5.Alertas

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Me levanté con cierta pesadez ya que todavía tenía un poco de sueño pero la princesa necesitaba de nosotros así que lo hice, agarré los nuevos pantalones que su alteza nos había y me los puse justo cuando iba a hablarle a Jonathan me dí cuenta de que estaba profundamente dormido, seguramente no podía dormir por sus pesadillas, así que lo dejé dormir. Seguí vistiéndome y me fui en busca de Reneé para entrenar con las armas ya que estaba un poco oxidado.

Pronto me encontré con Lady Diana que llevaba una bandeja y unos restos de comida

-Buenos días, Lady Diana-hice una reverencia-¿Me podría decir en dónde se encuentra Reneé?

-Oh, claro se encuentra en la habitación de la princesa-respondió ella-Espere aquí y deje que lo guie

Asentí, y el pequeño sonido de sus pisadas se fue alejando al igual que su silueta, a lo cinco minutos estuvo otra vez conmigo

-Sígame por favor-habló mientras caminaba-Recuerde que usted no puede pasar a la habitación de su majestad así que esperará afuera

-Lo sé

Seguimos caminando, la verdad es que por esta parte del castillo nunca había estado, era algo más sencilla que el resto del castillo, por fin llegamos al final del pasillo y apareció una puerta que abrcaba toda la pared del fondo, la puerta era blanca con toques dorados y un poco garigoleada, también se apreciaba las iniciales de la princesa EG, Elisa Grayson, a continuación Lady Diana abrió la puerta y nuevamente la volvió a cerrar, se escucharon unos cuantos murmullos y luego salió Reneé

-Buenos días Sir Winslet-dijo con una reverencia

-Buenos días

-Lady Diana me dijo que necesitaba de mi, ¿Qué se le ofrece?

-Veo que estas ocupada, así que solo venía a decirle que necesitaba las llaves de las armas para entrenar un poco-respondí

A continuación ella sacó de un bolsillo las llaves que utilizaba para abrir la sala de entrenamientos

-¿Le pasa algo a la princesa?-pregunté sin poder evitarlo

-Nada en absoluto, está profundamente dormida pero como su corte debemos de permanecer siempre con ella-respondió

-Eso era todo, gracias-dije haciendo otra reverencia

Ella hizo lo mismo y volvió al cuarto de Elisa, a continuación me dirigí a la sala de entrenamientos pero antes de llegar me perdí un par de veces ya que no había memorizado el camino por el que me trajo Lady Diana, cuando por fin llegué abrí la sala de entrenamientos, agarré una espada que estaba muy bien afilada que incluso brillaba a la luz del sol

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Me estiré y bostecé perezosamente, me dí la vuelta y vi que Paul no estaba así que me imaginé que el estaba ya despierto entrenando, me vestí muy lentamente ya que no despertaba del todo, fui a la sala de entrenamiento y ahí estaba Paul entrenando muy concentradamente, dispuesto a hacerle pasar un buen susto me acerqué a él sigilosamente, cuando le iba a dar un buen golpe el se volteó justo a tiempo y dando un espadazo al aire, ya que por suerte logré esquivarlo sino me hubiera partido a la mitad.

-Hasta que te levantas Jhon, perezoso-dijo Paul sonriendo

-Sí dormí muy bien-me moví en frente de él-Deberías de tener más cuidado con esa cosa podrías haberme matado

-Si, bueno yo no soy el que iba a atacar sin nada

-Ya sabes que yo no agarro armas-respondí un poco serio, no me gustaba ese tema

Dos mundos, un destino #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora