Había decidido quedarme un poco más de tiempo afuera en el jardín, cerré los ojos y rememoré todos aquellos momentos que estuve en el palacio, cuando en cierto modo todo era más fácil. Vamos Elisa, tienes dieciocho años compórtate como la adulta y la princesa que eres, enfrenta la realidad. Suspiré y decidí entrar a la casa, no había nadie así que me imaginé que todos se habían ido, iba a hacer lo mismo cuando una voz me llamó.
-¡Princesa!
Volteé y ahí estaba Tomás, por un lado se veía molesto pero por otro se mostraba feliz.
-Tomás, ya te dije que entre nosotros no hay formalidades, me conociste como una chica normal y quiero que me trates como una chica normal
-Entonces, si así lo quieres... ¿por qué nunca nos dijiste que eras la princesa?
Una mezcla de furia y curiosidad se apoderó de él haciendo que me sintiese culpable por haberle ocultado aquella información, hablaría con él lo más tranquilo que pudiese. Sabía que no aguantaría otra pelea.
-Lo siento Tomás pero la verdad es que al principio no lo hice porque desconfiaba de ustedes-expliqué-Pero luego cuando confié en ustedes, me di cuenta de que me gustaba que me trataran como una chica normal y no como la princesa
Por eso y por su seguridad, si se corría la voz de que la princesa seguía viva y que vivía con ellos, les arrebatarían la vida, además de que serían acusados de traición.
-Zoey...digo Elisa si lo hubieras dicho desde el principio lo hubiéramos entendido-Tomás se pasó la mano por su cabello en señal de desesperación, luego me miró nuevamente-Somos tus amigos y si querías que te tratáramos como siempre así sería. Pero ahora...la verdad es que diría que sólo te conozco superficialmente, en realidad no sé nada de ti y tampoco Helen, ¿sabes el daño que le hiciste?
-La verdad es que me lo imagino ha de estar bastante decepcionada
-Tampoco podíamos dejarte ir así como lo hiciste, necesitábamos ver que estabas bien-continuó Tomás-No podía dejarte ir tan fácil
Y en sus ojos apareció un momento de tristeza, lo cual hizo que me sintiera mal al instante. No quería hacerle daño. Luego todo rastro de enojo de los ojos de Tomás desapareció y en cambio su mirada se convirtió en una de cariño, dudó un momento de sus movimientos pero luego se decidió a abrazarme como nunca lo había hecho, hizo que mi corazón latiera rápidamente y por unos momentos me olvidé de Jonathan.
-No me abandones jamás-susurró Tomás en mi oído mientras me seguía abrazando
-No lo haré
Tomás se separó de mi y me dio un beso en la cabeza y luego sonrió.
-Sólo te perdonaré si retomamos esa cita-sonrío él de lado pícaramente
Sonreí ante su comentario, él era completamente diferente a Jonathan. Tomás me había perdonado por no haberle dicho de mi verdadera identidad mientras que Jonathan se puso furioso y me dejo ahí plantada.
-No desaprovechas ninguna oportunidad ¿eh?-dije riendo-¿Es que acaso ya no te importa que Helen se entere de la cita?
-Al diablo con Helen-respondió Tomás-No quiero perder más tiempo contigo
-Anda, vamos rompecorazones aquí ya no hay nadie-dije caminando hacia la salida, Tomás me agarró de la mano y me jaló hacia él
-Estás equivocada Zoey-repasó sus palabras y dio una sonrisa nerviosa-Lo siento, es que estoy acostumbrada a Zoey, pero bueno el punto es que están todos comiendo
-Tomás, estás alucinando-dije soltando una risita
-Abajo de la casa hay un pasadizo que lleva a la verdadera base de los rebeldes, esto es solo la apariencia-explicó Tomás
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Dos mundos, un destino #Wattys2016
RandomElisa es una princesa que ha asumido el poder de su reino a temprana edad. Un día, recibe una carta que amenaza contra su vida. Elisa, decide buscar ayuda entre su pueblo y es ahí cuando un joven ladrón con su mejor amigo llegan a palacio. Con su ll...