(45) Confesiones de año nuevo

585 92 54
                                    

CAPÍTULO 45

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO 45

Confesiones de año nuevo

31 de Diciembre del 2019

Otro año que se va.

Otro año en el que todavía no conozco a Alex Turner.

Summer...

Ya me quedan muy pocos meses para acabar el ciclo escolar y por fin poder graduarme. Mierda, voy a extrañar mucho el colegio... por muy raro que suene, es mi más honesta declaración. Si bien, estos últimos años de secundaria no han sido los mejores. Mis amigos lo compensan en todo.

Y hablando de ellos, quedamos en hacer una fiesta de año. Que principalmente la organiza Camille, porque tiene una afición con el orden, limpieza y organización... diría que de todo el mundo. Intenté ofrecerle mi ayuda y la rechazó, muy gentil, por cierto.

De todas formas, confío en su obsesión poco sana por mantener el orden en cualquier circunstancia.

—¿Qué haces, cielo? —mamá se gira en mi dirección sin dejar de mover la paleta sobre la sartén.

Mira primero la cámara de vídeo y luego mi rostro, enarca una ceja. Sólo sonrío de oreja a oreja mientras aprecio la parpadeante luz roja que indica que la grabación se está ejecutando correctamente.

—Documento las últimas horas del año —informo muy contenta.

—Bueno, ¿por qué no mejor vas a documentar a tu tía con las miles de cosas que se echa en la cara durante la mañana? A lo mejor podrías hacer una versión mejorada de Gremlins.

—Qué cruel eres con tu hermana, mamá —ella sólo se ríe sin escrúpulos.

—Desde que le dieron esa cámara no ha dejado de grabar cada rincón de lo que sucede en esta casa —se queja mi hermano mientras ingresa en la cocina.

—Déjame, cuando me haga una directora famosa y me quieran hacer un documental, esto me servirá para demostrar lo desquiciada que está mi familia y que yo soy la única normal —bromeé, enfocándolo a él.

—Bueno, yo no era él que se bañaba en la taza del inodoro —mierda, eso quedó filmado.

—¡Trev, ahora todos van a saber que me bañaba en la taza del inodoro! —le reproché.

—Yo no mencioné tu nombre, pero ahora ya todos saben que eras tú —sonrió divertido, sentándose a mi lado.

Suspiré y decidí cambiar de tema, si pretendo sacar esto al público, me aseguraré de cortar ciertas escenas de poca relevancia.

—Dime, Trevor. ¿Cuáles son tus propósitos de año nuevo? —lancé la pregunta.

—Dormir bien y comer sano mientras equilibro todo esa presión de la universidad —oh, vaya, qué productivo.

Corazón Sin Rostro [+18] || PARTE I Y II ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora