37.Primer ataque

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Los demás ya estaban en el punto de reunión. Cuando volvimos sus miradas estaban furiosas pero luego se convirtieron en unas miradas curiosas al ver a Julio detrás de nosotros. Adelia se adelantó a recibir a Jonathan en un gran abrazo para luego susurrarle algo.

-¿Dónde se habían metido?-preguntó Helen enojada-Íbamos a buscarlos ya

-No tienes de que preocuparte Helen-respondí-Estábamos en buenas manos

-¿Y ese quién es?-preguntó Mia una chica rebelde

-Su nombre es Julio, está de nuestro lado-hablé

-Ya está comenzando su trabajo princesa-habló Adelia

-Es momento de ir a la ciudad-dije mientras montaba en mi cabello-¡Vamos!

Todos siguieron mi ejemplo y montamos a caballo. Pronto Julio se posicionó a mi lado.

-Princesa, sería un honor que me dejase guiarlos a la ciudad conozco la ruta más corta, estaremos ahí en dos horas como mucho-dijo Julio

-Entonces guíanos-dije-¡Mia! Manda a la paloma para que todos los rebeldes se preparen, tienen tres días para prepararse en Elleyia

-¡Sí, su majestad!-dijo ella mientras se escuchaba el chillido de una jaula y luego se escuchó el aleteo de una paloma-¿Majestad, no cree que es poco tiempo para prepararse?

-No, debemos atacar rápido antes de que Tomás nos delate contra el rey y tenga tiempo para armarse

Nadie dijo más en todo el camino. Cuando llegamos a la ciudad esta nos recibió con un camino lleno de piedrecitas y estatuas a los lados. Muchas personas nos miraban, hasta que la guardia de Allweed nos recibió para pararnos.

-¿Quiénes son?-preguntó un guardia

-Somos viajeros señor-dije-Venimos a su ciudad en busca de refugio para pasar unos cuantos días y luego irnos

-¿De dónde vienen?-preguntó otro guardia

-Del este-respondí

Los guardias nos analizaron por unos momentos, a simple vista sí parecíamos inofensivos y sí parecíamos viajeros. Los guardias intercambiaron miradas entre sí para luego asentir y dejarnos pasar.

-Bienvenidos a la ciudad principal de Allweed-respondieron al unísono

Nosotros pasamos lo más normal que pudimos y seguimos avanza hasta llegar a un edificio de hospedaje. Bajamos de los caballos y entramos. El olor a comida se apoderaba de aquel lugar. Un hombre bigotón apareció frente a nosotros junto con su esposa.

-¿Cuánto tiempo?-preguntó el señor

-Un día y medio-contestó uno de los rebeldes

-Por aquí-la señora se encaminó a llevarnos a nuestras habitaciones-Veinte monedas de plata por favor

Le di las monedas y nos dejó en nuestras habitaciones cada uno tenía una habitación distinta. Tocaron a mi puerta.

-Adelante-dije

La puerta se abrió y Jonathan entró.

-¿En qué te puedo ayudar?

-No te pongas así de formal cuando en el barco me estabas coqueteando

Cuando dijo eso inmediatamente me sonrojé.

-¿Qué quieres?

Jonathan sonrió y se sentó en la cama, luego me observó detenidamente.

-No puedo creer que ya no seas aquella princesa que conocí en el palacio-habló Jonathan con cierto disgusto-Has cambiado

-Las personas cambian

Dos mundos, un destino #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora