Capítulo 18/ Parte 2

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Pasaban los días. Algunos de ellos, Mulán abandonaba el castillo y se iba a dar una vuelta por el bosque. Campanilla seguía visitándome todos los días. Aurora y yo nos íbamos a pasear por el bosque, a recoger flores, o a cabalgar con nuestros caballos. Me regalaron una yegua blanca preciosa. La verdad es que hacíamos una pareja perfecta por los senderos que Aurora me había enseñado.
El día siguiente era un día especial. Era el cumpleaños de Aurora. Especial en el sentido: qué bonito, es su aniversario. Aunque sabemos que no iba a ser así. Maléfica estaría rondando por allí cerca para que Aurora se clavara esa estúpida aguja. Estaba dispuesta a hacer todo lo posible para que no sucediera. En el tiempo que llevaba con Aurora había descubierto que era una muchacha encantadora, y no estaba dispuesta a que esa bruja le hiciera daño. No porque no. Y punto.
No tenía nuevas de Yaiza, hasta hacía unos días. Mulán nos contó que había conocido un grupo de cazadores en sus viajes a los bosques, e hizo buenas migas. Ellos, al ver lo buena luchadora que era, decidieron darle un techo bajo el que dormir. Es decir, que querían que se uniera a su grupo. Y ella claro que lo hizo. Nos dijo que nos los presentaría, y ese día fue el que os narraré a continuación...
Nos encontrábamos a una semana del cumpleaños de Aurora. Ella y yo planeábamos sobre el banquete que habría el día mencionado. Pese a que la profecía decía lo que decía, se iba a montar la fiesta igualmente (así lo decidió Aurora). Mulán se acercó a nosotras.
Mulán- Princesas.- Hizo una reverencia.- Tal y como prometí, os presentaré a los hombres que me encontraron. Y aquí están... - Se giró e hizo una seña a un grupo de hombres. Entre ellos se distinguía a un niño pequeño y una muchacha. El hombre que iba en cabeza, y tenía tatuado un escudo de un león, parecía ser el líder. Cuando estuvieron más cerca, ví mejor la cara de la muchacha. Era morena de ojos claros, y en su cuello lucía un colgante de medio corazón azul.
Yo- Yaiza... - Me dio una subida de adrenalina. La alegría y la euforia me invadía de la cabeza a los pies.- ¡Yaiza! - Mientras los demás del grupo hacían una reverencia, ella y yo nos fundimos en un cálido abrazo.
Tras presentarnos todos, nos prepararon la mesa para comer. Yaiza se sentó a mi lado. Estuvimos contándonos todo lo que había sucedido.
Yaiza- Y bueno... ¿Sabes algo sobre... tú ya sabes quién?
Yo- ¿Pan?- Asintió.- Se presentó en la fiesta de mi coronación.
Yaiza- ¿¡Jura!? - Reí ante su comentario y a regañé por sus modales, de broma.- Perdón... ¿Y qué pasó?
Yo- Le dije que se fuera...
Yaiza- ¿No pediste explicaciones ni nada por el estilo?
Yo- No... - Suspiré.- Cambiemos de tema.
Yaiza- Mejor.- Sonrió.
Seguimos hablando durante mucho tiempo, le enseñé mi alcoba, pasamos un rato divertido. Aurora los invitó a su fiesta, y aceptaron venir.
Ya entrada la noche, estaba en mi alcoba, sentada en la cama. Para mi sorpresa, en medio de la habitación apareció una persona. Según me habían descrito, era Maléfica. Me puse en pie de golpe.
Yo- Maléfica...
Maléfica- Hola, mocosa. Han llegado a mis oídos que te han coronado princesa...
Yo- Así es.
Maléfica- Qué bien... - Dijo con repugnancia.- En realidad no he venido para eso. - Empezó a dar vueltas por la habitación.
Yo- ¿Y bien?
Maléfica- Dentro de nada es el cumpleaños de tu 'hermanita'...
Yo- Lo sé.
Maléfica- Y como sabrás yo...- La interrumpí
Yo- ¿Qué querías?- Me mantuve seria y firme.
Maléfica- Tú también eres un estorbo para mí, y ahora que eres princesa más aún. Pero déjame hablar...-Me fijé en el bastón que llevaba en la mano derecha. Era idéntico al de la anciana del bosque... Oh, claro.
Yo- Tú... Tú eras la anciana del bosque...- Sonrió maliciosamente. -¿Por qué me dijiste todo aquello?- Ella seguía dando tumbos. Se quedó enfrente mío, aunque de espaldas.
Maléfica- Vine para decirte que Aurora se pinchará con una rueca. Será hipnotizada por una luz parpadeante... Y el efecto del pinchazo será... Bueno... Quedará dormida profundamente, al igual que todos los habitantes de este reino...- Se giró a verme.- No te intentes interponer.- Me retó y se marchó, desapareciendo.
Claro que iba a interponerme.

Once Upon A Time...《Peter Pan》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora