IANN

788 94 57
                                    

Revelaciones

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Revelaciones

IANN

24 de Diciembre del 2019

Nunca vi a Summer tan furiosa como lo estaba ahora.

Ciertamente, me daba miedo. Por algo, nunca la hacía enfadar.

Así que, como buen novio, después de comprar los regalos. Pasamos al parque y la invité a un helado, aunque, el clima no ayudaba. Pero eso no le importó mucho y nos sentamos todos en una banca, en silencio.

Un silencio muy incómodo, debo decir.

Comprendía muy bien su furia y empatizaba con ella. ¿No fue así como la conocí la primera vez?

—Okey, voy a matarlo —dijo una vez terminó su helado, se puso de pie y la tomé por la cintura para que se sentara de nuevo.

—Primero que nada, necesito que te calmes o voy a empezar a perder la paciencia —determiné, en realidad, siempre soy paciente con ella pero cuando se vuelve así de impulsiva, me da miedo.

—¿Y qué se supone que haga? ¿Olvidarme de eso? —se quejó.

—Por el momento, quiero que lo hagas. Luego de las fiestas, tú y yo iremos a-

—Summer, tienes que ver esto —Alice se acercó para echarle más leña al fuego.

La castaña no dudó ni un segundo y fue junto a la rubia, yo las seguí detrás y Sue también coincidió conmigo. Nos aproximamos a unos arbustos y nos escondimos entre ellos, dejamos un pequeño espacio para mirar lo que, a continuación, sería el peor acontecimiento que podríamos haber presenciado alguna vez.

Summer estuvo a punto de gritar e interrumpir la propuesta de matrimonio de Erik a la que parece ser su otra novia. Sin embargo, tapé la boca de la castaña —sin hacerle daño, por supuesto— y la mantengo capturada en mis brazos. Alice tuvo la idea de grabar el suceso, ya que nos encontrábamos unos cuantos metros lejos de ellos y Summer se tranquilizó. Retiré mi mano de su boca y permaneció en silencio, mientras mirábamos vilmente cómo él le entregaba el anillo de diamante de Zara, que supuestamente se había extraviado en uno de sus tantos viajes a Nueva York.

Ahora todo cuadra, ¿no?

Él no estaba con Zara porque la quería o que alguna vez sintiera algo por ella. Estaba con Zara por dinero.

Algo que ya sospechaba desde hacía un tiempo.

Contempló el panorama lo suficiente y cuando por fin se cansó, caminó fuera de los arbustos para sentarse en silencio en la banca. Sabía que tenía muchas ganas de ir e interrumpirlos, humillarlo frente a todo mundo y desenmascararlo, pero quizás se trataba del momento perfecto para hacerlo.

Se rindió por completo ante la idea de ir a enfrentarlo. Y se puso de pie nuevamente. Esta vez regresamos al estacionamiento y estando allí, simplemente cambió su actitud y dado que ya era hora de irse a casa, se despidió de los demás. No dijo ni pío en cuanto entramos en el auto, cambié un poco los planes y decidí llevarla a ella y a Alice a comer. Ninguna pareció negarse al respecto.

Corazón Sin Rostro [+18] || PARTE I Y II ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora