9.Encerrados

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Siento el impulso, una niña al fin y al cabo, una chica que debe asumir el matrimonio por su gente, no solo su gente sino también por las personas que amo, tengo miedo. Mis muñecas aún siguen rojas por el agarre de Jonathan, sus ojos no eran los mismos, por primera vez lo vi como alguien que podría matarme si lo quisiera.

Sabía que no podía huir así como así, como él había dicho, eso era de cobardes y yo no era ninguna cobarde, lo que me enseñaron fue siempre afrontar los problemas aún en contra de mi felicidad. Tocan la puerta una, dos, tres veces y contesto finalmente es Reneé quien me busca para indicarme que debo seguir organizando esto, por suerte no se dio cuenta de las marcas. Me levanto de mi cama y bajo las mangas de mi vestido y la sigo.

Las dos caminamos sin decir una palabra, el ambiente en el castillo es cada vez más lúgubre conforme la fiesta se va acercando, me casaré con un completo desconocido, solo tendré un par de horas para elegir aquella persona con la que pasaré el resto de mi vida atada a él.

-Elisa, ¿me estás escuchando?-preguntó Diana por no sé cuántas veces

-Lo siento-respondo-¿En qué estábamos?

-En si quieres que sea en el jardín o aquí-volvió a repetir Diana con cierta impaciencia

-En el jardín, siempre he creído que tiene un cierto tono mágico

-¿Sabes? Mi mamá decía que tú te pareces demasiado a tu madre, decía que desde pequeña tenías ciertas actitudes que te hacían igual a ella-dijo Diana mientras hacía ciertas anotaciones, pude ver como tenía una sonrisa un tanto forzada

Ella había perdido a su madre en uno de los ataques al castillo, eran muy apegadas, pero desde que pasó, Diana se forzó a madurar, podría ser pequeña pero sabía muchas cosas, eso es lo que obliga la muerte, a que uno cambie y madure.

-Tu mamá siempre era muy buena cuidando, era como una segunda madre para mí-dije mientras la observaba-Le prometí que siempre cuidaría de ti y que a donde yo fuera tu irías

-Elisa, ¿no tienes miedo?-preguntó ella dejando las anotaciones y ahora viéndome curiosa, al darse cuenta de que no sabía a lo que se refería prosiguió-Digo, a casarte con alguien que apenas conoces

-Claro que tengo miedo, pero es algo que debo asumir, lo hago por ti, por Reneé, por todos

-Bueno, lo que me anima es que, al menos los ataques han parado-dijo Diana-Sé que serás una excelente reina Elisa, confío en ti

Y ese era el problema, todos confiaban en mí pero yo no lo hacía, sabía que en cualquier momento iba a fallar. Así seguimos durante un tiempo, hablando y viendo los arreglos para el baile, lo agradecía ya que ahora mismo no quería estar con nadie, excepto con Diana, ella siempre había sido como una hermanita para mí. Cuando terminamos me quedé un tiempo más ahí, recordando los viejos tiempos, cuando aquí era todo alegría y no sabía todo lo que tendría que vivir, era un ciclo, era mi jaula ahora.

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Me arrepentía, sé que la lastimé y ahora ella me veía como un monstruo, ¿pero eso era no?, un monstruo que no merecía el perdón de nadie, al fin y al cabo yo fui el que dañó a muchas personas, el que destruyó familias a cambio de comer, pero luego mi amigo, que decir mi hermano Paul, me sacó de ese infierno, él me fue cambiando poco a poco y le agradezco, ya que sin él no sabría dónde estaría ahora.

Paul entró a la habitación como no con su sonrisa que tanto le caracterizaba, se veía feliz e imaginé el por qué y me alegraba demasiado por él, mis problemas serían para al rato, le debía muchas a mi hermano, él era mi única familia y me aceptaba tal y como era.

-¿Reneé?-pregunté sonriendo

-Esa chica, es fantástica-dijo él

Vaya si que el amor saca todo.

-¿Ya te dio una paliza?

-Ja...ja...ja muy gracioso Jonathan-dijo el sarcástico-Ella es toda una dama

-Una dama con problemas de autocontrol-dije recordando el golpe que me dió tiempo atrás

-Vamos, tampoco es tan mala, además te lo merecías-habló él mientras se quitaba sus zapatos-Vaya que sacar a la princesa de palacio, así porque sí

-Bueno, bueno que lo entiendo-dije alzando las manos-¿Y ahora qué? Resulta que es el amor de tu vida y que te vas a casar con ella

Me mira seriamente a los ojos, espera ¿no estará hablando en serio o si?, mi hermano, el rompecorazones, el que nunca podía estar sin una chica diferente cada noche.

-¿Es enserio?-pregunté

-Sí, lo he estado considerando bastante, el rompecorazones de Paul, decidirá al fin quedarse con una-paró mientras veía sus manos y observa que entre ellas había una sortija, luego levantó la vista y me observó-Quiero que estés ahí

-Sabes, que si, así cuando luego te de una paliza, pueda presenciarlo-dije con una sonrisa

-¿Y tú qué?-preguntó

-Yo ¿qué?-pregunté

-Como vas con Elisa-respondió él

-Ni lo preguntes

-Oh, pensé que ya habían pasado esa etapa de odio

-Y lo habíamos hecho, es solo que las cosas se salieron de control y bueno, ahora me odia

.-Oh vamos, no debe ser tan malo lo que has hecho, se que eres estúpido pero tampoco creo que a tal grado

-Gracias, supongo-digo mientras agarro una silla la volteo de modo que el respaldo queda enfrente de mi pecho-Pero tu sabes dijo la palabra

-Por favor Paul, no eres un niño, asesino, no es tan malo-dijo mientras me veía cauteloso-Es algo de tu pasado, te arrepientes de eso y has cambiado, punto

-Bueno, tú no tienes cientos de muertes tras tus pies-digo a la defensiva-Es mi prisión y moriré con ello

-Necesitas hablar con ella-dijo finalmente mientras se acostaba en su cama

-Va a saber que soy un monstruo y me temerá-respondo

-Puede ser, pero es mejor decirle, te quitarás ese peso de encima

Y sabía que era lo mejor, pero siempre exisitría la posibilidad de que me odiara, pero al menos sería honesto con ella, solo necesitaría un tiempo a solas con ella, y cuanto antes mejor.

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¡Hola! Ha pasado un largo tiempo, no hay excusas xD, pero bueno estoy trabajando mucho en la historia así que espero que les haya gustado, bueno, no sé ustedes pero Paul es muy cursi (encantador) xD. Bueno espero que me sigan leyendo ¡Nos vemos! Besos.

Dos mundos, un destino #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora