Once Upon A Time...《Peter Pan》

Capítulo 23

Yo- A ver, Pan, sabemos de sobra que no tengo magia.
Pan- ¿Y no quieres aprender?
Yo- Claro que sí, pero que tú tengas no significa que yo también.
Pan- Eres cabezota...
Yo- Lo sé. Bueno más bien soy realista.
Pan- Quieres llevar siempre la razón.
Yo- ¡No es verdad!
Pan- Sí, lo es.
Yo- Pues al menos yo no quiero ser el centro de atención.
Pan- No quiero serlo. Ya lo soy.
Yo- Solo quieres que te quieran.
Pan- Me da igual eso.
Yo- Quieres que te hagan caso, que solo estén pendientes de tí.
Pan- ¿No crees que si quisiera eso los hubiese hechizado?
Yo- Tramas algo.
Pan- Pues ya me dirás tú el qué.
Yo- ¡No lo sé, vale!
Pan- ¡No me grites!
Yo- ¡No me grites tú a mí!
Pan- ¡Yo hago lo que quiero!
Yo- ¡Pues si no quieres que te grité no me hagas enfadar!
Pan- ¡Tienes que aprender a controlarte!
Yo- ¡Para qué demonios quieres que me controle!
Pan- ¡Para usar tu magia, sino serías un peligro!
Yo- ¡Otra vez! ¡Que no tengo magia!
Pan- ¡Te demostraré que sí!
Yo- ¡Y tú qué sabes!
Pan- ¡Lo sé todo y nunca fallo!
Yo- ¡PUES EN ESTO LO HAS HECHO!
Me iba en dirección al campamento. Pan vino detrás de mí y me agarró del brazo.
Pan- ¡Créeme, no lo he hecho!
Yo- ¡PAN, SUÉLTAME!
Al decir eso, me giré de cara a él y lo empujé. Quizás hice algo más, pero no era mi intención.
Al girarme y empujarle, algo salió de mí, como una "fuerza mágica", que hizo que empujara a Pan con más fuerza, y éste saltara por los aires y aterrizara varios metros lejos de mí.
Yo- ¡Pan!- Me asusté. Miré mis manos. Brillaron por poco tiempo.- ¡Pan!- Fui corriendo a ayudarle ya que no se movía del suelo. Me arrodillé a su lado y ví que tenía un corte en la mejilla y otro en el brazo- ¡Pan, lo siento! -Empecé a sacudirle un poco, a ver si reaccionaba.
Pan- No tienes que disculparte. Lo has conseguido. - Abrió de golpe los ojos y se puso de pié con mi ayuda.
Yo- ¡Que susto me has dado!
Pan- ¡Y tú a mí! ¡El salir disparado no estaba dentro del plan!
Yo- ¿Esto es lo que me ibas a enseñar, a hacer daño?
Pan- Si te controlas, no harás daño a nadie.
Yo- Espero.
Pan- Ahora, ya que tú me has hecho daño, tú me curarás.
Yo- ¿Cómo?
Pan- Concéntrate.- Me tendió su brazo.
Cerré los ojos y puse mi mano sobre su herida, a una distancia considerable. Cuando los abrí, ví que resplandecía mi mano y cuando la retiré, ya no había herida.
Yo- ¿Lo has visto? ¡Lo he hecho!
Pan- Te falta una...
Hice lo mismo con la de la cara. Cuando la curé y retiré la mano, nos quedamos mirando fijamente a los ojos. Le abracé.
Pan- Eres difícil. -Dijo mientras me respondía al abrazo.
Yo- Y tú idiota.
Reímos. Nos volvimos al campamento. En el fondo no era tan malo...