once Upon A Time...《Peter Pan》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora