Capítulo 6

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Yo- Lo abandonaste... ¿Por qué lo hiciste? ¡No tendrías que haber ido a beber! ¡Pero claro, prefieres ser una... borracha antes de cuidar de tu hijo! La desaparición te fue bien merecida. Pobre Félix...
Me fui llorando a mi cuarto y cerré de un portazo. Recogí todo lo del baúl y lo metí dentro de él mientras las lágrimas caían por mis mejillas sin detenerse.
Empecé a insultar a todo lo que encontraba en mi camino. Daba golpes a las paredes y puerta. Me acerqué a mi escritorio y me hice con lo primero que ví. Eran unas tijeras. Necesitaba desahogarme apretando algo, y sin apenas pensar lo que hacía aferré el objeto entre mis manos y lo apreté lo más fuerte que pude. No me dí cuenta de lo fuerte que lo hacía hasta que ví bajar por mi mano una hilera de sangre. Tiré las tijeras al suelo. Al bajar la mirada ví el colgante con forma de medio corazón rosa. Me tiré al suelo a llorar. Me sentía sola y engañada. Me agarré el colgante con la mano cortada. La camiseta se estaba manchanso ligeramente de sangre, pero no me importaba. Estaba enfadada, triste, y cansada. Sin darme cuenta, caí en unprofundo sueño, aún en el suelo.

Era mi primer día de instituto. Mi hermano Félix me esperaba para llevarme, ya que íbamos al mismo.
Yo- Adiós mamá, te quiero.
Marta- Adiós cariño.
Me subí en la moto con mi hermano. De camino,pasó algo extraño. Me empujó de la moto y caí al suelo.
Yo- ¡Félix!¿Qué haces?
Félix- ¡Alba, no puedo acompañarte!
Yo- ¿Por qué? ¿Félix qué sucede?
En ese momento, apareció un tornado que se acercaba hacia nosotros.
Yo- ¡Félix, agárrate a mi mano, corre!
Félix- ¡No puedo! ¡No es culpa tuya! ¡He de irme!
Yo- ¡No Félix, por favor, hazme caso!
Félix- Te voy a echar de menos.
El tornado se tragó a mi hermano.
Lo había perdido. Lloré. 《¡No es tu culpa!》 Es cierto Félix. Yo no te abandoné.

Me desperté de golpe. Estaba metida en mi cama, con la mano vendada en una tela marrón. La habitación estaba recogida. La puerta seguía cerrada. Marta no lo había hecho. No lo ha hecho nunca, hoy no será una excepción.
Decidí salir al balcón a tomar un poco el aire. Miré al cielo. La luna, tan blanca rodeada de estrellas, iluminaba las calles en plena noche. Miré hacia el suelo.
Había sido él. Él había subido a mi habitación por los salientes de la pared. Él me había vendado. Él, el que acabo de ver corriendo alejándose de mi casa. El muchacho de la capa y la cicatriz.

Once Upon A Time...《Peter Pan》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora