Tom aparcó frente al edificio de Alexa y apagó el carro.
-Muchas gracias por la comida- le dijo Alexa- Estuvo deliciosa.
-Me alegra que te haya gustado- Tom tamborileo el volante con los dedos pensando en lo que estaba a punto de preguntar-¿Cuándo irás por los nuevos estudios?
Alexa se quedó pensativa, frustrada ante el hecho de tener que someterse a más estudios, más agujas, más dolor.
-Creo que iré hasta dentro de dos días- dijo ella y Tom la miró directamente.
- ¿Quieres compañía? - preguntó él, tomándola por sorpresa. Por supuesto que ella quería su compañía, pero también se estaba acostumbrando a él y cada vez era mayor el tiempo que quería pasar a su lado, cuando Tom no era más que su doctor que intentaba apoyarla y ayudarla.
-Planeaba decirle a Chris que fuera conmigo- se excusó ella, pero de inmediato se arrepintió-pero probablemente esté muy ocupado, así que... me gustaría la compañía.
Tom sonrió de lado y asintió con la cabeza.
-Nos vemos entonces- le dijo Tom, mirando de reojo el reloj. Tenía que volver al hospital cuanto antes, había pasado demasiado tiempo fuera. Alexa se acercó a él, tomándolo desprevenido y le dio un tierno beso en la mejilla como despedida. No sabía cómo expresarle su agradecimiento por preocuparse tanto, pero tampoco quería malinterpretar la situación, al final de cuentas, era su trabajo ver por la salud de sus pacientes, ¿no?
-Hasta luego- le respondió Tom en un susurro. Aturdido por la muestra de afecto y en cuanto la chica entró a la seguridad de su edificio, aceleró. Apretó con fuerza el volante y su corazón latía con fuerza. Se estaba involucrando demasiado con ella y lo peor del caso era que no quería detenerse, quería conocerla más a fondo, saber todo de ella, sus gustos y disgustos, su vida pasada, le interesaba todo. Quería probar sus labios, su boca, su piel, saber lo que le gustaba en la cama...
-Mierda- en un semáforo golpeó su cabeza con el respaldo del asiento y soltó un bufido. Estaba dispuesto a protegerla, cuidarla, darle el cariño que le hacía falta, dárselo en la cama. Una imagen apareció en su cabeza. Se trataba de Alexa bajo él, desnuda, besando el cuello de Tom con ferviente deseo y se aferraba a él con fuerza.
Tom llevó su mano a su entrepierna donde la creciente erección apretaba sus pantalones. Se mordió el labio inferior y tomó una bocanada de aire, borrando todo pensamiento sexual sobre Alexa, pero era casi adictivo imaginarla gimiendo como cuando probó el vino aquella tarde e involuntariamente soltó un pequeño gemido de placer o imaginar sus ojos verdes casi oscuros llenos de deseo por él.
El claxon del carro tras él lo hizo reaccionar y puso en marcha el suyo mismo. De solo pensar que no la vería hasta dentro una semana, ya le parecía una tortura.
________________
Alexa colocó los exámenes que aún le faltaban por revisar encima de la mesa del comedor, prendió la televisión para tener de sonido de fondo a los Simpsons y le dio un sorbo a su té antes de sentarse y enfocar toda su mente en terminar de una vez por todas con esos exámenes.
Bebió de su taza y un sabor metálico llegó a su boca. Hizo una mueca de asco y miró al interior de su taza justo cuando una gota roja caía sobre su té y se dispersaba.
-Mierda- se puso de pie de golpe y tocó por debajo de su nariz. Miró sus dedos llenos de sangre y corrió al baño para tomar papel. Se miró al espejo mientras apretaba su nariz para detener el flujo. Estaba pálida, y ojerosa, y un poco más delgada desde hace meses. Lo que veía en el espejo ya no era de su agrado. Hace mucho tiempo se había dejado de sentir bonita.
ESTÁS LEYENDO
Dr. Hiddleston
Fanfiction¿Qué sucede con la relación médico-paciente cuando llega un ángel a tu consultorio pidiéndote ayuda y te hace dudar de tu ética profesional? El Dr. Hiddleston siempre había querido ser un doctor distinto a los demás, él se involucraba con sus pacien...