(11) Tregua

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ADVERTENCIA: EL DIABLO ES PUERCO CUANDO HAY CAP SEXOSO DE IANN Y SUMMER. PÓNGANLE CONDÓN PORQUE SE VIENEEEE 😈

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CAPÍTULO 11

Tregua

SUMMER

Despierto sintiendo la respiración de Iann en mi nuca y sus brazos a mi alrededor.

Es la primera mañana en la que me despierto en paz.

Qué bendición.

Me remuevo entre sus brazos y él gruñe, no dejándome ir. Suelto una risita suave.

—Tengo que ir al baño... —susurro.

—No. Tú eres mía, así que te quedas conmigo —su voz ronca me moja las bragas.

Me gusta el lado posesivo de este hombre, y no me da miedo admitirlo. Creo que me gustaría que me lo dijera más seguido.

—Dame cinco minutos y estoy de nuevo contigo, ¿sí? —le susurro y frunce el ceño aún con los ojos cerrados.

—Más te vale, Summer... —me deja ir y se acomoda en la almohada.

Sonrío y voy rápido al baño. Me cepillo los dientes y mientras lo hago, él entra segundos después, con el cabello negro alborotado y los ojos entrecerrados, le entrego un cepillo de dientes. Así pues, se dedica a cepillarse los dientes.

Salgo del baño cuando termino. Me sigue detrás al terminar y no me quita la maldita mirada de encima, es como si me quemara con ese par de jadeitas que tiene por ojos. Yo sé lo que está pretendiendo, lo conozco muy bien.

Y no me place decir que no estoy preparada para esto.

Es decir, estoy depilada... huelo bien y todos los aspectos físicos que conllevan, excepto uno...

Que si dejo que me la meta, me va a doler un coñazo...

Tres años de solo frotarme no me ayudaron en absolutamente nada. Ni siquiera consideré comprarme un vibrador o un dildo...

No sé, no sentía que me iba a placer mucho. Prefiero los penes reales.

Bueno, cada quien.

Enciendo la tele, tratando de ignorar sus deseos más oscuros.

Es la primera vez que me pongo a ver televisión en casa de mi padre, pero esto no duraría mucho, pues Iann se tumba a mi lado y me abraza por la cintura, poniendo su rostro entre mis tetas. Y me mira como un niño bueno que espera a que le den su premio.

—Ponle el pestillo a la puerta —digo finalmente y sonríe victorioso.

Se levanta de la cama y hace lo que le he pedido. Cuando vuelve, no pierde tiempo y se quita la camisa, revelando su torso tonificado y sus benditos tatuajes. Ahora hay más de los que solía haber. Y le quedan de puta madre.

Corazón Sin Rostro [+18] || PARTE I Y II ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora