40. Corona

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La odiaba, la odiaba por haberlo engañado y salir a la pelea arriesgando su vida. Ahora tenía que concentrarme en destronar a la reina y capturarla. El constante golpe de los pasos caminando por el agua sonaban. Todos guardaban silencio, no sabría decir si era porque todos en algún punto tenían miedo o por si simplemente me notaban tan furioso que pensaban que los podría matar. Una chica de la edad de Elisa caminó a mi lado, traté de recordar su nombre, Helen su nombre era Helen, si no fuera por las circunstancias y porque estaba perdida,ente enamorado de Elisa, Helen hubiera sido otra conquista.

-Estará bien-dijo Helen segura-Es fuerte y te puedo asegurar que es bastante buena luchando

-Gracias-contesté, no sabía si era lo ideal para contestar, pero agradecía que me intentaba animar

-Es bastante raro, a pesar de que estamos por debajo no logro escuchar ningún sonido de la guerra que hay-dijo Adelia

-Eso es porque estamos a unos cuantos metros bajo tierra Adelia-habló un muchacho rebelde-Si mis cálculos no me fallan, estaremos adentro del castillo en unos doce metros

Doce metros y todo esto se acabaría, seguimos corriendo para tratar de llegar lo más rápido que podíamos. Las respiraciones sonaban, teníamos que aligerar el paso si no, gastaríamos nuestras energías antes de tiempo.

-Tenemos que bajar el paso-habló Helen

Y así lo hicimos ahora sólo íbamos trotando. Después de lo que fueron unos cuantos interminables minutos encontramos una alcantarilla. Estábamos dentro, era el jardín.

-Bien, será mejor que a partir de ahora no hablemos-susurré-Ocúltense y recuerden que el objetivo es la reina, no le hagan daño

Todos asintieron, íbamos como sombras hasta que por fin entramos al palacio. Unos guardias iban en camino hasta donde se estaba llevando a cabo la guerra. No se dieron cuenta de que estábamos ahí así que salieron a pelear. Seguimos trotando hasta que subimos las escaleras y entramos a los corredores de la parte de arriba. Un grupo de soldados nos estaban esperando.

-Si creen que pasarán están equivocados-dijo el que parecía el líder

-No creemos, vamos a pasar-habló Helen segura

Eran diez y nosotros apenas éramos seis, nos superaban obviamente en número, tal vez así fuera pero yo confiaba en cada persona de las que estaba aquí.

-Jonathan, adelántate-habló Adelia-Nosotros los detendremos a ellos

Asentí y ellos empezaron a pelear. El que parecía el líder detuvo mi paso pero un rebelde se encargó de él. Tenía que correr y buscar a la reina, ¿pero en dónde? Imaginé que estaba en la parte más alta, normalmente ahí encerraban a los reyes o reinas. Subí lo más rápido que pude por las escaleras, necesitaba apresurarme. Llegué y había un pasillo el cual tenía una puerta hasta el final. En la puerta había un hombre, era bastante fuerte y podría decir que estaba cerca del metro noventa y algo.

-Hasta aquí llegaste muchacho-aquel hombre se paró bien y tuvo su espada en alto

Corrió hacia mí y me trató de golpear, tal vez era fuerte y alto pero era lento, lo cual me daba ventaja. El hombre al ver que lo esquivé se dio la vuelta y volvió a poner su espada en posición. Esta vez yo atacaría, no lo mates, pensé. Corrí a él y traté de darle en uno de sus brazos pero el lo bloqueó y me empujó hacia atrás. Tenía que volver a intentarlo pero esta vez del otro lado.

-Ese truco no funciona ni a la primera ni a la segunda-dijo cuando bloqueó el golpe, pero esta vez me dejé caer para darle un espadazo en su pierna derecha, le había dado, no se desangraría pero ahora le dolería moverse

Dos mundos, un destino #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora